La articulación temporomandibular conecta la mandíbula con el cráneo y es esencial para funciones como hablar, masticar y tragar. Cuando esta articulación está sometida a estrés o tensión, puede causar dolor, chasquidos, limitación de movimiento o incluso dolor de cabeza.
La tensión diaria hace que mucha gente fuerce esta articulación sin saberlo. Por ejemplo, durmiendo por la noche. Eso provoca lo que se conoce como bruxismo (apretar o rechinar de dientes). Por eso es importante, ayudar a relajar la mandíbula.
Para ello una de las primeras cosas que hemos de tener en cuenta es la posición de la lengua. Nos lo recuerda Maiko Tahara, una reconocida experta en yoga facial y corrección postural.
Cómo hemos de colocar la lengua
La posición de la lengua juega un papel crucial en la relajación de la mandíbula. Esta posición, conocida como postura fisiológica de la lengua, ayuda a mantener un equilibrio en la musculatura facial y a disminuir la presión sobre la articulación.
Tal como explica Maiko Tahara en sus redes sociales, la manera incorrecta es con la punta de la lengua tocando el paladar. “En esta posición las articulaciones temporomandibulares pueden sentir cierta tensión”, explica. “Por el contrario, al apoyar suavemente la superficie de la lengua en el paladar, notarás que no hay tensión”.
Para conseguir bien la postura, sigue estos pasos:
- Mantén los dientes ligeramente separados, sin apretarlos.
- Coloca la lengua en el paladar. Descansa la lengua suavemente en el techo de la boca, justo detrás de los dientes superiores, pero sin tocarlos.
- Cierra los labios de manera relajada, sin tensión.
- Respira por la nariz. Esto ayuda a mantener la lengua en posición y a relajar los músculos faciales.
“En esta posición solo puede sentirse una ligera tensión en la parte posterior de la lengua que desaparece al cerrar la boca”, apunta Mayko.
Un masajes para los músculos masticatorios
El dolor en la mandíbula puede estar relacionado con la tensión o sobrecarga en los músculos masticatorios. Estos músculos pueden ser masajeados para liberar la tensión y mejorar la función de la articulación.
Es lo que nos propone esta experta en yoga facial, una vez hemos colocado la lengua en la manera correcta.
Masaje del músculo masetero:
El masetero es un músculo que se encuentra en el lateral de la mandíbula, justo por delante del oído y hacia la parte inferior de las mejillas.
Cómo masajearlo:
- Coloca los dedos pulgares sobre el músculo y el resto de la mano sujetando la nuca.
- Aplica una presión suave o realiza movimientos circulares pequeños.
- Aumenta la presión gradualmente si no sientes dolor. Dedica 1-2 minutos por cada lado.
Masaje del músculo temporal:
No aparece en el vídeo que ha publicado Mayko, aunque es igualmente útil. Este músculo cubre la sien y se extiende hacia la mandíbula.
Cómo masajearlo:
- Coloca los dedos en las sienes, justo por encima de las orejas.
- Realiza movimientos circulares con una presión moderada.
- Hazlo durante 1-2 minutos, respirando profundamente.
Relaja la musculatura relacionada con el movimiento de la mandíbula y alivia dolores de cabeza asociados.
¿De qué sirve este masaje?
Los masajes de los músculos masticatorios ofrecen numerosos beneficios para aliviar los síntomas relacionados con la articulación de la mandíbula.
- Alivio del dolor: reducen la sensibilidad muscular y mejoran el flujo sanguíneo, disminuyendo el dolor.
- Mayor relajación: libera puntos de tensión acumulados, promoviendo una sensación de relajación en la mandíbula y el rostro.
- Mejora del movimiento: ayuda a restaurar la amplitud de movimiento de la mandíbula al liberar tensiones musculares.
- Prevención del estrés muscular: reduce el riesgo de sobrecarga crónica en la musculatura masticatoria, especialmente en personas con hábitos como el bruxismo.
Es importante ser regular. Adopta la postura correcta de la lengua durante el día y realiza masajes en los músculos masticatorios una o dos veces al día si sientes molestias.
Sé paciente: los resultados no son inmediatos, pero con constancia notarás una mejora significativa.
Si el dolor persiste, consulta a un especialista: un dentista, fisioterapeuta o especialista maxilofacial, ya que pueden ser necesarios tratamientos adicionales.