Dolor de cabeza y fiebre. Son molestias habituales al sufrir una gripe, pero también son dos de las señales características de la meningitis.
Conocer qué otros síntomas alertan de su presencia es básico para actuar a tiempo frente a una alteración que puede llegar a ser grave.
La meningitis es una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal y puede tener varios orígenes (virus, bacterias, hongos, tóxicos…), aunque la más peligrosa es la de origen bacteriano.
Al contrario de lo que muchos creen, no solo afecta a niños. Aunque los agentes infecciosos que la causan suelen ser distintos, puede ocurrir en personas de todas las edades. Según la OMS, esta enfermedad afecta a más de 2,5 millones de personas en todo el mundo y causa unas 300.000 defunciones al año, a pesar de que muchos casos se podrían prevenir, sobre todo mediante la vacunación, apuntan desde la Sociedad Española de Neurología. Según la SEN, su incidencia aumentó un 13% el último año en España.
Conviene estar alerta, sobre todo en determinadas circunstancias que pueden predisponer a sufrirla.
Épocas del año con más meningitis
Aunque la meningitis puede ocurrir en cualquier momento del año, en España su incidencia aumenta en invierno y en primavera, tal como ocurre con la gripe.
Ocurre por dos razones. En primer lugar, en los adultos la bacteria que más causa la meningitis es un neumococo que también es responsable de la infección de los los pulmones o de las vías altas. Una vez ha infectado esas zonas (algo que ocurre más durante esta época), puede pasar al cerebro e infectar las meninges.
Además, en invierno nuestras defensas pueden estar "tocadas". “Tras haber pasado un proceso gripal el sistema inmune está debilitado, eso puede llevar por ejemplo a sufrir una pulmonía por neuomoco, lo que puede dar paso a la meningitis”, explicaba el Dr. Juan Carlos García-Moncó, de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
síntomas de una meninges infectada
“Cuando el origen es bacteriano es muy importante actuar a tiempo para evitar complicaciones. Hay que acudir a Urgencias ante la mínima sospecha”, alerta el Dr. Juan Carlos García-Moncó. Estos son los síntomas que, si se presentan a la vez, no debes dejar pasar.
- Sufres un dolor de cabeza intenso. Suele presentarse de forma súbita (de repente) y ser mucho más intenso de lo habitual. Sospecha si es una cefalea algo “distinta" a la habitual.
- Tienes el cuello rígido. La meningitis puede provocar rigidez en el cuello, que hace casi imposible llevar la barbilla al pecho o girarlo bien a derecha e izquierda. Sin embargo, no siempre se presenta este síntoma.
- Te sube mucho la fiebre. La temperatura corporal también suele elevarse de forma precipitada.
- Sientes confusión, somnolencia… te cuesta pensar. Los otros síntomas son muy habituales, pero si se presentan junto a alteración del estado mental debemos acudir a Urgencias rápidamente.
¿qué puede llevarte a sufrir meningitis?
Las bacterias causantes de la meningitis pueden llegar a ti a través del aire y es lo más habitual (por ello el contagio de otras personas infectadas es fácil). Pero no es la única vía:
- Una otitis puede ser el origen."No es extraño encontrar pacientes con meningitis que empezaron con una otitis o cualquier otra infección tratada por el otorrino”, explica el Dr. García-Moncó. Y es que la bacteria que causa la meningitis (y la pulmonía) también puede ser responsable de la infección de oídos o de los senos paranasales. De ahí puede pasar a la meninges.
- Puedes infectarte a través de alimentos. La listeria es una bacteria que puede estar presente en quesos no pasteurizados o preparados cárnicos en mal estado. Al comerlos, la bacteria pasa al organismo y puede causar meningitis.
- A veces ocurre por una intoxicación. “Aunque no es nada habitual, algunos fármacos pueden llegar causar una meningitis. Eso sí, suelen ser de buen pronóstico”, nos cuenta el Dr. García-Moncó. En este caso la meningitis no es infecciosa: ocurre porque se irrita la meninges. Se sospecha que un abuso de antiinflamatorios (sobre todo del ibuprofeno) puede llevar a ello.
- Una enfermedad autoinmune. En los últimos años se ha descubierto que hay personas en las que el sistema de defensas responde contra el organismo y provoca “meningitis autoinmunes”. También existe la sospecha de que hay genes que podrían predisponer a sufrir infecciones de la meninges.
- La consecuencia de un cáncer. En raras ocasiones, cuando un cáncer se expande y llega al cerebro, puede provocar lo que se conoce como “meningitis por metástasis”.