Un nuevo estudio confirma que el yogur puede reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer de colon

Tomar un par de yogures por semana puede marcar una diferencia significativa en el riesgo de cáncer colorrectal. Lo señala un estudio que ha analizado la evolución de miles de personas durante más de treinta años. “Proporciona evidencia única”, señala uno de los autores.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Mujer comiendo yogur

Los yogures han mostrado reducir el riesgo de un tipo de cáncer colorrectal.

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Hace años que se está investigando las propiedades de los yogures y otros lácteos fermentados probióticos, es decir que tienen bacterias vivas. Se ha relacionado sus beneficios con el hecho de que ayuden a mantener la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos beneficiosos de nuestro sistema digestivo.

De todas formas, y pese a los numerosos artículos aparecidos al respecto, es un tema que aún crea muchas dudas. No hay consenso científico sobre cuáles son los beneficios reales ni qué bacterias concretas, de las muchas que conviven con nosotros, los aportan.

Un nuevo análisis, realizado en Estados Unidos, por investigadores del Hospital de Brigham ayuda a disipar parte de estas dudas. "Nuestro estudio proporciona evidencia única sobre el beneficio potencial del yogur", dice el doctor epidemiólogo Shuji Ogino, uno de los autores.

Incidencia del yogur en el cáncer

Los investigadores se basaron en unos macroestudios que se pusieron en marcha durante las décadas de 1970 y 1980 y que han seguido a un grupo de casi cien mil enfermeras, por un lado, y 50.000 sanitarios hombres, por otro. Durante más de tres décadas, ambos colectivos han ido respondiendo a cuestionarios de salud y dieta.

“Hemos intentado vincular la presencia de una especie particular de bacterias y su conexión con la salud. Ha sido un trabajo detectivesco”, ha explicado el doctor Ogino.

Inicialmente los epidemiólogos no encontraron una relación clara entre el yogur y la incidencia general de cáncer colorrectal. Sin embargo, cuando dividieron los casos de cáncer en subtipos sí descubrieron resultados significativos.

Hay pacientes de este tipo de cáncer a los que se les detectó bifidobacterias en el tumor. En aproximadamente el 30% de casos de cáncer colorrectal, este tipo de bacterias se incorporan al tejido tumoral. Estos tumores además suelen ser especialmente agresivos.

Lo que han descubierto es que las personas que consumían dos o más yogures a la semana tenían un 20% menos de probabilidades de tener un tumor de este tipo.

Cómo benefician las bifidobacterias

Las bifidobacterias parecen crecer bien en el ambiente del tumor, que es bajo en oxígeno. Puede parecer contradictorio aportar más bifidobacterias a través de los yogures. Pero parece que no es así.

Los estudios previos que se han hecho ya sugieren que estas bacterias tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y ayuda a activar las defensas. “Nuestro hallazgo sugiere que tomar yogures puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal cuando la barrera intestinal está alterada”, explican los autores.

Los yogures han sido alabados por los nutricionistas y médicos por otros diversos motivos:

  • Ayudan al equilibrio intestinal en problemas digestivos, como diarrea o estreñimiento.
  • También se han relacionado con una mejora del metabolismo en casos de obesidad o diabetes tipo 2.
  • Durante los tratamientos con antibióticos se recomiendan para ayudar a recuperar la microbiota.
  • Otras investigaciones han señalado que el yogur ayuda a la salud bucodental: combate el mal aliento, la caries y los problemas de encías.

No todos los yogures son iguales

El yogur tiene mejor digestión que la leche, por lo que es una buena forma de obtener el calcio y otras vitaminas de la leche sin consumirla propiamente.

El estudio que nos ocupa se ha realizado solo con yogures, que es el lácteo fermentado más consumido con diferencia. Hay otros, como el kéfir o el skyr, que presumiblemente tienen el mismo efecto. Algunos nutricionistas incluso lo consideran más adecuado, porque suele estar menos tratado.

Para que el yogur aporte los efectos beneficiosos que hemos dicho debe contar con suficientes bifidobacterias. Hay yogures industriales, que por el tratamiento que se le ha dado, han perdido parte de sus bacterias.

También hemos de tener precaución ante otros lácteos líquidos fermentados que se comercializan cuando no hay datos fiables que confirmen sus posibles beneficios.

La recomendación es que si vas a consumir lácteos fermentados sean lo menos tratado posibles y sin ningún otro añadido (ni azúcar, ni colorante, ni sabores). Solo ha de contener leche (puede ser de vaca o cabra, no hay diferencia) y como mucho fermentos lácteos. Esa será la versión más saludable.