La alimentación varia y rica en nutrientes frescos es fundamental para una buena dieta. No necesariamente ha de ser todo platos que tomemos durante las tres comidas principales. También podemos encontrar excelentes complementos nutricionales como picapica, un tentempié justo antes de comer o un ingrediente añadido a ensaladas o yogures.
Es lo que nos propone el doctor Mauricio González. Este experto en nutrición, conocido popularmente como doctor Mau, ha explicado recientemente que uno de sus snacks favoritos para cualquier momento son las semillas de calabaza.
No es tanto su sabor, como su gran poder nutritivo lo que le ha hecho decantarse por ellas. Nos lo explica, recordando que son un aperitivo más. No un alimento indispensable que debamos incluir sí o sí en nuestra dieta. Es muy calórico. “Sencillamente es un alimento rico, barato y nutritivo”, zanja el doctor Mau.
Los beneficios de las semillas de calabaza
El doctor González apunta que los principales beneficios de estas semillas están en tres elementos. Una porción de tres cucharadas suponen unas 160 calorías y proporciona:
- Hasta 8 gramos de proteína. Las proteínas son esenciales para la reparación de tejidos y la fabricación de nuevo. Especialmente en las personas que hacen deporte. Así nos evita tomar suplementos de proteínas.
- Tiene el 40% de los requerimientos diarios de magnesio. El magnesio es importante para la función muscular, nerviosa y para la salud ósea.
- El 20% de los requerimientos diarios de zinc. Este mineral es crucial para nuestras defensas y también la salud de la piel.
Para poder decir que un alimento es nutritivo, las autoridades sanitarias establecen que debe proporcionar al menos un 20% de las necesidades diarias de ese nutriente. “Así que las pepitas de calabaza son fuentes altas de estos nutrientes”, añade el doctor.
Para quién se recomiendan
“Son muy recomendables, sobre todo para atletas, niños y mujeres embarazadas”, enumera el doctor. En general, a todos nos pueden ir bien.
Sin embargo, hay un colectivo que las puede tener muy en cuenta: los mayores de 50 años. Hay cinco buenas razones para que las añadan a la dieta.
- Protege el corazón. Son ricas también en omega-3, un ingrediente que nos ayuda a reducir el colesterol malo, el LDL, y ayudando a un menor riesgo de ictus e infartos.
- Protege los huesos. El magnesio, el zinc y también sus aportes de fósforo ayudarán a mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
- Desinflama. El omega-3 es, junto a otros ingredientes antioxidantes de estas semillas, tienen un efecto antiinflamatorio. La inflamación es una reacción de las células ante el daño celular. Este poder antiinflamatorio es especialmente beneficioso para las personas con artritis, la inflamación de las articulaciones.
- Mejora el sueño. Las pepitas tienen triptófano que es un nutriente que se convierte en serotonina y melatonina, dos de los neurotransmisores que nos permiten relajarnos y mejorar la calidad del sueño.
- Protege la próstata. En los hombres, puede ayudar a mejorar la salud prostática gracias a sus contenidos en fitoesteroles. Estos compuestos también ayudan a reducir la inflamación y a reducir el tamaño de la próstata, que como sabes va aumentando progresivamente a partir de los 40 o 50 años.
Cuándo y cómo tomar las semillas
“No es un alimento mágico que vaya a regular tu microbiota intestinal ni vaya a curarte de enfermedades”, recalca el doctor González. Sus ingredientes son positivos y pueden realizar un buen aporte de nutrientes en combinación con otros alimentos igualmente sanos e importantes.
Por darte algunas ideas, puedes tomarlas por la tarde como merienda recordando que ayudarán al descanso en las horas posteriores. También después de hacer ejercicio, pues el cuerpo encontrará sus proteínas excelentes para reponer los daños en los tejidos y crear más músculo.
En cuanto a la dosis y las maneras de tomarlas, el doctor Mau apuesta por tres cucharadas de semillas, unos 30 gramos. No conviene más, que son calóricas: cien gramos suponen 560 calorías.
Pueden acompañar tus ensaladas para darles un toque crujiente. Las pepitas de calabaza también pueden decorar por encima una crema de calabaza. En platos de arroz o quinoa se pueden añadir para un extra de sabor. O poner en un lácteo como los yogures. Si las tomas solas, las encontrarás igualmente nutritivas crudas que tostadas.