Harvard analiza las estatinas: tipos, usos, efectos secundarios y alternativas

Las estatinas son los medicamentos más utilizados para el tratamiento del colesterol. Expertos de Harvard analizan este tratamiento profundizando en sus usos, efectos secundarios y posibles alternativas.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en salud y nutrición

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estatina

Las estatinas son el medicamento más habitual para el colesterol alto, y se considera un tratamiento seguro y eficaz. 

La Harvard Healthing Publishing publicó un artículo analizando las estatinas, el medicamento más común recetado para el tratamiento del colesterol alto. Según las cifras informadas por el medio citado, son más de 40 millones los estadounidenses que las toman.

Sin embargo, el hecho de que sea un medicamento común no significa que no surjan grandes dudas al respecto. ¿Cómo funcionan las estatinas? ¿En qué casos deben recomendarse? ¿Y cuáles son sus posibles efectos secundarios? La revista universitaria busca también resolver dudas sobre las posibles alternativas a este tratamiento.

Los riesgos del colesterol alto

Cuando hablamos de colesterol es habitual que diferenciemos el HDL, conocido popularmente como “colesterol bueno”, del LDL, llamado habitualmente “colesterol malo”. De forma tradicional, se hacía esta calificación porque el HDL podía ayudar al cuerpo a deshacerse del LDL. Sin embargo, no hay evidencia que indique que modificando el nivel del “colesterol bueno” cambie el del “colesterol malo”, por lo que es un objetivo que la ciencia abandonó hace ya algunos años.

Sin embargo, reducir el colesterol LDL sigue siendo una batalla esencial en el campo de la medicina. El colesterol es un componente esencial en las membranas celulares que, cuando se tiene en exceso, puede acumularse dentro de las paredes arteriales. A este efecto se lo conoce como placa.

La placa de colesterol contribuye a la aparición de enfermedades cardiacas, haciendo que las arterias se estrechen e incluso que se obstruyan. Y si una de estas placas se rompe, puede formar un coágulo sanguíneo, provocando un ataque cardiaco o derrame cerebral.

Aunque en muchos casos un simple cambio de dieta y estilo de vida puede corregir el nivel de colesterol en sangre, si este no remite, es esencial incluir medicación para tratarlo.

¿Qué son las estatinas y cómo funcionan?

Las estatinas son medicamentos recetados para reducir el colesterol. Esta sustancia interfiere en la forma en la que el hígado produce colesterol LDL, retardando su acumulación en las arterias.

Este medicamento reduce también la inflamación en las paredes arteriales. Y si existe acumulación de placa en las mismas, las estatinas pueden evitar que se rompan y provoquen coágulos de sangre.

Una vez iniciado el tratamiento con este medicamento, tal y como explican los expertos de Harvard, es probable que deba tomarse de por vida. Al dejar las estatinas, la protección que confieren desaparece.

Por lo general, este medicamento se receta a pacientes con un nivel alto de colesterol LDL, personas que han sufrido un ataque cardiaco o derrame cerebral, o que podrían padecer uno, y adultos de más de 40 años con diabetes, puesto que tienen un factor de riesgo alto en lo que se refiere al desarrollo de enfermedades cardiacas.

En cuanto a los tipos de estatinas disponibles, actualmente la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado ocho estatinas diferentes: atorvastatina (Lipitor), fluvastatina (Lescol), lovastatina (Mevacor), lovastatin de liberación prolongada (Altoprev), pitavastatina (Livalo), pravastatina (Pravachol), Rosuvastatina (Crestor), simvastatina (Zocor).

¿Qué efectos secundarios pueden tener las estatinas?

Si bien su efectividad como medicamento no es motivo de discusión, y más de tres décadas de investigación han demostrado que las estatinas son seguras y eficaces, como todo medicamento puede tener algunos efectos secundarios.

Los más habituales consisten en dolores musculares y sensación de cansancio. También pueden causar dolores de cabeza, diarrea, estreñimiento y problemas para conciliar el sueño.

Sin embargo, los últimos estudios confirman que los riesgos de problemas musculares y otros efectos secundarios son bajos en comparación con los beneficios que ofrecen las estatinas para la salud.

Además, en muchos casos los efectos secundarios desaparecen a medida que el cuerpo se acostumbra a la estatina. De no ser así, el médico a cargo del tratamiento puede sugerir un cambio a otra estatina o recetar dosis más bajas para paliarlos.

¿Cuáles son las mejores alternativas a las estatinas?

Existen personas que, sencillamente, no toleran bien las estatinas. Otras no reaccionan bien al medicamento, y no experimentan un descenso en los niveles de colesterol incluso después del tratamiento. Por suerte, existen diferentes alternativas que pueden ser utilizadas en estos casos.

Las más comunes son medicamentos como la ezetimiba, el ácido bempedoico y los secuestradores de ácidos biliares. Todos ellos tratamientos sin estatina que han demostrado reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cardiovascular.

Sin embargo, el tratamiento más novedoso para tratar el colesterol son los conocidos inhibidores de PCSK9. Este medicamento se receta a personas que tienen una enfermedad hereditaria que causa niveles altos de LDL y a personas con enfermedades cardíacas que no han conseguido una reducción de colesterol suficiente, incluso con las dosis máximas de estatinas.

Por supuesto, no podemos olvidar que también existen formas no farmacológicas de reducir el colesterol, como lo son la dieta DASH, diseñada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Otras formas de reducir el colesterol de manera considerable son incluyendo unos 30 minutos de actividad física al día o dejar de fumar.