Los accidentes cardiovasculares, como los infartos e ictus, son uno de los principales motivos de riesgo y muerte en la población. Calibrar qué posibilidades hay de padecerlo no es fácil. Más allá de algunos factores genéticos bien identificados, en la probabilidad de que tengamos un infarto en los próximos años intervienen la edad, el peso, nuestros hábitos.
Son factores que ayudarán a los médicos a determinar el estado de nuestras arterias y nuestro corazón. Durante muchos años los niveles de colesterol y otras grasas en la sangre se han considerado también una pista importante para calibrar ese riesgo.
Sin embargo, pese a que se han hecho grandes esfuerzos para controlar los niveles de colesterol, el número accidentes cardiovasculares sigue siendo muy alto. Ahora, un grupo de investigadores de la Fundación Británica del Corazón ha presentado un estudio con un nuevo biomarcador que puede ser muy útil.
Un test de apenas seis euros
El test consiste en analizar en la sangre los niveles de troponina, una proteína que se encuentra en las células del corazón y que pasa a la sangre cuando el músculo cardiaco está dañado de modo casi imperceptible.
“Estudiar esos niveles permitirá detectar daños ‘silenciosos’ y que aumentan el riesgo de ictus o infartos en los años siguientes”, ha explicado el doctor Anoop Shah, de la facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, primer autor del estudio.
Una de las ventajas de este test es su coste. Es muy barato. No llega a las cinco libras (menos de seis euros). Además, se puede añadir sin problemas como control más al hacer un análisis para ver otros factores, como el colesterol y los triglicéridos.
“La prueba proporciona una capa adicional de información que podemos usar para aumentar nuestra precisión al predecir el riesgo de las personas”, ha añadido el médico.
Qué capacidad de detección tiene
El análisis de la troponina no es nuevo. Se utiliza en hospitales desde hace tiempo para confirmar que se trata de un infarto cuando el paciente llega al hospital. Lo que ha hecho el estudio es determinar que también permite avisar con antelación de que puede haber un infarto.
Para ello, los investigadores siguieron a más de 62.000 personas de Europa y Estados Unidos durante diez años. Tras ver sus niveles de esta proteína iniciales, comprobaron si habían sufrido un ataque cardiaco o un ictus o un derrame cerebral en la siguiente década.
Así pudieron confirmar que los niveles altos de troponina eran un factor de riesgo, como el tabaquismo, la presión arterial o la diabetes. Señalan que con este test se evitaría un accidente cardiovascular por cada 500 personas.
El estudio encontró que con el test hasta un 8% de personas que estaban clasificadas como riesgo intermedio por otros factores, pasaban a ser de riesgo alto. Ofrecerles tratamientos preventivos podría salvarles la vida.
Cómo se calcula el riesgo cardiovascular
En la actualidad hay un algoritmo que utilizan los médicos para deducir el riesgo de cada persona a partir de todos estos factores que hemos ido mencionando: colesterol, tabaco, peso, antecedentes familiares, etc.
Cuando la persona tiene un nivel alto de riesgo, los médicos suelen recomendar medicación preventiva, como las estatinas. El nuevo estudio pudo comprobar que, al añadir los niveles de esta proteína a los factores de riesgo, las predicciones del algoritmo eran hasta cuatro veces más precisas.
De hecho, algunos cardiólogos están poniendo en duda que el colesterol sea tan determinante al analizar los riesgos. Hay una nueva tendencia a poner la atención en la inflamación crónica como el verdadero motivo de que se formen las placas que bloquean las arterias y provocan el accidente cardiovascular.
A la vista del número de ictus e infartos que sigue habiendo entre personas relativamente jóvenes, parece claro que los métodos de detección de riesgo siguen siendo ampliamente mejorables. “Agregar este análisis de sangre a los modelos actuales de predicción puede ser una gran ayuda a los médicos”, concluyen los investigadores.