El calcio es clave para la salud de nuestros huesos y dientes, pero también es fundamental para cumplir una gran cantidad de funciones biológicas el organismo. Este mineral es clave para las células, el corazón, facilitar el impulso nervioso o sintentizar hormonas.
Un adulto necesita aproximadamente 1000 mg de calcio al día, pero no basta concontrolar el consumo de alimentos que contienen calcio. Es clave incluir aquellos que facilitan su absorción, tener en cuenta las combinaciones de ciertos alimentos y evitar otros que dificultan o impiden su asimilación.
Los siguientes alimentos no solo aportan calcio, también son fuente de otras sustancias como las vitaminas D, K, A o C o el silicio que facilitan la absorción del calcio por el organismo.
alimentos que impiden la absorción de calcio
De todo el calcio tomamos a través de la dieta, el organismo solo absorbe entre el 30% y el 40%, el resto se elimina a través de las heces y la orina.
Estas son algunas de las sustancias que provocan su eliminación excesiva a través de la orina:
- Exceso de carnes y legumbres. Un consumo elevado de proteínas favorece la eliminación del calcio a través de la orina. La OMS estima que un adulto necesita 0,8-1 g de proteínas por kilo de peso corporal al día.
- Productos procesados y los refrescos gaseosos. El calcio y el fósforo son complementarios para el mantenimiento de los huesos, pero deben estar en equilibrio. El exceso de fósforo se asocia a una menor asimilación del calcio. Para que esto no ocurra, no abuses de los productos procesados y los refrescos gaseosos.
- Demasiada fibra. Este compuesto también obstaculiza la absorción del calcio. Los fitatos, que se encuentran en el salvado de los cereales integrales, forman sales insolubles con el calcio y limitan, aunque no impiden, su absorción. Lo mismo ocurre con los oxalatos de las espinacas o las acelgas.
- Consumo elevado de sal. Tomar demasiada sal incrementa la pérdida de calcio a través de la orina, lo que acaba debilitando los huesos. Para evitarlo, reduce la cantidad de sal que tomas habitualmente y acostúmbrate a aderezar los platos con plantas aromáticas. Y no olvides controlar la sal oculta que hay en muchos alimentos, sobre todo los procesados.