El Servicio de Salud de Extremadura ha confirmado que se ha detectado un brote de tuberculosis en un colegio público de Badajoz. El primer caso se diagnosticó el 5 de noviembre y en una semana se han notificado al menos tres casos más. Hay una veintena más de compañeros de clase que se encuentran bajo vigilancia.
La tuberculosis es una enfermedad que durante siglos ha supuesto uno de los mayores problemas de salud, por su capacidad de contagio y su alto nivel de mortandad. Como en los países occidentales estaba muy controlada, creíamos erróneamente que casi había desaparecido.
Nada más lejos de la realidad. La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa que más muertes provoca en el mundo. La Organización Mundial de la Salud ya alertó hace un año de que tras la pandemia de covid se había vuelto a descontrolar.
En España nunca ha desaparecido
“Muchos creen que está erradicada y no es así. En España hay unos cinco mil casos al años”, explica el doctor Javier García Pérez, coordinador del área de tuberculosis de la Sociedad Española de Neumología.
Se ha reducido mucho la incidencia, aunque sigue siendo mayor que en otros países de nuestro entorno.
Además, los años de pandemia hicieron que todos los esfuerzos sanitarios se centraran en la covid y se desatendieran algunas medidas de seguimiento y control de otras enfermedades. La tuberculosis es una de ellas.
Precisamente, España tenía previsto poner en marcha en 2020 un plan de prevención y control de la enfermedad. La pandemia lo dejó en espera. Los expertos ya pronosticaron que en estos próximos años se esperaba que los casos de tuberculosis aumentarán un 5%.
¿Cómo surge un brote de tuberculosis?
La causa de la tuberculosis es una bacteria llamada bacilo de Koch. Se contagia al toser a través de las gotitas que se expulsan. Estas bacterias pueden afectar a varios órganos. Lo más común es que sea a los pulmones. Ocurre en dos de cada tres casos.
El mayor riesgo de brote es entre los niños, con unas defensas aún en desarrollo. Es el grupo de población con mayor número de casos en todos el mundo y también los que sufren mayor mortalidad.
Pero no hemos de crear alarmismos, pues estas cifras hacen referencia sobre todo a países en desarrollo. La pobreza y la falta de higiene hace que crezca el contagio, se les diagnostique tarde e incluso que no sean tratados.
En España nunca ha desaparecido del todo. La entrada de emigrantes ha hecho crecer su número, pero solo representan el30% de los casos. El resto son contagios entre población autóctona.
Cómo se detecta y trata la tuberculosis
“No hay que crear alarma, hoy la tuberculosis es una enfermedad prevenible y curable”, tranquiliza el doctor García Pérez. “Hay recursos sanitarios y sociales para controlarla”.
Tampoco el contagio es instantáneo. Se calcula que una persona ha de pasar de 6 a 8 horas con un enfermo y en un ambiente cerrado para que transmita suficiente carga bacteriana para contagiarle. Por eso el mayor riesgo está en los grupos de clase o entre hermanos.
El síntoma más significativo es una tos persistente, a veces con sangre, que se alarga durante dos semanas o incluso más. También puede ir acompañada de fiebre, dolor de pecho, debilidad general y falta de apetito.
El problema es que estos síntomas no siempre son evidentes en los niños y es fácil que la infección pase desapercibida en los primeros días. Es más fácil detectarla a partir de hacer pruebas a los contactos de un enfermo.
Además es fácil confundir los síntomas con una neumonía. Una radiografía puede confirmar que es tuberculosis si se detectan manchas y los ganglios del pulmón inflamados.
Para hacerle frente, el tratamiento estándar es una combinación de varios antibióticos. Es largo. Las pastillas se dan durante seis meses. Pero es efectivo. Prácticamente todos se curan.
¿No existe una vacuna?
Durante algún tiempo se estuvo administrando una vacuna contra la tuberculosis. Pero hace ya más de treinta años que se dejó de administrar porque no evitaba los casos.
“Se están estudiando nuevos vacunas. De momento sin resultados”, apunta el doctor García Pérez.
La principal herramienta preventiva que tenemos es la vigilancia y control de los brotes, como el de Badajoz. Si se detectan a tiempo se puede controlar a los posibles infectados, que han de aislarse y llevar mascarilla, y evitar así que se expanda más allá del grupo inicial.
Al ser un brote en un colegio ha creado más atención. Sin embargo, solo este año en Extremadura ya ha habido 67 casos de tuberculosis. Y han crecido, en 2023 solo fueron 51.