Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Navarra y en Harvard: "Consumir pan blanco es equivalente a comer azúcar"

De espelta, de centeno, de maíz, quinoa, integral... El catálogo de panes cada vez es más extenso. Sin embargo, el que más se consume, el pan blanco, no es el más recomendable. Estas son las razones para limitar su consumo.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

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A pesar de la tendencia a la baja del consumo de pan en nuestro país, lo cierto es que este alimento sigue siendo un básico para la mayoría de los hogares. Así, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en el año 2000, el consumo promedio de pan por persona y año era de aproximadamente 50 kilos, mientras que en 2022 se redujo a 27,94 kilos. 

Entre los numerosos tipos de pan que actualmente podemos encontrar en cualquier panadería o supermercado, el pan blanco es uno de los más consumidos. El problema es que, desde el punto de vista nutricional, no es la mejor opción.

El hábito de consumir regularmente pan blanco se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad y diabetes, según evidencian investigaciones como las publicadas en el British Journal of Nutrition y BioMed Public Health. Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y Harvard, advierte que "consumir pan blanco es equivalente a ingerir azúcar. Al permanecer en la boca, adquiere un sabor dulce. Está mayormente compuesto por almidón, un polisacárido sometido a un proceso de fermentación que el cuerpo transforma rápidamente en azúcar".

QUÉ "no" CONTIENE EL PAN BLANCO

El pan blanco está compuesto principalmente de harina de trigo refinada, agua, levadura y sal. Pero muchos panes industriales, desde el pan de molde hasta las baguets que se venden en supermercados, contienen  también azúcares y grasas para mejorar la textura y el sabor y alargar la vida del pan.

La harina de trigo refinada utilizada en el pan blanco es el resultado de procesos que eliminan la mayor parte del salvado y el germen de trigo, dejando principalmente el endospermo. Esto significa que el pan blanco carece de muchas de muchos nutrientes que sí se encuentran en el pan elaborado con harinas no refinadas.

razones para no comer pan blanco

El hábito de comer pan blanco está muy arraigado en los hogares españoles. Sin embargo, existen razones de salud que indican que no es un alimento recomendable. Entre todas ellas, los expertos destacan las siguientes:

  • Falta de nutrientes. Debido al proceso de refinamiento por que ha pasado, el pan blanco ha perdido gran parte de sus valores nutricionales de partida. Este proceso elimina gran parte del salvado y el germen de trigo. El salvado y el germen son las partes más nutritivas del grano ya que contienen fibra, vitaminas (como las del complejo B), minerales (como hierro y magnesio), antioxidantes y fitoquímicos beneficiosos para la salud. En el proceso de refinamiento se pierden estos componentes valiosos, dejando principalmente el almidón. Como resultado, el pan blanco es nutricionalmente mucho más pobre que el pan integral.
PAN BLANCO

El pan blanco se elabora con harinas refinadas.

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  • Riesgo de obesidad. Los alimentos con alto contenido en carbohidratos refinados, como el pan blanco, aportan muchas calorías pero al no aportar fibra no son saciantes. Si se consumen en  cantidades importantes y además, no haces ejercicio, contribuyen al exceso de calorías en la dieta y, en última instancia, al aumento de peso y la obesidad.
  • Índice glucémico alto. El pan blanco tiene un alto índice glucémico, lo que significa que sus carbohidratos se descomponen y se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, lo que provoca un aumento rápido de los niveles de azúcar en sangre. Esto puede llevar a picos de glucosa y caídas de energía, lo que a su vez puede aumentar el apetito y llevar a comer en exceso. Además, un alto índice glucémico se ha asociado con un mayor riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Por eso los expertos alertan que comer pan blanco es parecido a tomar azúcar.
  • Menos saciedad. El pan blanco contiene mucha menos fibra en comparación con el pan integral. Esto es importante, ya que este nutriente es clave para tener sensación de saciedad. Cuando consumes alimentos bajos en fibra, es más probable que vuelvas a tener hambre al poco tiempo de comer.

PAN INTEGRAL, cuida la salud digestiva

pan integral

El pan elaborado con harina integral ayuda a regular el azúcar en sangre.

A la hora de elegir qué pan comer, sin duda, el pan integral es la mejor opción, ya que los hidratos de carbono simples del pan blanco, como los de la pasta muy hervida o la bollería, aumentan el riesgo de diabetes y de obesidad.

El pan elaborado con harina de trigo integral conserva el salvado y el germen de trigo, por eso es un pan rico en fibra, lo que contribuye a la saciedad, mejora la digestión y combate el estreñimiento. De hecho, el contenido en fibra del pan integral hace que tenga un índice glucémico más bajo, contribuyendo así a mantener los niveles de azúcar en sangre más estables. También contiene más vitaminas y minerales que el pan blanco.