El aumento de la longevidad en la población es un hecho irrefutable, tanto a nivel mundial como nacional. De hecho, según la Estadística del Padrón Continuo, a fecha de 1 de enero de 2022, el número de personas de 65 años y más era de 9.063.493, lo que supone un 19,09% de la población.
Un dato, sin duda, muy revelador e interesante. Ahora bien, todavía lo es más la previsión del Instituto Nacional de Estadística. La organización estima que en 2035 podría haber más de 12,8 millones de personas mayores, lo que representaría el 26,5% del total de una población que alcanzaría unos 48.284.478 habitantes.
Este incremento respondería al aumento de la esperanza de vida, uno de los principales indicadores de las condiciones sanitarias, sociales y económicas de un país. En el caso de España, según datos del INE (tablas de mortalidad, 2020) las mujeres tienen una esperanza de vida al nacer de 85,06 años y los hombres de 79,59 años.
Hablamos, por tanto, de una tendencia al alza que, aunque haya bajado 1,25 años con respecto a 2019, por la situación excepcional que significó la pandemia de la COVID-19, no ha parado de aumentar a lo largo del siglo XX y todo apunta a que siga siendo así.
Más y mejores años de vida
Partiendo de este escenario en el que la población posee una edad cada vez más avanzada, la idea es que esos años extra constituyan un tiempo de calidad, una etapa de la vida en la que las personas puedan seguir disfrutando de cada día y de cada momento con el mínimo de limitaciones.
En este sentido, cada vez son más los estudios que investigan cuáles son los factores que intervienen en el proceso de envejecimiento, aquellos que lo favorecen y aquellos que lo ralentizan. Uno de esos elementos a tener en cuenta es la alimentación. De hecho, es uno de los más importantes, si no el que más, ya que la dieta es clave para contener los signos del envejecimiento.
Una guía sin intermediarios
Con el objetivo de proporcionar información, formación y motivación a las personas mayores, se ha creado la Guía CALPEG.CAT (Consells Alimentaris per a persones Grans), una guía presentada en el marco del 25º Salón FiraGran y elaborada por las doctoras en Farmacia, Assumpció Roset y Glòria Arbonés Vilà, ambas con una larga experiencia en el ámbito de la nutrición y la salud.
En síntesis, la guía recoge numerosos recursos, información y recomendaciones dirigidas a las personas mayores y a sus cuidadores, con el objetivo de mejorar su calidad de vida a través de la alimentación. "En la vejez se producen cambios nutricionales que se ponen de manifiesto debido a una disminución de las necesidades energéticas y un aumento de las necesidades proteicas y de fibra. Y no siempre se adapta la alimentación a estas necesidades. Por eso, es importante saber que en las personas mayores, una alimentación adecuada ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento", consideran las autoras.
![habito acelera envejecimiento](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 990 660"%3E%3C/svg%3E)
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Ahora bien, la peculiaridad de la guía reside en que va dirigida directamente a las personas mayores, no al personal sanitario. Por eso, su acceso, contenidos y uso son sencillos, fáciles de entender y muy intuitivos. La guía se puede consultar en la web calpeg.cat. Ahí, los usuarios pueden encontrar todo lo relacionado con la alimentación y la dieta en la tercera edad: los alimentos más adecuados, el modo en que se han de preparar, la importancia de la hidratación, e incluso, se ha dispuesto un apartado sobre la planificación de los menús, donde los usuarios pueden encontrar orientación para organizar sus comidas.
Sobre todo, práctica, útil y sencilla
Además de la planificación de menús, la guía incluye recordatorios básicos como la necesidad de hidratarse, o consejos para no perder el apetito, algo muy frecuente cuando nos hacemos mayores. También recomendaciones para aliviar la sequedad de la boca, facilitar la masticación o evitar las digestiones pesadas.
Además, las autoras no solo contemplan todo lo concerniente a la alimentación en la tercera edad, también han tenido en cuenta cómo puede afectar la soledad no deseada y el aislamiento en la alimentación. Y es que, la soledad, tanto en la tercera edad, como en el resto de la población, ha alcanzado dimensiones pandémicas convirtiéndose en un problema de primera línea. De hecho, en España se estima que hay cerca de 4,7 millones de hogares unipersonales, 2 millones de los cuales (el 42,5 %) están habitados por personas mayores de 65 años.
"Si tuviera que dar un único consejo -señala Glòria Arbonés- sería 'cuídate'. Pero, no solo cuando eres mayor, sino durante toda la vida. "Por suerte, -continúa la experta- uno de los factores que juegan a favor de la población mayor de nuestro país es que contamos con la dieta mediterránea, a pesar de que como sociedad desarrollada que somos, hemos ido abandonando y descuidando este patrón dietético. Por eso es importante, recuperar la dieta mediterránea como base de nuestra alimentación".