Podemos seguir produciendo nuevas neuronas hasta casi los 90 años

Para lograrlo, eso sí, hay que mantener el cerebro activo. Gracias a ello logramos que las neuronas se conecten bien entre sí, mejorando su eficiencia y protegiéndonos del deterioro cognitivo.

doctora blanca rodriguez ayala
Dra. Blanca Rodríguez Ayala

Medicina general

Actualizado a

Neuronas

El cerebro necesita aprender para estar fuerte y abrir nuevas rutas neuronales.

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Un nuevo estudio del CSIC y de las Universidades Autónoma y Europea de Madrid, la Fundación CIEN y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) demuestra que en una zona del cerebro llamada giro dentado (que interviene en la formación de recuerdos y en recuperar los guardados desde hace tiempo) se siguen produciendo neuronas hasta casi los 90 años de edad. Solo hay un requisito: que esa pequeña área se mantenga activa.

La manera de activar el giro dentado es hacer algo a diario que suponga un reto, un cambio en una rutina o un aprendizaje.

Practica el entrenamiento cognitivo

Consiste en llevar a cabo acciones muy sencillas e incluso divertidas que mantienen las neuronas jóvenes y evitan la pérdida de memoria y la falta de comprensión o de atención. La Ciencia ha demostrado que las siguientes son especialmente eficaces: 

  • Sociabiliza; no te aísles. Conoce gente nueva, estrecha lazos con familia y amigos, habla por teléfono, o queda para tomar algo… Relacionándote haces uso del lenguaje, de la mente, y trabajas la empatía. Todas ellas son consideradas estupendas formas de estimulación cognitiva.
  • Baila, dibuja, pinta cuadros, trabaja el arte corporal… Las actividades artísticas también estimulan el cerebro de una forma extraordinaria y fomentan la creatividad.
  • Ríe a carcajadas, diviértete, regala sonrisas, échale humor a la vida. Practica todo lo que te haga feliz porque eso fomenta un buen estado emocional. Según los especialistas, ser negativo y quejarse constantemente –o convivir con alguien pesimista– daña las neuronas del hipocampo y deteriora de manera importante el funcionamiento del cerebro.
  • Sal de tu zona de confort porque “molestar” al cerebro un poco lo estimula y le sienta bien. Al menos un día a la semana, por ejemplo, utiliza la mano no dominante para hacer tareas. Con ese sencillísimo cambio lograrás incrementar la reserva cognitiva y facilitar el cruce de los hemisferios cerebrales.
  • Utiliza el olfato o los sabores para recordar. Los olores de la infancia, los de nuestros seres queridos, el sabor de ese rico guiso del puchero de la abuela, o el de tu caramelo favorito cuando eras pequeño activan los sentidos y abren nuevas conexiones entre las células cerebrales.
  • Las relaciones íntimas satisfactorias también hacen que el hipocampo genere nuevas neuronas, propiciando la inteligencia.

Moviliza, enseña y divierte a tus neuronas

Si a lo largo de la semana, además, combinas varias de las siguientes actividades, estarás dando dinamismo y diversión a tus células cerebrales. 

  • Música en 8 dimensiones o Audio 8D. Es un tipo de sonido que, escuchado con auriculares, produce la sensación de que la melodía proviene de un espacio tridimensional y se expande: como si estuvieras en una sala de conciertos y todos los músicos y vocalistas se movieran a tu alrededor. Ante ese efecto, las neuronas se conectan mejor para procesarlo. 
  • Pasatiempos como terapia. Sudokus, crucigramas, autodefinidos, rompecabezas o juegos de mesa son muy buenas actividades cognitivas. Las manualidades con plastilina o barro también suponen un entrenamiento, ya que permiten cruzar dos áreas cerebrales, la motora y la ocular.
  • Un cerebro “cultural”. Apúntate a actividades culturales de tu barrio, ve al cine, al teatro, visita exposiciones, acude a charlas y a conferencias, viaja, disfruta de la naturaleza… Estimularás el aprendizaje y enriquecerás la mente.
  • Lee, y hazlo mucho. El hábito de la lectura se ha demostrado que es un factor muy importante para frenar el deterioro cognitivo y reforzar el aprendizaje. Crea un hábito diario leyendo todo lo que caiga en tus manos, y si lo haces en voz alta mejor, así conseguirás abrir nuevas rutas neuronales.
  • Muévete. Hacer ejercicio físico al menos 30 minutos diarios 5 días a la semana baña las neuronas de oxígeno y aumenta las conexiones entre ellas. 

La alimentación que evita que se oxiden

Todos sabemos que un consumo excesivo de azúcares refinados y de grasas saturadas es perjudicial para el corazón, pero no todos caen en la cuenta de que lo que comemos puede fortalecernos o debilitarnos también a nivel neuronal.

La Dieta Mediterránea tiene todo lo que necesitan nuestras neuronas. Los alimentos mediterráneos guardan en su interior infinidad de beneficios que mejoran el riego sanguíneo cerebral, como ocurre con el cacao puro y la canela.

Las nueces contienen ácido alfalinolénico que, según la Escuela de Medicina de Harvard, protege las arterias y disminuye la presión arterial, lo que mejora la salud no solo cardiaca, sino también la cerebral. La colina de los huevos previene demencias relacionadas con el envejecimiento. Los cacahuetes nos aportan resveratrol, un compuesto que protege al cerebro frente a la inflamación. Las espinacas interesan por su ácido fólico y su vitamina E; y el té verde porque ayuda en el procesamiento de la información y estimula la concentración, además de combatir el envejecimiento gracias a su alta concentración en antioxidantes.

  • Cuanto más coloridos sean tus platos, mejor. Comer siempre lo mismo, por muy sano que sea, no conviene. Es la variedad de alimentos –y colores– lo que agradece el cerebro.
  • No sigas dietas de moda sin carbohidratos. Son la gasolina de nuestras neuronas y, si no se la administramos en la cantidad adecuada, el cerebro y sus células nerviosas se resienten. Cereales, legumbres, frutas, verduras y frutos secos son los mayores suministradores de esta energía en forma de glucosa.