Esta fruta tropical ha conquistado el paladar de muchos, y no es de extrañar porque el color, la textura y, sobre todo, el sabor del mango, son capaces de "levantar" un gran número de platos.
- Si lo incorporas en tus menús como un ingrediente más te beneficiarás, también, de sus propiedades antioxidantes (que debe sobre todo a vitaminas como la A, la C y la E).
- El mango, además, es muy rico en fibra y agua y, en cambio, contiene muy poca grasa. O, lo que es lo mismo, te sacia y te hidrata sin apenas sumar calorías a tus platos. 100 g aportan solo 65 kcal.
Aunque se suele comer como postre, también puedes elaborar con él falsos canelones, lasañas o milhojas (cortándolo en láminas finas con una mandolina).
Otras opciones son rallarlo, hacer bastoncitos, asarlo, preparar con él gustosas mermeladas o incorporarlo en recetas como las que te mostramos a continuación.