Cómo las bebidas dietéticas engañan a tu cerebro para que coma más y cuáles son las mejores opciones según Harvard

¿Te gustan los refrescos cero? Este tipo de bebidas libre de calorías se han vuelto muy populares entre quienes intentan bajar de peso, pero podría convertirse en un arma de doble filo según Harvard.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en estilo de vida y nutrición

Actualizado a

Refrescos

El consumo de bebidas sin azúcar o sin calorías podría estar relacionado con un aumento en la sensación de apetito. 

ISTOCK

Tras descubrir que, claramente, las bebidas azucaradas no son una alternativa razonable para muchas personas, las empresas de refrescos han comenzado a comercializar lo que se conoce como bebidas dietéticas. Bebidas sin calorías ni azúcar que, en principio, no deberían hacerte engordar.

Pero Harvard, en su revista Harvard Health Publishing, nos alerta sobre los posibles inconvenientes de consumir este tipo de bebidas. ¿Realmente son tan inofensivas como pensamos o tienen parte de responsabilidad en el aumento del peso que muchos de sus usuarios experimentan? Te invitamos a descubrirlo.

¿Las bebidas dietéticas son buenas para la salud?

Dejar las bebidas azucaradas y pasar a las que aportan cero calorías es un cambio claramente positivo, en especial para aquellos que quieren bajar de peso. Las bebidas cero azúcar, sin embargo, están edulcoradas de otra forma. Y son estos edulcorantes artificiales los que preocupan a los expertos de Harvard.

El consumo de edulcorantes artificiales ha sido relacionado en ciertos estudios con enfermedades como el cáncer, problemas cardiacos y deficiencias renales. Pero, como bien explican en el citado medio universitario, se tratan de indicios y no está comprobado que sea realmente así.

Lo que sí es preocupante es un creciente número de estudios que apuntan que quienes consumen bebidas edulcoradas artificialmente tienden a subir de peso. Esto, sin embargo, puede deberse a lo que Harvard califica como causalidad inversa. Es decir, es probable que quienes acuden a las bebidas sin calorías de las que hablamos sean personas con problemas de sobrepeso u obesidad previos al consumo, lo que podría alterar los resultados de los estudios analizados.

Aun así, estas bebidas siguen teniendo un punto negativo que la ciencia parece haber demostrado y que no puede ser desestimado: aumentan la sensación de hambre.

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El efecto de las bebidas dietéticas sobre el hambre

Aun cuando el consumo de este tipo de bebidas está recomendado por encima de los clásicos refrescos azucarados (el cambio puede llegar a traducirse en más de 8000 calorías mensuales), no son la solución definitiva para controlar el peso.

Sí, con el cambio estamos eliminando una buena cantidad de calorías vacías de nuestra dieta. Pero los últimos estudios apuntan que las bebidas edulcoradas artificialmente e incluso aquellas que, sin estar edulcoradas, son carbonatadas, podrían tener un efecto negativo sobre el apetito.

Empezando por las bebidas edulcoradas artificialmente, parece ser que determinados edulcorantes, como el aspartamo, podría alterar la percepción del apetito. En un estudio realizado con ratones se descubrió que este compuesto daña partes del cerebro que permiten identificar cuando estamos satisfechos, aumentando de forma indirecta el consumo calórico diario.

Pero el problema no se arregla cuando eliminamos el componente edulcorante de la ecuación. Incluso las bebidas carbonatadas no edulcoradas ofrecen complicaciones en lo que se refiere al control del apetito.

Se han realizado estudios tanto con ratas como con humanos, y se ha descubierto que el consumo de bebidas carbonatadas dispara la liberación de la grelina, la hormona del hambre.

¿Por qué las bebidas dietéticas dan hambre?

Aunque todavía es pronto para extraer conclusiones exactas del impacto de este tipo de bebidas en el organismo, los expertos tienen sus teorías.

Al parecer, las células del estómago podrían ser sensibles a la presión que ejerce el dióxido de carbono de este tipo de bebidas, haciendo que reaccionen y conduciendo a una mayor liberación de grelina, la hormona del hambre.

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¿Qué alternativas son saludables?

Para los expertos de Harvard solo hay una respuesta: agua. El agua es, sin duda, la opción más saludables para mantenernos hidratados durante todo el día. No obstante, esta alternativa no es viable para todo el mundo. Y puesto que es muy importante mantenernos hidratados, nos proponen otras ideas para sustituir a las bebidas dietéticas.

Como alternativas, tenemos las infusiones (siempre sin azúcar) y el agua de frutas. Este se preparar dejando que las frutas cortadas se remojen en el agua durante al menos 10 horas antes de consumirla. No hay que licuar ni triturar la fruta, sencillamente dejar que repose en el agua para que consiga su sabor. Por supuesto, se debe evitar edulcorar la bebida para conseguir un efecto más saludable.

No obstante, cabe destacar que desde Harvard hacen hincapié en que todos estos estudios son todavía muy novedosos como para poder afirmar a ciencia cierta que los refrescos dietéticos deban ser eliminados. Sí recomiendan tener precaución y prestar especial atención a la dieta y el apetito cuando se consumen.