Dan Buettner es seguramente el principal investigador sobre el terreno de los hábitos longevos. No es un investigador de laboratorio, sino un analista sagaz que ha viajado por todo el mundo dirigiendo un equipo científico multidisciplinar para desentrañar qué características y hábitos de vida tienen las personas centenarias en todas las partes del planeta.
Fruto de estas investigaciones, anunciaron lo que dieron en llamar las “zonas azules”. Son cinco lugares del mundo donde se concentran los mayores porcentajes de población longeva. Realmente son más de cinco. Los seleccionaron porque eran lo más diversas y alejadas unas de otras: Japón, Grecia, California, Costa Rica y Cerdeña.
En todos estos lugares había una serie de características coincidentes y muy evidentes. Algunas de estas características están fuera de nuestro control. Por ejemplo, algunas factores genéticos: la mayoría de los longevos no son gente ni muy alta ni muy grande. Sin embargo, hay muchos otros factores que sí podemos copiar.
Los 5 consejos para llegar a centenario
Cada una de aquellas poblaciones que forman las zonas azules podían tener algunas diferencias en la dieta o en la manera de relacionarse. Pero si ampliabas el foco, al final todos coincidían.
Eso es lo que Buettner ha compartido recientemente en un vídeo a partir de su experiencia con las personas más longevas de la tierra. “Después de 20 años de estudios, puedo resumir los cinco consejos principales para llegar a centenarios”, apuntaba:
- Tu dieta ha de basarse en alimentos integrales y de origen vegetal.
- Prioriza dormir ocho horas con un sueño de calidad y que sea reparador.
- Ten un propósito en la vida y deja que te guíe.
- Sé activo de manera natural todo el día. “No hablo de hacer maratones o hacer crossfit, sino de trabajar en el jardín o dar paseos”, puntualiza Buettner.
- Rodéate de cuatro o cinco buenos amigos para que sean tus relaciones de apoyo de toda la vida.
¿Cuál es el consejo más importante?
No se puede decir que uno de estos consejos vaya sin los otros. Seguro que ya sabes que nuestra alimentación es importante para ayudarnos a reforzar el sistema inmune, evitar enfermedades y el envejecimiento prematuro de las células.
Y que la alimentación, si no viene acompañada con hábitos alejados de la vida sedentaria, no son suficientes. Buettner recalca que las personas centenarias no se obsesionan con estar activas. Lo están de manera natural: no se dan cuenta y suben escaleras varias veces al día, con lo que ya se ejercitan.
Sin embargo, “si tuviera que elegir un consejo, las relaciones sociales podría ser el más importante”, apunta el experto. Esos cuatro o cinco amigos de toda la vida a los que se refiere han de ser personas con las que puedas contar cuando tiene un mal día y que también tengan hábitos saludables. “Esto también es importante, porque sabemos que los hábitos saludables se contagian”, añade.
Hemos de tener en cuenta que, cuando hablamos de longevidad, los hábitos que se recomiendan no son de una duración determinada. Han de aplicarse el resto de nuestras vidas. Y cuanto más tardes en ponerlos en práctica, menos opciones tendrás de vivir muchos años.
“Los amigos son compañeros de aventuras a largo plazo. Rodéate de las personas adecuadas y tienes buenas opciones de ser centenario”, asegura.
Otros tres buenos hábitos que recordar
No todos los expertos que han estudiado la longevidad coinciden en las prioridades de Buettner. Hay médicos especialistas que señalan la necesidad del sueño profundo y reparador como el más indispensable. El sueño es el momento que aprovecha nuestro cuerpo para regenerarse. Todos los procesos metabólicos fallan si no tenemos un buen descanso.
La clave no está tanto en las horas como en la calidad del sueño. No te obsesiones con dormir ocho horas. Hay personas que necesitan menos. Incluso hay estudios que sugieren que cuatro o cinco horas son suficientes, si es de sueño muy profundo, que no te despiertan con nada.
Seguramente es necesaria una combinación de todos esos hábitos que menciona Buettner. No puedes limitarlos, ya que hay una interacción de unos con otros: la buena alimentación lleva a un buen descanso y mayor energía para estar activo. En este sentido, Buettner da otros tres consejos finales que conviene apuntarse:
- Desayuna bien. Ha de aportarte buena parte de la energía del día.
- Añade alubias en tus menús porque son fuente de proteínas muy saludables.
- No cenes después de las ocho. Beneficiará a tu descanso.