La papaya es una fruta tropical que cobra protagonismo especialmente en verano, a pesar de que podemos disfrutarla durante todo el año. Se trata de un superalimento ideal para incluirlo en ensaladas, ya que aporta un toque fresco y colorido al plato. Además, sus increíbles beneficios nutricionales la convierten en un imprescindible para nuestra alimentación. Ya lo dice el dicho: "una papaya al día mantiene al doctor en la lejanía". Y es que sus propiedades saludables son infinitas.
Popular por su rica proporción de vitamina C, magnesio y potasio, esta fruta, además de contener pocas calorías, resulta de lo más saciante. Estas cualidades la hacen muy visible en una infinidad de dietas, sobre todo si tenemos en cuenta que esas características no son los únicos beneficios que aportan a nuestro organismo al incluirla en platos saludables. Estíbaliz García, dietista y nutricionista con más de 45.000 seguidores en Instagram, nos recuerda por qué deberíamos incluir este superalimento en nuestra dieta, especialmente si queremos favorecer a nuestra digestión.
TODOS LOS BENEFICIOS DE LA PAPAYA
"Esta fruta tropical es el secreto para reducir la inflamación y digerir mejor", argumenta la nutricionista. Y es que la pulpa de la papaya está llena de antioxidantes y fibra, propiedades que mejoran la digestión y la circulación sanguínea. Pero sus beneficios no se acumulan solo en la pulpa, sus semillas contienen ácidos, grasas saludables y enzimas que ayudan a reducir la inflamación.
¡Ojo! "Estas semillas son comestibles, pero deben consumirse con moderación, ya que se les ha atribuido cierta toxicidad por el bencil isotiocianato", advierte la experta. No se recomienda que las consuman embarazadas, niños y lactantes.
Los estudios recomiendan consumir una o dos cucharadas al día para poder obtener sus beneficios y evitar la toxicidad. Por eso, las enzimas digestivas como suplemento suelen contener papaína, que contribuye a reducir los gases que se producen durante la digestión y ayuda a descomponer proteínas de forma más rápida y ligera. Además, la papaya es ideal para quienes tienen gastritis o buscan un alimento con bajo índice glucémico, como por ejemplo, las personas con diabetes.
Asimismo, la papaya es la mezcla de proporciones perfectas de vitaminas y minerales que favorece a que sea una fruta óptima para combatir el envejecimiento prematuro, especialmente por su vitamina C que ayuda a mantener la piel sana. En verano, su rica proporción en vitamina A es la aliada perfecta para mantener el bronceado. Y es que el betacaroteno que se convierte en la propia vitamina A, contribuye a la síntesis de melanina, clave para proteger la piel de la radiación solar.
Cómo añadir la papaya a la dieta
Siguiendo los consejos de la OCU, es mejor tomarla al natural acompañada de unas pocas gotas de lima o limón para realzar su sabor suave. Pero lo cierto es que la mayoría de gente suele tomarla sola como cualquier otra fruta. Es justamente su sabor, sus propiedades refrescantes y sus bajas calorías lo que la han convertido en una opción de merienda ligera perfecta. Hay quien también utiliza esta fruta para complementar las cenas, consiguiendo saciar el apetito y manteniendo el cuerpo hidratado gracias a su rica proporción de agua.
A diferencia de lo que sucede con otras frutas, de la papaya no se recomienda la ingesta de la cáscara. Por eso, para tomarla, se aconseja partirla longitudinalmente. Si lo prefieres, puedes extraer toda la pulpa y licuarla y batirla acompañada de otras frutas beneficiosas que te ayudarán a preparar un zumo de lo más nutritivo, refrescante y lleno de sabor. Se aconseja mantenerla a temperatura ambiente para que madure. Eso sí, una vez que haya alcanzado este estado es recomendable mantenerla en la nevera.