La OMS revela cómo reducir medio millón de muertes al año causadas por microbios resistentes

La resistencia de los microbios a los antibióticos es uno de los mayores problemas de salud al que nos enfrentamos en los próximos años. La OMS ha publicado un informe para concienciarnos de la situación y aportar una importante solución que puede ayudar a reducir más de 500.000 muertes anuales por esta causa.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Chica toma antibiótico

El abuso de los antibióticos está pasando factura con más resistencia antimicrobiana.

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El día que se descubrió la penicilina, el primer antibiótico, en 1928, cambió por completo el tratamiento médico. No podemos cuantificar los millones de personas que se han salvado durante este siglo gracias a los antibióticos.

Es una solución tan fácil, accesible y efectiva que la damos por sentada. Demasiado por sentada. La utilizamos para todo y ya ha empezado a pasarnos factura. Cada vez hay más bacterias y otros microorganismos que consiguen hacerse resistentes a los antibióticos por esa sobreexposición al medicamento.

Lo ha advertido la Organización Mundial de la Salud en un informe demoledor. La resistencia antimicrobiana provocó 5 millones de muertes en uno solo año. Lo más triste es que 515.000 de esas muertes se podrían haber evitado si pusiéramos en marcha una adecuada campaña de vacunación.

¿Vacunas contra resistencia microbiana?

Aunque pueda parecer que la vacunación y la resistencia microbiana son dos cosas distintas, están más relacionadas de lo que pueda pensarse. La OMS centra su informe en 44 vacunas, unas en uso y otras en fase de desarrollo y que podrían hacer mucho. Y pide a los laboratorios que aceleren los ensayos de estas últimas.

También pide que las administraciones incentiven el uso de las vacunas ya existentes y que los grupos de población a los que se recomienda que se vacunen confíen en la ciencia y acudan a su centro de atención primaria.

El informe subraya dos puntos clave, tal como apunta el doctor José Gómez Rial, jefe de Inmunología en el complejo hospitalario de Santiago de Compostela:

  • El papel crucial de las vacunas en la prevención de infecciones. “Evitando infecciones primarias se reduce la necesidad de tratamientos antimicrobianos”, recuerda el doctor en declaraciones a la agencia SMC. A menos contacto de los microbios con el antibiótico menor riesgo de que alguno consiga volverse resistente a él.

Solo contando las vacunas que ya existen, el uso de antibióticos se podría reducir en 142 millones de dosis diarias. Si sumáramos las vacunas en desarrollo la cifra podría ser de casi 2.000 millones de dosis menos. Cada día.

  • Que las vacunas se integren en el programa de resistencia antimicrobiana. “Este aspecto es clave para asegurar que las nuevas vacunas no solo se evalúen por su eficacia, sino también por su impacto en la reducción de las resistencias antimicrobianas”, apunta el experto.

Se recomienda que los países piensen su estrategia de vacunación también con la idea de que uno de los objetivos de esta estrategia ahora debe ser que tengamos que usar menos antibióticos. Quizá sea necesario que más gente se vacune.

¿Tan grave es la resistencia microbiana?

Uno de los problemas con los que se han encontrado las autoridades sanitarias es con la poca percepción del peligro que hay entre la población. Puede que un lector de temas de salud lo tenga más claro. Pero hay un porcentaje inmenso de población que comete errores a la hora de usar los antibióticos.

Puede ser simplemente por desconocimiento o porque, como pasa entre productores de carne, porque es más económico atiborrar de antibióticos los animales que sacrificarlos por enfermedad y no poder venderlos.

Es uno de los mayores desafíos del siglo XXI. Es la denominada ‘pandemia silenciosa’, ya que no tiene la visibilidad inmediata de una pandemia viral como la covid, pero está causando un número creciente de muertes y complicaciones en todo el mundo”, explica el doctor Gómez Rial.

Es un fenómeno que tiene un enorme impacto en la salud (enfermedad, discapacidad y reducción de la calidad de vida, y muertes) y en los costes sociales y económicos”, ratifica la doctora Ángel Hernández, de la Asociación Española de Pediatría.

Cómo podemos frenar nosotros este problema

De momento, cada vez que los microorganismos han conseguido hacerse resistentes a un antibiótico, se han creado fármacos nuevos y más potentes para intentar solucionar, al menos en parte, el problema.

Pero cada vez hay menos opciones disponibles e igual de eficaces. Y el número de muertes refleja esta realidad. Si cada uno de nosotros pusiera su granito de arena, la situación sería mucho menos grave de lo que indican las predicciones. ¿Qué podemos hacer?

  • Usar antibióticos solo cuando sea necesario y con receta médica: No tomarlos para resfriados o la gripe, que son causados por virus, no bacterias.
  • Completar el tratamiento, incluso si te sientes mejor antes de terminarlo.
  • No compartir antibióticos con otra persona por creer que tiene lo mismo.
  • Practicar buena higiene: lavar las manos con frecuencia para prevenir infecciones.
  • Y, como dice la OMS, vacunarse cuando proceda.