Quienes han tenido una úlcera de estómago alguna vez seguro que recuerdan el dolor característico que provoca: se siente en la parte superior del abdomen y suele ir acompañado de ardor o quemazón. Pero en lo que tal vez no coincidan es en el momento en que se nota y en cómo se alivia. Eso depende, en buena parte, de dónde se localice la herida. Antes de entrar en detalle sobre este punto, me gustaría aclarar cuál es el mecanismo que acaba generando el trastorno.
- Una úlcera es una lesión o herida que aparece en la mucosa que recubre el estómago o el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Se produce cuando los niveles de ácido gástrico y de pepsina (enzima encargada de descomponer las proteínas) son tan elevados que acaban debilitando la protección natural frente a esas sustancias que tenemos en el revestimiento de ambos órganos.
- Las duodenales son más frecuentes, y suelen darse en personas más jóvenes (entre 40 y 50 años) que las gástricas (a partir de los 60). Habitualmente son benignas, por lo que no suele ser preciso hacer una biopsia. Pero si la úlcera es gástrica, sí que se recurre a esta prueba para descartar que la lesión sea maligna.
Dos sospechosos de causar la lesión
- La bacteria H. pylori. Entre un 70 y un 90 % de los casos se deben a ella. Aunque son muchas las personas que conviven con la H. pylori sin que les cause síntomas, cuando crece de forma desmesurada puede debilitar la mucosa protectora del estómago. El estrés y el consumo de alcohol y tabaco lo favorecen al alterar el equilibrio de la microbiota.
- Tomar muchos AINE. Forman parte de este tipo de antiinflamatorios fármacos de uso común como el ibuprofeno y la aspirina, y actúan disminuyendo la producción de prostaglandinas, un tipo de moléculas que protegen la mucosa gástrica.
Cómo se alivia da pistas del origen
Una vez definido el tipo de dolor característico de las úlceras, es importante saber si empeora o no con el estómago vacío.
- Si las molestias disminuyen al comer, es probable que se deba a una úlcera duodenal, porque los alimentos neutralizan el ácido que produce el estómago. Aunque esto también puede darse en las gástricas, no siempre ocurre.
- A veces comer empeora las molestias cuando la úlcera se forma en el estómago, porque este tipo de lesiones no siguen un patrón tan definido como las anteriores.
Otros síntomas que pueden alertar
Además del dolor, la úlcera puede provocar una sensación frecuente de hinchazón, náuseas y pérdida de apetito y de peso.
- Cuando la lesión es muy profunda, puede llegar a alcanzar un vaso sanguíneo de la pared gástrica y producir sangrado. Es una situación que no hay que dejar pasar porque, si el vaso sanguíneo se rompe, podría provocar incluso una hemorragia interna. Ante la presencia de heces negras, vómitos con sangre o muy persistentes, hay que buscar atención médica de inmediato. También si se nota un dolor abdominal muy intenso y súbito, que podría indicar una posible perforación de la pared del estómago o el duodeno.
Hábitos cotidianos que reducen las molestias
- Detecta y evita los alimentos que pueden dañar la mucosa del estómago y el duodeno. Suelen ser los muy grasos, los picantes, los ácidos o los ricos en cafeína. Las comidas ligeras (al vapor, al horno...), elaboradas con alimentos respetuosos con la mucosa (pescado blanco, pechuga de pollo, calabacín, zanahorias, arroz blanco o patatas), ayudan a minimizar la irritación.
- Realiza comidas pequeñas y frecuentes. Con esto conseguirás evitar periodos prolongados con el estómago vacío, lo que puede aumentar la producción de ácido y, en consecuencia, también las molestias. Desayunar temprano y optar por una cena ligera al menos dos horas antes de dormir contribuye a que el nivel de ácido estomacal no se dispare.
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- Evita el tabaco y el alcohol. Ya has visto que ambas sustancias favorecen que la H. pylori acabe provocando una úlcera. Pero ese no es su único efecto: seguir consumiéndolas cuando ya se sufre puede empeorarla. El tabaco reduce la capacidad del estómago para protegerse del ácido, mientras que el alcohol irrita aún más la mucosa.
- Pierde algo de peso si te sobra. Los kilos de más pueden incrementar la presión abdominal y el reflujo de los ácidos, aumentando los síntomas de la úlcera.
De qué forma las trata el médico
El tratamiento farmacológico se basa en medicamentos para reducir el ácido, como los inhibidores de la bomba de protones (el omeprazol es el más conocido). Y si la úlcera se debe a los efectos de la bacteria H. pylori, los fármacos anteriores se combinan con antibióticos. De todos modos, el tratamiento siempre debe ser prescrito por un médico tras evaluar cada caso.