Muchas personas utilizan el término 'bipolar' para describir simples fluctuaciones en el estado de ánimo, pero esta trivialización no hace justicia a la realidad de quienes padecen trastorno bipolar. Y es que existe una considerable falta de comprensión sobre esta enfermedad mental que afecta a aproximadamente 40 millones de personas en todo el mundo, incluyendo más de un millón en España.
La ignorancia generalizada sobre el trastorno bipolar no solo contribuye a la estigmatización de los pacientes, sino que también complica el proceso de diagnóstico. De hecho, se requiere un promedio de cinco años para identificar correctamente esta enfermedad, que tiene un impacto significativo tanto en la vida personal como profesional de quienes la padecen.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que altera el funcionamiento de los sistemas cerebrales encargados de controlar nuestras emociones. Tal como explicó a Saber Vivir el Dr. Eduard Vieta Pascual, Jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona y líder del grupo de investigación sobre Trastorno Bipolar en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), "estos mecanismos nos permiten adaptarnos a situaciones concretas y experimentar tristeza o alegría según el momento, pero luego se nos pasa".
Esta patología interfiere con la capacidad natural del cerebro para modular el estado anímico en respuesta a las circunstancias vitales. A diferencia de las fluctuaciones normales del estado de ánimo que todos experimentamos, el trastorno bipolar se caracteriza por cambios extremos y prolongados que afectan significativamente la vida diaria de quienes lo padecen.
La predisposición genética juega un papel significativo en el trastorno bipolar, pero es importante entender que la genética no es un destino inevitable. Aunque existe una base hereditaria, la presencia de genes asociados con el trastorno no garantiza su desarrollo.
El concepto clave aquí es la epigenética, un campo que estudia cómo los factores ambientales y las elecciones de estilo de vida pueden influir en la expresión de nuestros genes. En el caso del trastorno bipolar, ciertos genes deben "activarse" para que la enfermedad se manifieste.
¿Cómo afecta el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar se caracteriza por una disfunción en los mecanismos cerebrales que controlan el estado de ánimo debido a una predisposición genética que afecta a la producción de dopamina. Esto resulta en episodios alternados de euforia y depresión, “como un motor mal ajustado, o vas demasiado acelerado o estás deprimido", en palabras del Dr. Vieta.
A diferencia de las fluctuaciones emocionales cotidianas, los cambios de humor en el trastorno bipolar son extremadamente intensos y pueden prolongarse durante semanas o incluso meses.
La comprensión de la enfermedad es fundamental para su tratamiento. Antes del diagnóstico, los pacientes suelen atribuir erróneamente sus experiencias a factores externos. Durante los episodios depresivos, pueden percibirlo todo negativamente y sentirse inútiles, mientras que en las fases de euforia podrían negar cualquier problema, considerando las preocupaciones de sus familiares como exageradas.
El reconocimiento de que estos cambios de humor son el resultado de una alteración cerebral, y no de circunstancias externas, suele aumentar la disposición del paciente a buscar tratamiento y aceptar ayuda. También es beneficioso para los familias, ya que les permite abordar la situación con mayor empatía y comprensión.
Retos en el diagnóstico del trastorno bipolar
El diagnóstico del trastorno bipolar presenta desafíos significativos debido a varios factores. En primer lugar, existe una tendencia generalizada a postergar la consulta con un especialista en salud mental hasta que la situación se vuelve crítica.
Además, los síntomas iniciales a menudo se confunden con otras enfermedades, como la depresión, lo que puede llevar a tratamientos inadecuados que no abordan la naturaleza cíclica de la enfermedad.
La detección precoz no solo ayuda a prevenir episodios graves, sino que también minimiza los efectos secundarios asociados con las fluctuaciones extremas del estado de ánimo características de este trastorno.
Síntomas del trastorno bipolar
Entre las señales de alerta más relevantes del trastorno bipolar se encuentran:
- Modificaciones sustanciales en la actitud y el rendimiento: por ejemplo, un estudiante que anteriormente era constante y de repente abandona sus estudios, o alguien que comienza a postergar responsabilidades laborales de manera inusual.
- Oscilaciones emocionales prolongadas, que pueden manifestarse de dos formas principales: con fases depresivas caracterizadas por llanto frecuente, aislamiento social o un silencio inusual; y con episodios de euforia marcados por una excitación extrema, verborrea, irritabilidad, cambios frecuentes de opinión o conflictos repentinos y generalizados con el entorno.
Cualquier cambio significativo y sostenido en el comportamiento habitual de una persona debería ser motivo suficiente para consultar a un psiquiatra. Como especialista en conducta humana, el psiquiatra está capacitado para evaluar estos cambios en el contexto de posibles trastornos mentales, incluyendo el trastorno bipolar.
Tratamiento del trastorno bipolar
El tratamiento efectivo del trastorno bipolar se basa en dos pilares fundamentales:
- Farmacoterapia: la medicación juega un papel crucial en la estabilización del estado de ánimo y la prevención de episodios maníacos o depresivos. Los fármacos utilizados pueden incluir estabilizadores del ánimo, antipsicóticos y, en algunos casos, antidepresivos bajo estricta supervisión médica.
- Intervención psicoterapéutica: la terapia psicológica es esencial para el control a largo plazo del trastorno. En particular, comenta el Dr. Vieta, “la psicoeducación es muy importante. Yo lo comparo con aprender a tocar un instrumento, al final aprendes a identificar tus cambios internos y a corregirlos. Esto requiere un entrenamiento, pero al final de consigue".
Con un enfoque terapéutico integral y el compromiso del paciente, es posible alcanzar un control efectivo del trastorno bipolar y tener una vida satisfactoria y productiva. La clave está en el tratamiento continuo, la vigilancia de los síntomas y la adaptación del plan terapéutico según sea necesario.
¿Qué factores aumentan el riesgo de sufrir crisis?
Cuando existe un historial familiar de trastorno bipolar, es crucial prestar especial atención a ciertos factores que pueden incrementar la probabilidad de experimentar crisis:
- Estrés crónico. Para mitigarlo, se recomiendan prácticas como la meditación, el yoga o la terapia psicológica enfocada en técnicas de manejo del estrés.
- Alteraciones del sueño. La privación de sueño puede actuar como un disparador significativo del trastorno.
- Consumo de drogas. Ciertas sustancias (como el cannabis) pueden desencadenar episodios en personas susceptibles.
Estas recomendaciones son particularmente importantes para quienes ya han sido diagnosticados con trastorno bipolar. La incorporación de estas prácticas preventivas debe ser una parte integral del plan de control de la enfermedad.
¿Las personas bipolares son más creativas?
Existe una percepción generalizada de que las personas con trastorno bipolar tienden a ser más creativas, y esta idea no carece de fundamento. Históricamente, se han documentado numerosos casos de artistas reconocidos que han padecido este trastorno o que tienen antecedentes familiares.
La teoría que sustenta esta asociación se basa en la naturaleza de los estados de ánimo elevados característicos del trastorno bipolar. Durante los episodios de hipomanía o manía leve, el cerebro experimenta un estado de excitación que puede potenciar la creatividad.
Sin embargo, la presencia del trastorno bipolar por sí sola no garantiza una mayor creatividad. El talento y las habilidades subyacentes son fundamentales. El trastorno bipolar puede actuar como un amplificador de la creatividad en individuos que ya poseen una inclinación o talento artístico.