Estas dos sustancias muy comunes en los productos de uso cotidiano dañan el hígado

Dos de los compuestos más comunes en productos de consumo, como plásticos, cosméticos y conservantes de comida, pueden afectar al hígado de un modo mayor de lo que se creía. Un nuevo estudio alerta de sus implicaciones.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

MUJER GUAPA

Dos sustancias muy comunes pueden acabar provocando daños en el hígado.

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Los disruptores endocrinos son compuestos químicos que llevan años en el punto de mira de la comunidad científica. Estas sustancias presentes en productos de todo tipo una vez entran en nuestro organismo pueden modificar el equilibrio hormonal.

Hay numerosos investigaciones al respecto y ninguna en positivo. Se ha relacionado a varias de estas sustancias sobre todo con el riesgo de infertilidad, problemas de tiroides y alguno casos de cáncer. Sin embargo, su uso es tan extendido y la evidencia científica aún no es concluyente respecto a las cantidades tolerables, lo que ha hecho que no se tomen medidas más drásticas.

Hay que pensar que son procesos a largo plazo y son difíciles de demostrar hasta que no pasen más años. Sin embargo, un nuevo estudio amplio y con datos sólidos ha venido a confirmar otro de los riesgo de este tipo de productos: el daño en el hígado. En concreto, lo provocan dos de los disruptores más conocidos.

Dos sustancias que conviene evitar

Se trata del bisfenol-A y los parabenos. Seguro que te suenan. El bisfenol-A (BPA) es uno de los compuestos más utilizados en la fabricación de plásticos, incluso en productos alimentarios. Y los parabenos son unos compuestos conservantes que aparecen en cosméticos y también productos alimentarios.

El estudio lo han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Changsha, en el sureste de China, a partir de los análisis previos que se habían hecho en Estados Unidos a más de 2.000 adultos.

Estos científicos contrastaron datos que las autoridades sanitarias estadounidenses no habían relacionado. Cuántos de los pacientes por problemas de hígado tenían restos de bisfenol-A y parabenos en las muestras de orina. Compararon con otras personas y vieron que efectivamente en las personas que tenían el hígado más dañado había más presencia de estos disruptores en el organismo.

Los médicos que han llevado a cabo la investigación son tajantes: “El hígado funcionaba peor en las personas que tenían en la orina concentraciones más altas de bisfenol-A, y vimos que un gran número de pacientes con lesión hepática habían estado expuestos a altas dosis de bisfenol-A y parabenos”.

Cómo entramos en contacto con ellas

Las autoridades europeas han puesto algunos límites al bisfenol-A, que califican de “sustancia altamente preocupante”. Pero en un mundo globalizado, donde recibimos productos de todas partes es difícil frenarlo. Y hay muchos otros países, empezando por Estados Unidos, donde no está regulado.

Las posibilidades de entrar en contacto con esta sustancia son amplias. Se encuentra en tejidos acrílicos, poliéster y nailon, en productos plásticos en que luego ponemos comida. Podemos ingerirlo o inhalarlo fácilmente, y también se filtra una parte a través de la piel. Luego el BPA se metaboliza en el hígado y se elimina a través de la orina.

El BPA se metaboliza rápidamente y en dosis pequeñas no tendría que suponer ningún problema. Es el hecho de estar constantemente en contacto lo que incrementa el riesgo. Un ejemplo práctico: los tickets de la compra tienen bisfenol-A. Si tocas alguno, no pasa nada. Los empleados de supermercado deberían tener más cuidado.

¿Qué puedes hacer para reducir el riesgo? Como los expertos no ven factible a corto plazo que la legislación se endurezca más, lo fundamental es prescindir en lo posible de plásticos, sobre todo en productos que utilizas con asiduidad. Vuelve a calentar y comer en boles de cristal o de cerámica.

Respecto a los parabenos, están en cremas, salsas, conservantes de carnes y pescados, productos de afeitado, maquillajes, desodorantes, pasta de dientes… Es difícil localizarlos, porque aparecen con un sinfín de nombres: busca algo con paraben o con números entre E214 y E219. Lo mejor es comer productos frescos y usar cosmética bio.

Qué daños causan en el hígado

El hígado es junto con los riñones el gran filtrador de nuestro cuerpo. Gran parte del BPA que ha entrado se descompone allí y se elimina en pocas horas. Este y otros estudios previos que se habían hecho (aunque eran con animales) ya marcaban que unas dosis altas de BPAentorpecían la acción del hígado.

Los mecanismos exactos de cómo actúa estas sustancias no están del todo claros. Eso hace que los fabricantes se escuden y que las administraciones no sean más rígidas.

Pero la evidencia es clara. Los investigadores de la Universidad de Changsha no ven casual que las personas con mayores problemas fueran las que mayores cantidades de BPA estuvieran expulsando con la orina.

Respecto a los parabenos, de momento los estudios encuentran que no es tan peligroso como el bisfenol-A. Algo que puede variar en el futuro, si nuevos estudios como este aportan más evidencias.