La dieta BRAT es un tipo de dieta restrictiva que se solía recomendar a personas, especialmente niños, con problemas gastrointestinales como vómitos, diarrea o gastroenteritis. Se limita a solo 4 alimentos. De hecho, las siglas BRAT corresponden a banana, rice, applesauce, toast (es decir, plátano, arroz blanco, puré o compota de manzana y tostadas).
Analizamos, de la mano de la nutricionista Elisa Escorihuela, en qué consiste la dieta BRAT, cuándo está recomendada, cuándo no y qué debemos tener en cuenta al hacerla.
¿En qué casos hacer la dieta BRAT?
La dieta BRAT es un tipo de dieta blanda para la recuperación tras un trastorno gástrico, como una gastroenteritis vírica, que cursa con diarrea, náuseas o vómitos. Se basa en la idea de que para aliviar los problemas estomacales necesitamos un "descanso intestinal".
“Es muy baja en fibra para endurecer las heces cuando hay diarrea, y también baja en grasas”, explica Escorihuela. Además, los alimentos que incluye tienen una textura suave y son fáciles de digerir.
La dieta BRAT tiene la ventaja de que es muy fácil recordar los alimentos permitidos, pero además de resultar muy aburrida, hay que tener en cuenta que es mucho más restrictiva que la dieta blanda habitual puesto que se limita a solo cuatro alimentos.
Aunque la dieta BRAT fue muy popular durante décadas, especialmente en los países anglosajones, actualmente se considera que el bajo aporte y variedad de nutrientes, así como de calorías, que implica puede resultar en carencias y se suele optar por dietas blandas más completas.
¿Cómo hacer la dieta BRAT?
Puede ser un punto de partida para los primeros días en los que hay náuseas, vómitos o diarrea, pero hay que ir añadiendo más alimentos a medida que la persona los va aceptando.
“Una dieta blanda normal incorpora alimentos con cocciones que permitan una textura muy blanda y sin tostados que puedan dañar las paredes del estómago”, indica la especialista.
Así, tras unos días iniciales en los que el número de alimentos puede ser más limitado tal como propone la dieta BRAT, se pueden ir sumando otros para aumentar el consumo de vitaminas, minerales y otros nutrientes.
- Se pueden incorporar espinacas, zanahoria, calabacín (todo hervido), clara de huevo o merluza al vapor para que el estómago se vaya habituando.
- Si hay náuseas, se recomienda tomar pequeñas cantidades de los alimentos e ir incrementando la cantidad a medida que el estómago los vaya aceptando.
¿Cuántos días puede durar la dieta BRAT?
“Las dietas tienen que tener una fecha de caducidad y en este tipo de dietas la caducidad debe ser muy corta porque incorporan muy pocos alimentos”, explica Escorihuela.
“Lo habitual es que se recomiende de dos a cuatro días, para restaurar los daños que haya podido haber”, señala.
- Según el estómago los vaya aceptando, hay que incorporar una mayor variedad de alimentos hasta que podamos volver a tener una alimentación equilibrada y adaptada a nuestra edad y actividad física.
Beber agua e hidratarse bien
La principal complicación de un virus estomacal es la deshidratación, es decir, que haya una pérdida grave de agua, sales y minerales esenciales.
Por lo tanto, es fundamental mantener una buena hidratación y esto implica beber agua y bebidas que ayuden a reponer las sales y minerales perdidos cada poco tiempo, así como caldos, que ayudan a aumentar el aporte de nutrientes.
- Hazlo mediante sorbos pequeños y frecuentes para evitar las náuseas o vómitos.
“Antes de empezar una dieta de este tipo, lo primero es preguntar al médico, porque puede haber una deshidratación severa que puede ser un problema importante”, recomienda Escorihuela.
¿Cuándo es mejor no seguir la dieta BRAT?
“La dieta BRAT no es para todo tipo de situación ni hay que seguirla durante mucho tiempo”, advierte la nutricionista. Además, no es una dieta que se pueda usar para adelgazar, ya que es muy desequilibrada en este sentido.
Hay que tener en cuenta que con la dieta BRAT no se soluciona cualquier problema estomacal, ya que no se dirige a la causa del problema. Es decir, no es una dieta útil en caso de que la diarrea sea derivada de una inflamación intestinal crónica como la enfermedad de Crohn, por ejemplo.
“En esos casos lo mejor es acudir a un médico que paute lo que se debe comer porque puedes estar restringiendo demasiado la alimentación sin ninguna necesidad y puede llevarte a una desnutrición”, explica Escorihuela.
“No vale para todo el mundo, siempre hay que acabar de personalizar las dietas y conocer bien el problema de base”, concluye la especialista.