La forma más fácil de cuidar nuestro corazón y reducir la ingesta de sal es acostumbrar al paladar al sabor natural de los alimentos. Pero eso no siempre es fácil.
Para que entiendas por qué aumenta la presión sanguínea, déjame que te hable del sodio y el potasio. El sodio es importante para la vida. Junto con el potasio, regula el equilibrio de los líquidos de nuestro organismo, la contracción muscular o la transmisión del impulso nervioso, entre otras funciones.
El potasio y el sodio están en constante comunicación en su "despacho", que se encuentra en la membrana o pared de las células: la bomba sodio-potasio. Donde hay sodio, hay agua. Por eso, cuando necesitamos hidratarnos e introducir agua dentro de las células, el despacho o bomba sodio-potasio se pone manos a la obra haciendo que entre sodio en el interior de las células y que salga potasio hacia fuera ¡y viceversa!
Cuando hay un exceso en la ingesta de sodio, nuestras células se cargan de agua y hay un aumento de la presión sanguínea, aumentando el riesgo de sufrir hipertensión.
Las claves de una buena vinagreta
Ni cazos, ni fuegos, ni sartenes, solo necesitas un tarro. Es una receta rápida a más no poder y que llena los platos saludables de vida.
Es un aliño que no solo nos permite reducir el uso de sal en la dieta; también carga de estímulos nuestro paladar y convierte el consumo de verduras en algo delicioso. Las que tienen frutas entre sus ingredientes son una gran opción.
Estos son los 5 must para lograr una vinagreta de frutas perfecta:
- Elige una buena grasa, cargada de sabor. Sabemos que las vinagretas tienen como base el aceite, así que el aceite de oliva virgen extra es un clásico que siempre funciona... y además está cargado de polifenoles antioxidantes. Por cierto, si quieres darle un toque exótico, puedes añadir un poco de aceite de sésamo a tu vinagreta. Te encantará.
- Usa un ingrediente ácido: vinagre de manzana, de vino o de Módena. Nos ayuda a conseguir el equilibrio perfecto al compensar el dulzor de la fruta. ¡El sabor agridulce nos chifla!
- Incorpora frutas dulces y cargadas de agua: mi top 3 de frutas para incorporar en las vinagretas son la naranja, las frambuesas y el mango. Son dulces y muy fáciles de añadir. Por ejemplo, machaca las frambuesas en el mismo tarro, exprime el zumo de la naranja o haz un puré con el mango ¡y mézclalos con el resto de ingredientes de la vinagreta!
- El toque salado. Puedes prescindir de la sal, pero también añadir unas gotas de salsa de soja o salsa Perrins para que sea más original si cabe.
- Ingredientes extras. Si utilizas una fruta muy dulce como el mango, el toque agrio de la mostaza es un auténtico vicio. Y si tiras por el sabor de la naranja, añadir semillas de sésamo a tu vinagreta será el toque estrella. Al toque aterciopelado de las frambuesas le va de lujo la albahaca, por ejemplo.
Aquí tienes la receta de una de mis vinagretas favoritas. Deseo que la disfrutes.
Vinagreta de frambuesas
Ingredientes:
- 100 g de frambuesas
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
- ½ cucharada de vinagre de manzana
- 3 hojas de albahaca
Elaboración:
Es tan fácil como aplastar las frambuesas con un tenedor y mezclarlas muy bien con el aceite de oliva y el vinagre. Si quieres darle un aroma delicioso, aromático y prescindir de la sal, incorpora la albahaca fresca troceada al momento, mezcla y aliña la ensalada.