Ibuprofeno y paracetamol son dos los dos medicamentos más conocidos y comprados en nuestras farmacias. Son analgésicos, nos ayuda a aliviar el dolor, la fiebre y malestar. Especialmente extendido es el paracetamol.
Según un estudio del 2022, el paracetamol es el analgésico más recetado por los médicos en España, con un 53% de preferencia, seguido por el ibuprofeno, con un 27%. El motivo es que el paracetamol tiene mejor tolerancia y no daña tanto las paredes del estómago.
El ibuprofeno, aunque es más efectivo, además, tiene otros riesgos de los que la mayoría no es consciente. Sube la tensión. Lo ha advertido el doctor Mauricio González. Este popular médico internista de Nueva York, conocido en redes sociales como Dr. Mau, ha puntualizado algunos aspectos interesantes sobre el ibuprofeno que conviene conocer.
Por qué el ibuprofeno sube la tensión
El ibuprofeno inhibe unas sustancias llamadas prostaglandinas. Las prostaglandinas son mensajeros químicos, que envían señales de dolor y de inflamación cuando se produce alguna herida o infección. Y también controlan la temperatura corporal.
No es extraño por tanto que sean un objetivo de este medicamento, que precisamente lo que busca es reducir estos síntomas. Sin embargo, las prostaglandinas también regulan la presión de la sangre. Al inhibir las prostaglandinas, el ibuprofeno “reduce la vasodilatación y hace que se cierren los vasos sanguíneos que nutren a tus riñones”, explica el doctor González.
Nuestros riñones son muy sensibles a la distribución de sangre. Este cierre de sus vasos sanguíneos hace que aumente la presión arterial. A la sangre le cuesta más avanzar y ha de hacerlo con más fuerza.
“Al mismo tiempo esta inhibición de prostaglandinas genera que el cuerpo retenga más sodio, lo cual incrementa el volumen de nuestra sangre, incrementa el trabajo del corazón y, de nuevo, eleva la presión arterial”, describe el doctor.
La hipertensión se alarga en el tiempo
Cuando perdemos la buena circulación sanguínea en nuestros riñones, se produce otras consecuencias. Se activa un sistema llamado RAAS.
“El RAAS es el sistema renina angiotensina aldosterona”, explica el experto. Es un mecanismo que usa el cuerpo para regular el equilibrio de agua y sal y también participa en la regulación de la presión.
Con el ibuprofeno se activa el RASS lo que provoca es un círculo vicioso. Porque hace que esa tensión arterial alta se mantenga durante más tiempo. “Así que este medicamento, que es un excelente analgésico, puede que no sea tan bueno para las personas que tengan la presión arterial elevada”.
En el caso del ibuprofeno, “mi recomendación es que no hay que pasar de la dosis máxima de 1.200 mg. diarios”, apunta el doctor. Ten en cuenta que cada pastilla contiene hasta 600 mg, lo que significa que no hay que tomar más de dos.
El prospecto lo que indica es que los adultos no pasen de cuatro pastillas diarias: 2.400 mg. Y hay que dejar un margen mínimo de seis horas entre una toma y otra.
Qué consecuencias puede tener
Según un informe, los analgésicos como el ibuprofeno están relacionados con el 12% de ingresos hospitalarios en España, debidos a fallos renales, hemorragias digestivas y crisis de hipertensión.
Recuerda que el ibuprofeno, además, puede venir integrado en otros medicamentos. Es habitual, por ejemplo, el fármaco combinado de ibuprofeno y codeína. Se receta a personas con dolor que no se alivia con analgésicos simples.
Necesitas receta médica, pero estos medicamentos (como Ibucod o Neobrufen) pueden provocar graves consecuencias si su uso se prolonga en el tiempo y sin supervisión médica. Además, el uso repetido de esta combinación puede provocar dependencia.
Tal como ha señalado varias veces el doctor González en sus vídeos, los medicamentos son una buena herramienta, aunque hay que tomarlos con cuidado, siempre atendiendo a las indicaciones del médico. Evita en lo posible automedicarte si no estás seguro.
¿Qué alternativas tienen los hipertensos?
Este facultativo recuerda, por ejemplo, que podemos intercalar el ibuprofeno con el paracetamol.
No es exactamente lo mismo, puesto que el paracetamol no tiene el efecto antiinflamatorio del ibuprofeno, pero al menos paliará el dolor y la fiebre.
Además, “recuerda que hay otros métodos, como el ejercicio o la rehabilitación física, que te pueden ayudar con el dolor sin necesidad de tomar tantos medicamentos”, concluye el doctor González.