El equipo del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Mar ha llevado a cabo la primera transposición uterina del Estado en una paciente diagnosticada de cáncer de recto localmente avanzado.
En todo el mundo solo se han llevado a cabo un pequeño número de cirugías de este tipo. En total, veinte, de las cuales, muy pocas se han llevado a cabo en Europa. Dos de los casos que han culminado con un embarazo sin problemas tuvieron lugar en Brasil, en 2022, y en Estados Unidos, en marzo de este año.
Objetivo: proteger el útero
Esta técnica logra cumplir con dos valiosos objetivos. Por un lado, permite a las mujeres afectadas por un tumor en la zona pélvica mantener la posibilidad de ser madres; y por otro, evita la aparición de una menopausia precoz, al proteger tanto el útero como los ovarios de los efectos del tratamiento con radioterapia.
Este abordaje consiste en una primera cirugía, antes del inicio de la radioterapia, para trasladar tanto el útero como los ovarios dentro del abdomen, a una posición donde quedarán libres de los efectos de la radiación. El útero mantiene la vascularización a través de los ovarios para asegurar su viabilidad mientras se lleva a cabo el tratamiento contra el tumor. Una vez ha acabado la radioterapia y la quimioterapia, se lleva a cabo una segunda intervención, en la cual se devuelven los órganos afectados a su ubicación original.
En palabras de la jefa de sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología y una de las responsables de la cirugía, la Dra. Gemma Mancebo: "Se trata de cambiar la anatomía de un órgano de la pelvis, situándolo en otra ubicación. Lo dejamos con la vascularización necesaria para garantizar su viabilidad y, una vez completado el tratamiento oncológico, lo devolvemos a su ubicación normal".
cronología de un éxito
El caso que acabamos de conocer es el de una mujer de 36 años con diagnóstico de cáncer de recto localmente avanzado. La paciente fue intervenida por primera vez el mes de noviembre del 2023. La segunda intervención se llevó a cabo el pasado mes de junio, cuando ya había acabado el tratamiento oncológico, coincidiendo con la cirugía del tumor rectal.
Las dos intervenciones se hicieron con cirugía robótica, para minimizar su impacto. En este caso, el segundo procedimiento se hizo coincidir con la resección del tumor de recto, hecho que añade complejidad e incrementa de forma significativa el riesgo de dañar la vascularización uterina. Contar con la tecnología robótica resulta de gran ayuda en estos casos. Ahora, la paciente podrá, si lo quiere, ser madre.
¿Quiénes pueden optar a esta cirugía?
Se ha establecido un circuito para la detección y derivación de las mujeres diagnosticadas con un tumor en la zona pélvica que precisan tratamiento con quimioterapia y radioterapia para valorar si se pueden beneficiar de esta intervención, sin que ello provoque retrasos en el inicio del tratamiento del cáncer, con un papel destacado de la enfermera gestora de casos.
En este proceso intervienen los servicios de Aparato Digestivo, de Cirugía General, a través de la sección de Cirugía Colorrectal, el de Oncología Médica y el de Oncología Radioterápica.
En aquellas de 40 años o menos, se les ofrece la posibilidad de proteger el útero y los ovarios para mantener la posibilidad de un embarazo. A las de menos de 47 años, la transposición solo de los ovarios, para protegerlos de una menopausia precoz.
Preservar la salud sexual
En el Hospital del Mar, ya se ofrecía la transposición de ovarios para evitar la menopausia precoz en pacientes jóvenes con cáncer de cérvix. En este sentido, la Dra. Marta Pascual, jefa de sección de Cirugía Colorrectal del Hospital del Mar, recalca que esta intervención "es una nueva forma de velar por la salud global de estas pacientes, ahora que la incidencia de cáncer de recto en pacientes jóvenes está en aumento, tendremos que ser capaces de ofrecer este procedimiento".
Según el Informe anual editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (2023), los cánceres más frecuentemente diagnosticados son los de colon y recto, mama, pulmón, próstata y vejiga urinaria.
Por su parte, la Dra. Joana Vidal, oncóloga médica especialista en cáncer colorrectal del centro, añade que "gracias a los avances en el tratamiento, obtenemos tasas de curación muy elevadas, pero las secuelas del tratamiento generan un impacto en su calidad de vida. Ofrecer el mejor tratamiento oncológico requiere un abordaje multidisciplinario y coordinado, donde exploremos y preservemos la salud sexual y reproductiva de las pacientes".
Para ello, esta técnica es crucial, ya que "supone darle esperanza a una paciente joven, que todavía no ha cumplido sus posibles deseos de ser madre y a quien se le ha diagnosticado un cáncer que no afecta al sistema genital, pero el tratamiento del cual sí que puede afectar a su capacidad reproductiva y hormonal", asevera la Dra. Ester Miralpeix, médica adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología.
En el caso de que la paciente quiera ser madre una vez superado el tratamiento y realizada la segunda intervención, se recomienda recurrir a la fecundación in vitro, a causa de la posible toxicidad de la quimioterapia que se utiliza contra el tumor sobre los ovarios, y por cesárea a la hora del parto.