Cada cuerpo es diferente. Eso lo sabemos con la simple observación. Hay personas que son más altas, más delgadas, más anchas, más musculosas, con mayor tendencia a la acumulación de grasa…
Existen varias formas diferentes de clasificar los cuerpos y una de las más populares es la de los somatotipos, que divide los cuerpos en tres tipos básicos: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo. Aunque es una clasificación que tiene sus limitaciones, sí que sirve para identificar a grandes rasgos la estructura corporal.
¿Qué son los somatotipos?
El psicólogo estadounidense William Herbert Sheldon desarrolló en la década de 1940 la teoría de los somatotipos (o psicología constitucional), que asociaba a los diferentes tipos de cuerpo (más delgado, atlético o grueso) unos rasgos de personalidad y comportamiento (por ejemplo, asociaba los cuerpos delgados con una mayor sensibilidad e introversión, los atléticos con una mayor asertividad y los gruesos con personalidades más sociables y relajadas).
Los tres somatotipos básicos (ectomorfo, mesomorfo y endomorfo) pueden verse en esta imagen:
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La teoría de Sheldon ya en su momento recibió críticas porque se desarrolló usando muestras de población pequeñas y con evaluaciones subjetivas y sin fundamento de la personalidad, y no se acepta en el terreno de la psicología.
En los años 60, la fórmula de Heath-Carter, desarrollada con mediciones antropométricas más objetivas, reemplazó la teoría de Sheldon, aunque también se considera limitada.
La clasificación por somatotipos sigue utilizándose en el mundo del fitness y el deporte para describir tendencias metabólicas y necesidades generales de ejercicio y dieta. Sin embargo, hoy en día sabemos que la genética, el estilo de vida y el nivel de actividad física juegan un papel más importante que los somatotipos rígidos para determinar cuál es la alimentación y el tipo de entrenamiento más adecuado para cada persona.
Características del tipo de cuerpo ectomorfo
El somatotipo ectomorfo se caracteriza por tener una constitución delgada y esbelta, y un metabolismo rápido, que dificulta el aumento de peso.
Estos son los principales rasgos que describen al tipo de cuerpo ectomorfo:
- Estatura alta.
- Hombros y caderas estrechos.
- Extremidades largas.
Son personas con un nivel de masa muscular bajo y dificultad para definir los músculos. Para estimular el crecimiento muscular, suelen necesitar un entrenamiento de fuerza con pesas.
Por lo que respecta a la alimentación, a las personas con este somatotipo suele recomendárseles una dieta rica en nutrientes y alta en calorías para contrarrestar la quema rápida de calorías consecuencia de su rápido metabolismo.
Características del tipo de cuerpo mesomorfo
El somatotipo mesomorfo es el que describe a las personas de naturaleza atlética, con una estructura ósea mediana y un metabolismo eficiente, que facilita el aumento de masa muscular y la pérdida de grasa corporal.
Estos son los principales rasgos que describen al tipo de cuerpo mesomorfo:
- Hombros anchos.
- Cintura estrecha.
- Grasa corporal moderada.
Suele considerarse que este tipo de cuerpo responde bien tanto al ejercicio de fuerza como al de cardio. Para el mantenimiento de la masa muscular, suele bastar con un consumo equilibrado de macronutientes y un ligero aumento de la proporción de calorías.
Características del tipo de cuerpo endomorfo
El somatotipo endomorfo se caracteriza por una estructura más grande y redondeada y un metabolismo más lento, que favorece la acumulación de grasa. Las personas con este tipo de cuerpo tienen más dificultades para perder peso, pero pueden desarrollar músculo con relativa facilidad.
Estos son los principales rasgos que describen al tipo de cuerpo mesomorfo:
- Cuerpo redondeado.
- Hombros estrechos.
- Cintura y caderas anchas.
- Músculos poco definidos.
- Estructura ósea grande.
Las personas con un somatotipo endomorfo conviene que se concentren en los entrenamientos a intervalos de alta intensidad (HIIT) y los ejercicios de fuerza.
En cuanto a la alimentación, una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas los ayudará a controlar el peso.
3 somatotipos básicos, pero mucha diversidad
Aunque hay tres somatotipos básicos (ectomorfo, mesomorfo o endomorfo), muchas personas están en un punto intermedio. Son lo que se conoce como tipos de cuerpo híbridos, con una mezcla de rasgos de los diferentes somatotipos, por ejemplo, ecto-mesomorfo (delgado pero musculoso), meso-endomorfo, robusto con músculos, pero una elevada retención de grasa (tipo culturista).
De hecho, Heath y Carter, que modificaron la teoría de los somatotipos de Sheldon, consideran que cada persona es una combinación única de las características de los tres somatotipos en un momento concreto de la vida y asignan un valor numérico a cada uno de estos componentes para determinar el somatotipo individual de cada persona.
Además, pese a que hay rasgos vinculados al somatotipo, en especial la estructura ósea, que no se pueden cambiar, otros como los músculos y la grasa sí pueden alterarse mediante la dieta y el ejercicio físico. Por ejemplo, una persona con un somatotipo ectomorfo con una buena rutina de fuerza puede llegar a parecerse a un mesomorfo.
Además, cabe recordar que, aunque la clasificación por somatotipos nos da un marco general sobre los diferentes tipos de cuerpo, hay factores que son determinantes en la variabilidad individual, como el estilo de vida o los factores hormonales.