Consejos para calmar la tos nocturna

El invierno, inevitablemente, viene acompañado de resfriados, gripes y (en los últimos años) COVID-19. Todas estas enfermedades tienen diversos síntomas en común y uno de ellos es la tos, algo muy molesto, en especial cuando ocurre por la noche.

La tos nocturna impide un buen descanso (tanto para quien lo sufre como para quien comparte la cama), algo que no contribuye para nada en la recuperación. 

Hay muchos remedios tradicionales para calmar la tos, desde tomar agua con miel hasta hacer gárgaras de agua con sal, pero ¿realmente funcionan? Repasamos qué es lo mejor para calmar la tos nocturna.

Qué es y cómo funciona la tos 

Aunque pueda resultar muy molesta, hay que entender que la tos tiene una función importante. Se trata de un acto involuntario que se produce por un movimiento brusco de los músculos diafragmáticos que hace que cierre la glotis y expulsemos el aire de manera incontrolada a través de la boca.

Pero esto no sucede porque sí. Tal como explica el Dr. Juan Toral, Médico de Urgencias, en su canal de YouTube (@drjuantoral), “esto ocurre como mecanismo de defensa”. En nuestro sistema respiratorio, y sobre todo en la zona de la nariz y la garganta, hay unos receptores que, cuando identifican algo extraño (como el exceso de mucosidad asociado a los catarros y otras infecciones respiratorias), mandan una señal a nuestro cerebro para que active el mecanismo de defensa para expulsarlo, es decir, la tos.  

Así pues, la tos podríamos decir que nos protege en cierta manera, pero también es muy molesta y si ocurre por la noche y nos impide dormir, es normal (e incluso aconsejable) buscar alguna forma para calmarla. 

Por qué tosemos más por la noche

Hay tres motivos principales por los que por la noche la tos suele ser más persistente: 

1. Al estar acostados, el moco cae por detrás de la nariz (lo que se conoce como rinorrea posterior) y va goteando sobre la mucosa irritada de la garganta y la campanilla (úvula). Esto hace que la zona se irrite cada vez más y estimule la tos para tratar de expulsar el moco. 
2. Además, al estar tumbados “no podemos movilizar toda la musculatura y no tenemos todas las fuerzas para movilizar la mucosidad o las flemas que si podemos emplear cuando estamos de pie”, explica el especialista. Es por este motivo que la tos nocturna suele ser menos productiva y más persistente, puesto que no consigue su objetivo de expulsar la mucosidad de la garganta. 
3. Por otro lado, por la noche, las condiciones climatológicas, más frías y húmedas, favorecen también la irritación de la mucosa de la garganta, la generación de más mucosidad y, en consecuencia, la tos.

Esta tos persistente puede acabar afectando al descanso, un factor imprescindible para tener un sistema inmunitario sano. Si en unas condiciones normales, el resfriado se soluciona en unos pocos días, con unas defensas bajas debido a la falta de descanso, tardaremos un poco más en recuperarnos. 

Cómo calmar la tos nocturna

“Por desgracia, no hay nada milagroso que te vaya a quitar la tos de manera inmediata”, advierte el Dr. Toral, algo que resulta evidente por la gran variedad de remedios para la tos que hay en la farmacia. “Si hubiera un medicamento que cortará la tos de manera 100% eficaz, no existirían tantos otros, sino que ese sería el fármaco estrella”, asegura. Aun así, sí que es cierto que a algunas personas sí que les pueden funcionar fármacos concretos.

Y entonces, ¿qué podemos hacer? Estos son algunos consejos que pueden ayudar a reducir la tos nocturna: 

• No dormir completamente tumbados: cuando hay mucha tos, el doctor aconseja “dormir semi incorporados con un par de almohadas”. De esta forma, el goteo de la mucosidad hacia atrás de la nariz será menor.
• Hacer lavados nasales: usar una solución salina para descongestionar la nariz ayuda, de acuerdo con el especialista, a “tener la vía aérea superior, la nariz, las fosas nasales, los más despejadas posible y que, por lo tanto, haya menos goteo posterior”.
• Controlar la humedad del dormitorio: aumentar un poco la humedad de la habitación contribuirá a que la garganta esté menos irritada. Se pueden usar infusiones de con mentol o eucalipto, por ejemplo, para que el ambiente esté menos reseco.
• Beber mucho líquido: para evitar que la garganta esté reseca, es importante beber mucha agua durante todo el día. Las infusiones o los caldos también pueden ayudar. 
• Chupar caramelos: “hacen que generemos más saliva y, por lo tanto, la garganta esté menos irritada”, aconseja el Dr. Toral. Él aconseja los de miel por delante de los de menta, porque esta última pese a tener un efecto balsámico pude ser algo irritante. 
• Tomar miel: tomar una cucharada de mieles una gran ayuda para suavizar y calmar la garganta. 

Alimentos que ayudan y que perjudican

La alimentación puede ser un buen aliado para combatir la tos. Hay algunos alimentos que hacen que generemos más mucosidad y que conviene evitar (o moderar) cuando estamos resfriados, como los alimentos ricos en grasa o azúcares y los lácteos (y derivados como el yogur o el queso). 

Por otro lado, aquellos alimentos con un alto contenido en antioxidantes (como las verduras, las frutas cítricas o especias como el jengibre) nos ayudarán a fortalecer nuestro sistema inmunitario y a que nos curemos antes.