Dr. Alonso Poza: “La salud mental puede influir de manera significativa en el desarrollo de la obesidad”

La salud física y la mental están profundamente conectadas. Una enfermedad mental puede influir mucho en el riesgo de sobrepeso y obesidad. Y al contrario, la obesidad también afecta a la salud mental. El cirujano Alonso Poza, jefe de Aparato Digestivo, alerta de que esta relación puede ser un círculo vicioso.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Mujer mirándose al espejo

Un buen manejo del estrés y la ansiedad pueden evitar el sobrepeso.

ISTOCK

Seguramente alguna vez has oído referencias a que tenemos un segundo cerebro en el estómago. Es una manera popular de decir que nuestro sistema digestivo y el sistema nervioso central están muy interconectados.

Por eso, el tener hambre puede afectar a tu comportamiento. Estás de peor humor. Y después de comer suele ser al revés. Nos predispone mejor y nos solemos sentir más contentos.

Otro aspecto significativo de esta interrelación es cómo nuestra salud mental y nuestra apariencia física pueden afectarse mutuamente. "La salud mental puede influir de manera significativa en el desarrollo de la obesidad, y viceversa. ", explica el doctor Alonso Poza, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid.

Cómo afecta la salud mental al peso

La obesidad puede ser tanto causa como consecuencia de un trastorno metabólico. Según el especialista, trastornos como la ansiedad o los comportamientos obsesivo-compulsivos, que suelen aparecer en edades tempranas, pueden llevar a un desorden alimenticio.

"El estrés continuado o la ansiedad provocan una ingesta desordenada, lo que contribuye al aumento de peso y, en muchos casos, a la obesidad", apunta el doctor Poza. Comer rápido y a deshoras afecta a la manera en la que el cerebro procesa la sensación de saciedad y nos lleva a comer más.

Esa relación entre salud mental y obesidad es un círculo vicioso que afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes. "Cuando una persona ya es obesa, la baja autoestima y el deterioro de su imagen corporal tienden a empeorar los cuadros de ansiedad o depresión que provocaron la obesidad en un primer momento", añade.

Cómo tratar salud mental y obesidad

Para abordar este problema, el doctor Poza señala que es fundamental individualizar el tratamiento. "Cuando un paciente presenta trastornos como la bulimia, el tratamiento debe empezar por un especialista en psiquiatría, ya que es un trastorno psiquiátrico. Sin embargo, si la obesidad es consecuencia de un estrés laboral o familiar, el paciente puede necesitar apoyo psicológico para controlar esa ansiedad", puntualiza el cirujano.

Una vez afrontada la salud mental, un dietista podrá ayudarnos a perder peso de manera saludable. Algo que hará que mejoremos nuestra salud física y la percepción de nuestra propia imagen.

Si se trata de obesidad mórbida, cuando se descartan trastornos metabólicos y las dietas han fracasado, es posible recurrir a intervenciones como el balón gástrico o, en casos más severos, a la cirugía bariátrica (reducción del estómago). "Es en pacientes con un índice de masa corporal superior a 40, que no han logrado reducir su peso mediante dieta", puntualiza el especialista.

Pero el tratamiento quirúrgico no pone fin a las dificultades psicológicas. "Tras una cirugía bariátrica, los pacientes suelen perder peso de manera significativa, pero esto puede causar un deterioro de la imagen corporal debido a la flacidez en el abdomen, brazos o senos”, añade. Muchos de estos pacientes buscarán también cirugía de contorno corporal para mejorar su autoestima y restablecer su anatomía.

El 60% de la población en riesgo

Por tanto, es fundamental un enfoque integral de todo el proceso. “Es crucial que, durante los años en los que los pacientes lidian con la obesidad, reciban apoyo psicológico para sobrellevar las complicaciones emocionales y de imagen corporal que esta enfermedad conlleva", dice el especialista.

Hay estudios que apuntan en este sentido. Concluyen que los profesionales de la salud deben adoptar un enfoque holístico y un abordaje multidisciplinar al tratar a pacientes con obesidad para mejorar los resultados en consulta. No dejar de tener presente el factor mental en todo momento.

Uno de estos estudios que remarca este especialista es el informe “situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España”. Advierte de que el 60% de la población es obesa o se encuentra en riesgo de serlo.

España “es el noveno país de Europa con una de las mayores prevalencias de exceso de peso. Los datos son abrumadores”, dice el médico. La previsión es que para 2030 el número de adultos obesos se duplique.

Otro debate que pone sobre la mesa este informe es que gran parte de las personas con obesidad no son tratadas o se les trata a partir de otra enfermedad, como la diabetes tipo 2 o problemas cardiovasculares. “Este estudio pone de manifiesto que una de las problemáticas de la obesidad es que no se trata como una enfermedad. Es necesario entender que la obesidad es una enfermedad crónica”, añade el doctor Poza.