Los opioides siguen siendo un problema de salud pública que comenzó en el siglo XIX, cuando se consiguió aislar y sintetizar por primera vez la morfina, y que en la actualidad asola las calles con drogas como la heroína o el fentanilo.
La gran problemática tras este asunto es que, frente al uso inadecuado y las posibles adicciones que pueden generar los analgésicos opioides, como los ya mencionados, continúa existiendo la necesidad de calmar el dolor de aquellos que atraviesan problemas de salud. Por eso, la Universidad Johannes Gutenberg, de Maguncia (Alemania) ha realizado recientemente una de las mayores investigaciones para hallar un sustituto seguro a los opioides. Y parece que lo han conseguido.
El riesgo de los opioides
Los opioides, pese al rechazo que puedan generar por las últimas noticias, son sustancias naturales que desde hace mucho tiempo se utilizan como analgésicos muy eficaces. Un claro ejemplo es la morfina, que es un gran alivio para pacientes graves que se enfrentan a las últimas fases de su vida.
Sin embargo, cuando se hace un uso inadecuado de este tipo de sustancias, puede desarrollarse adicción e incluso padecer efectos secundarios graves, como problemas respiratorios.
En Estados Unidos, principalmente, este tipo de fármacos fueron ampliamente promocionados a través de los medios de comunicación, desencadenando así la conocida crisis de los opioides. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre 1999 y 2021, hubo casi 645.000 muertes por sobredosis de opioides en EEUU.
El problema de esta crisis no ha hecho más que aumentar con la aparición del fentanilo en las calles. Mientras que una dosis de 200 miligramos de heroína (el opioide sintético más usado como droga) puede ser mortal, bastan dos miligramos de fentanilo para acabar con la vida de una persona. Y obtenerlo es, no solo más sencillo, sino también más barato.
Una solución para la crisis de los opioides
El problema que nació en Estados Unidos se ha expandido ya en buena parte del mundo, y especialmente en países europeos como Alemania. Como respuesta, los diferentes gobiernos del mundo han tomado medidas distintas para intentar frenar el avance de la crisis de los opioides.
Pero la única forma de dar una solución total a este problema sería dejar de depender de este tipo de fármacos para el tratamiento del dolor. De ahí que los investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg, con el apoyo financiero de la Fundación Alemana de Investigación, han realizado uno de los mayores esfuerzos científicos hasta el momento para dar con un sustituto eficaz y seguro a los opioides.
Un sustituto eficaz
Con el fin de dar con este sustituto, los expertos han partido de una base de más de 40.000 sustancias naturales. Sobre cada una de ellas, con el objetivo de determinar su eficacia y comprobar si tenían las propiedades requeridas para convertirse en un fármaco, realizaron más de 750.000 cálculos. Estos solo han sido posibles gracias al super-ordenador MOGON de la JGU, dado que los cálculos superaban con creces la capacidad de cualquier PC estándar.
Al fin, tras miles de comprobaciones, consiguieron reducir la lista de candidatos a 10 productos que tenían posibilidades de convertirse en el sustituto de los opioides.
Pero la investigación solo acaba de comenzar. Estos 10 candidatos debían pasar todavía por una serie de análisis bioquímicos en el laboratorio. Los expertos tenían como prioridad determinar la seguridad de cada uno de ellos.
Para ello realizaron una serie de comprobaciones interesantes, como someter cada sustancia a un grupo de células renales humanas, observando así si en concentraciones elevadas podían resultar tóxicas para el organismo.
También comprobaron si las sustancias cumplían en la práctica lo que prometían en la teoría, verificando que se unían de forma eficaz a los receptores del dolor y generaban sobre los mismos un efecto similar al de los opioides. Tras muchas horas de trabajo, obtuvieron dos candidatos finales.
El resultado final: adiós a los opioides
Los resultados de las investigaciones del equipo de la Universidad Johannes Gutenberg dieron frutos, y consiguió determinar que el mejor candidato para sustituir a los opioides es la aniquinazolina B.
Se trata de una sustancia presente en un hongo marino llamado Johannes Gutenberg, tras analizar los resultados de las investigaciones realizadas, los expertos determinaron que puede generar efectos similares a los opioides, provocando, en cambio, menos reacciones adversas.
Esta sustancia, además de ser segura para el organismo, se une a los receptores del dolor con éxito, generando una reacción similar a la de los opioides. Aún quedan muchas investigaciones que hacer al respecto, pero todo parece indicar que pronto contaremos con una alternativa eficaz a este tipo de sustancias que tan nocivas pueden resultar para la salud pública.