Por qué un paseo después de cenar es tan beneficioso para la salud en verano según los médicos

Con la llegada de las altas temperaturas es habitual sentirnos cada vez más hinchados. Las razones son muchas, pero la mejor forma de evitarlo es incluyendo en tu rutina diaria este hábito que los expertos recomiendan tras cada cena en verano.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en salud y nutrición

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pareja paseando en la playa

Dar un paseo después de las cenas puede ser la clave para conseguir bajar de peso durante estos meses de verano. 

ISTOCK

Las razones por las que nos hinchamos en verano son muchas y muy variadas. Por ejemplo, en esta época del año solemos consumir más frutas y verduras ricas en agua y fibra. Este tipo de alimentos, aunque muy saludable, pueden causar hinchazón a algunas personas si se consumen en grandes cantidades y de forma rápida.

En estos meses de calor también somos proclives a las ingestas de grandes cantidades comida, bebidas carbonatadas y alcohol. Todo esto sumado a la deshidratación, la retención de líquidos y los cambios en el ritmo circadiano que se producen en verano nos llevan, inevitablemente, a sentirnos más hinchados en estos meses del año. Por suerte, hay un sencillo hábito que puedes incluir en tu rutina diaria que puede marcar la diferencia.

¿Qué hacer para reducir la hinchazón durante el verano?

Por supuesto, hay mucho que podemos hacer este verano para reducir al máximo posible la hinchazón que se produce, en especial, después de las comidas. Para empezar, deberíamos intentar evitar ingerir en exceso alimentos procesados, bebidas alcohólicas y carbonatadas. En lugar de estas dos últimas, podemos tomar agua o infusiones. Estas últimas son especialmente recomendables, dado que pueden ayudarnos a reducir la retención de líquidos.

También es importante que hagamos cuanto esté en nuestra mano para mantener una buena hidratación y ciclo de sueño, para paliar lo mejor posible los cambios del rico circadiano que pueden afectar a la digestión y al metabolismo.

Aunque, según los expertos, lo que mejor funciona cuando es imposible evitar la sensación de hinchazón durante el verano es dar un paseo después de cenar.

¿Por qué dar un paseo después de cenar por la noche te deshincha?

Una de las principales razones por las que caminar después de una comida reduce la hinchazón es que mejora la digestión. La actividad física moderada, como caminar, estimula el sistema digestivo y promueve el movimiento del intestino, lo cual, a su vez, facilita la digestión de los alimentos. Así, un simple paseo tras la cena puede reducir considerablemente la sensación de hinchazón y malestar abdominal.

Esta práctica, además, puede ser muy beneficiosa para reducir los gases y la distensión abdominal. Así lo probaba un estudio realizado por la Georgia Regents University (Estados Unidos), en el que demostraron que el ejercicio suave tras la comida puede acelerar el paso de los gases a través del sistema digestivos, disminuyendo así la sensación de hinchazón y distensión abdominal.

Otra de las razones por las que esta práctica facilita la digestión y, por tanto, reduce la hinchazón en cualquier época del año (y en especial, en verano) es porque puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre. Un estudio realizado por la Universidad Old Dominion de Norfolk, Virginia (Estados Unidos), demostró que caminar después de las comidas puede reducir significativamente los picos de glucosa, lo que puede ayudar a prevenir la sensación de hinchazón que producen los altos niveles de azúcar en sangre.

Este paseo nocturno, además, puede ayudar a aliviar el estrés acumulado durante el día, que puede incrementarse a causa del malestar térmico que produce el verano. Y como bien sabemos, tanto el estrés como la ansiedad pueden contribuir a la sensación de hinchazón.

El impacto del paseo nocturno sobre el peso

Además de ayudar a reducir la sensación de hinchazón, este paseo nocturno puede ayudarnos a controlar el peso de forma eficaz. Esto se debe a que, para empezar, estamos incrementando el gasto energético diario. Tras cada comida, el cuerpo usa energía para hacer la digestión y, al caminar, aumentamos este gasto natural.

Es por eso por lo que los últimos estudios realizado al respecto, como el realizado por la Universidad Arizona State, de Phoenix, apuntan que incluso una cantidad moderada de ejercicio, como caminar a un buen ritmo, puede aumentar el gasto calórico de forma significativa.

Además, este paseo, como ya hemos dicho, puede tener un efecto sobre los picos de glucosa y, por ende, puede mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto es clave para prevenir la acumulación de grasa corporal. Al mismo tiempo, estamos promoviendo la oxidación de las grasas, dado que hacer ejercicio después de comer puede aumentar la quema de este macronutriente para la producción de energía.

Por último, este paseo nocturno puede mejorar considerablemente la calidad del sueño, algo vital para la regulación del metabolismo y el control del peso. La relación entre el buen sueño y la pérdida de peso ha sido ampliamente verificada por estudios realizados, como el realizado por Universidad de Quebec en 2008, que destaca la importancia del ciclo de sueño para el control del peso corporal.