Los expertos en longevidad han demostrado con estudios científicos que los años que vivamos dependen mucho más de nosotros de lo que se creía antes. Hay muchas ideas que se han demostrado falsas. El peso de la genética ha ido disminuyendo. Hoy los médicos atribuyen a la herencia un 25% de las opciones de vivir muchos años.
De vivir muchos más años o de vivir menos. Si no te cuidas, por muy longevos que hayan sido tus padres, tus opciones caen en picado. Por eso los especialistas de todo tipo, de cardiólogos, y oncólogos hasta gerontólogos, todos están de acuerdo en que el esfuerzo se ha de poner en educar y convencer sobre los hábitos de vida adecuados.
Esto es especialmente cierto a partir de los 50 años. Nuestro cuerpo ya no se regenera a la velocidad de antes y hay que empezar a poner especial atención en cinco aspectos básicos.
Los cinco hábitos básicos de la salud
Estos cinco aspectos son bien conocidos por todos: el tabaquismo, el alcohol, el peso, la actividad física y la dieta. ¿Qué cambia ahora? Las cifras. Fíjate en los datos que ha extraído un macroestudio publicado por los departamentos de Nutrición y Epidemiología de la Universidad de Harvard:
- Un adulto de 50 años que no se preocupa por ninguno de los consejos saludables que bien conoces podía aspirar a vivir de media 25 años más, si era hombre, o 29 años si era mujer.
- Mientras que un adulto de la misma edad que se preocupa por seguir los consejos de hábitos saludables podrá vivir casi 38 años más, si es hombre, y más de 43 año, si es mujer.
Han llegado a esta conclusión tras analizar la evolución de 80.000 personas a lo largo de 30 años. Les respalda no solo ser la universidad de mayor prestigio mundial, sino gran parte de los estudios que se han hecho anteriormente sobre calidad de vida y envejecimiento. Todos van en la misma dirección.
Cómo seguir buenos hábitos
Veamos aspectos que merecen más atención o aclarar dudas sobre estos hábitos.
- Fumar mata. No hay cantidad mínima de cigarros que no sea perjudicial. Ni ningún tipo de sustituto, como los vapeadores, que no provoque daños en menor o mayor grado.
- El alcohol tampoco está en discusión. Los perjuicios de tomar alcohol son más altos que los pocos beneficios que se han visto en los estudios.
Es verdad que el vino tinto puede tener aspectos protectores del corazón. Pero los daños que el alcohol provoca en nuestros vasos sanguíneos y en otros órganos no lo compensan.
- La actividad física es necesaria desde ya y hasta el últimos día de tu vida. El sedentarismo es uno de los factores más importantes de muerte prematura. El ejercicio necesario varía en función de nuestra edad.
Los médicos de Harvard apuntan que con al menos 45 minutos al día de ejercicio moderado se aumenta la esperanza de vida entre 12 y 14 años.
- La dieta es bien conocida que ha de ser la mediterránea o una similar que siga ese espíritu: basarse en frutas y verduras, cereales y aceite de oliva. Pocas grasas y limitado consumo de carne, siempre mejor pescado.
- Fruto del ejercicio y la dieta equilibrada, conseguimos el último hábito saludable: un peso adecuado. Como aconsejan los médicos, si te gusta comer, haz más ejercicio.
El error de la esperanza de vida
En el tema de la longevidad es fácil que tengamos algunos conceptos equivocados. En España, somos muy ufanos porque la esperanza de vida es alta y creemos que eso nos garantiza una vida larga.
Hay que aclarar que la esperanza de vida es solo un dato estadístico. Es la media de edad que vive toda la población. Depende más de la mortalidad infantil y juvenil. Por eso en países en conflicto, con alta mortalidad de jóvenes, o con pobres sistemas sanitarios la esperanza de vida es muy baja.
La longevidad es la esperanza de que llegues a viejo. Siria puede tener baja esperanza de vida, pero un adulto que viva en el campo, no se meta en líos y haga deporte puede ser más longevo que la mayoría de europeos.
Ocurre lo mismo con el hombre del paleolítico. No vivían menos que ahora. El que llegaba a viejo podía vivir tantos años como nosotros. Comían sano, respiraban aire puro y hacían mucho ejercicio.
Levántate y empieza una vida activa
Así que no te dejes llevar por estadísticas y pon en práctica todos los buenos hábitos, vengas o no de una familia longeva. Sobre todo, no dejes de tener una vida activa.
Otro macroestudio de Harvard incluso refuta las recomendaciones de ejercicio de la Organización Mundial de la Salud, que eran más conservadoras.
Apunta que para una vida sana y longeva hemos de salir a correr al menos hora y media por semana. Mejor si corremos cuatro o cinco horas. Más tampoco es necesario ni aporta más beneficios.
Si prefieres andar, ha de ser a ritmo rápido entre cinco y diez horas en total a la semana.