Desayunar no es imprescindible, pero sí muy recomendable, avalado por todos los organismos oficiales de salud. Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Fundación Española de Nutrición recuerdan que esta primera comida del día nos aporta una importante fuente de nutrientes y energía que nos ayudarán a encarar con fuerza el día.
Para ello, hemos de elegir alimentos de alta calidad nutricional y equilibrados. Significa que los alimentos que elijamos han de combinar tres cosas: proteínas (sacian y ayudan a la musculatura), grasas saludables (nos dan energía rápida) e hidratos de carbono (para un suministro de energía prolongado).
Dos de los alimentos más populares que forman parte de ese desayuno completo son los huevos y la avena. ¿Con cuál te quedarías? La dietista estadounidense Johna Burdeos y la nutricionista Suzanne Fisher han publicado un artículo aclarándolo.
¿Es mejor desayunar huevos o avena?
Estas especialistas señalan que la disyuntiva entre la avena y el huevo no es necesaria, porque un desayuno puede combinar perfectamente ambos alimentos. La avena y el huevo proporcionan nutrientes distintos. Si queremos optar por uno u otro, la elección dependerá más de nuestros gustos personales y, sobre todo, de qué tipo de nutrientes nos interesen más en este momento.
- “Los huevos son ricos en proteínas, vitaminas y minerales de alta calidad, lo que proporciona energía constante”, explican las autoras. Al aportar sobre todo proteínas, nos es especialmente útil si queremos cuidar y desarrollar la musculatura.
- “La avena también está llena de vitaminas y minerales, y está cargada de fibra, lo que promueve la salud intestinal y cardiaca, al ayudar a reducir el colesterol”, dicen.
¿Proporcionan la misma energía? No, en términos de calorías, la avena da más energía. Aporta unas 400 kcal por 100 g frente a las 143 kcal de un huevo medio. Sin embargo, el huevo aporta proteínas y grasas esenciales que ayudan a mantener el metabolismo.
Por eso, ambos combinan bien en un desayuno y optimizan la energía necesaria total. Además, ambos tienen un alto contenido en riboflavina, un componente que ayuda a convertir los alimentos en energía.
Cinco motivos para saber cuál te conviene
Si incluir ambos en tu desayuno te parece un exceso, Burdeos y Fisher apuntan cinco aspectos que te ayudarán a decantarte por una opción:
Huevos y avena son dos buenas opciones de desayuno con aportes de energía distintos.
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- Si haces dieta: los dos alimentos son saciantes y nos ayudarán a sentirnos bien y mantener una dieta equilibrada. Las personas que están siguiendo una dieta baja en carbohidratos, han de recordar que la avena aporta una buena cantidad, por lo que no es adecuada.
- Si tienes diabetes: la avena no provoca picos de glucosa, ya que se va metabolizando muy progresivamente. Los huevos son de acción más rápida. Por eso es mejor optar por la avena.
- Si estás embarazada: no hay distinción. La avena proporciona ácido fólico, esencial para el desarrollo del bebé. Y los huevos contienen colina, que también ayuda al desarrollo neuronal. Ambos alimentos son recomendables.
- Si tienes alergia al gluten: la avena no tiene gluten. Lo que pasa es que se procesa en fábricas que manejan granos con gluten y puede haber trazas. Has de comprobar que en la etiqueta especifique que no hay riesgo. El huevo no tiene ningún riesgo.
- Si haces deporte: si necesitas energía rápida y sostenida, mejor tomar avena. Los huevos son ideales a posteriori, para recuperarte y ayudar a la construcción muscular. Si entrenas por la mañana, desayuna avena y come huevos al mediodía.
¿Qué inconvenientes tienen?
Sobre la conveniencia de comer cada día huevos ha habido bastante polémica científica y no se ha acabado. Durante años se les criticó por ser una fuente de colesterol y provocar riesgo cardiovascular. Luego, se suavizó y otros estudios aseguraron que con moderación los huevos no afectan.
“Los huevos son saludables y pueden formar parte de una dieta adecuada”, insisten las nutricionistas. El límite lo ponen en tomar como máximo tres huevos cada dos días.
La avena es rica en fibra y en grandes cantidades puede causar molestias digestivas, como gases e hinchazón. Si tomas una ración de 100 o 150 g no es un problema. Lo que has de vigilar es la presentación. La avena suele comprarse en productos industriales, como barritas de cereales, galletas y cereales de desayuno.
Recuerda que esas presentaciones suelen incluir grasas poco saludables, conservantes y azúcar en exceso. Que no te engañe una presentación en las que destacan los beneficios de la avena. Compra en el supermercado paquetes de avena sola o elige tiendas que la vendan a granel.