Robert Waldinger, psiquiatra en Harvard, lo confirma: "Debes cuidar tu cuerpo como si lo fueras a necesitar durante 100 años”

El psiquiatra Robert Waldinger, uno de los mayores expertos mundiales en bienestar, nos resume algunas de las claves científicas que explican cómo construir una vida feliz ahora y de cara al futuro.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

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Cuidarse nos dará felicidad hoy y bienestar en el futuro.

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El doctor Robert Waldinger es el actual director del Estudio de Desarrollo Adulto, la investigación que emprendió la Universidad de Harvard en 1938 para ayudarnos a entender cómo podemos vivir más y mejor. Empezó estudiando adolescentes y universitarios, y ahora sigue con la investigación de sus hijos ya mayores y sus nietos.

Estas investigaciones han permitido cambiar las ideas científicas que se tenían sobre cómo lograr la felicidad. Su primer gran descubrimiento es hoy ya una evidencia plenamente aceptada: “Las personas más felices, longevas y saludables son las que tienen las conexiones sociales más activas”, resumía el doctor Waldinger.

Esas conexiones no son genéricas. Son muy concretas: es la pareja, los amigos y también los colegas de trabajo, con los que compartes buena parte de tu tiempo, e incluso las relaciones casuales, desde una charla esporádica en la cola del supermercado hasta el vecino con el que te cruzas a diario.

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Si te cuidas serás feliz hoy y en el futuro

Uno de los aspectos que más destaca el psiquiatra es que es un error aplazar tus relaciones. “Vemos a menudo que cuando somos jóvenes recibimos el mensaje de que trabajes duro ahora y ya pensarás luego en las relaciones. Nuestros datos dicen que no lo hagas”, enfatizaba Waldinger, en un podcast estadounidense.

No puedes posponer el amor. No importa si tu ambición profesional te ocupa mucho tiempo. Ni de joven ni de mayor. La madurez implica aprender a no desatender el amor a los que te rodean.

Hemos de centrarnos en el aquí y ahora, aunque pensando también en el futuro. “Necesitas cuidar de tu cuerpo como si lo fueras a necesitar durante cien años. Si lo haces, es mucho más probable que seas feliz ya ahora”, explica.

Cuidarte significa hacer ejercicio, comer bien, dormir lo suficiente y hacerse revisiones médicas regulares. Todo eso no son sacrificios para el futuro. Son elementos que te ayudan a sentirte mejor contigo mismo.

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Qué tipo de amor hace feliz

Al hablar de amor y felicidad, surgen dudas. ¿De qué amor hablamos? Hay parejas que duran toda la vida, otros descubren su pareja ya muy adultos. Hay quienes no creen en la monogamia.

Waldinger admite que no hay una sola respuesta correcta. El amor que da felicidad no se basa en una licencia de matrimonio ni en una convivencia. Cada uno puede encontrar caminos diferentes de felicidad en el amor.

La clave creemos que está en el apego a esa otra persona -explica-. La sensación de que otra persona está para cuando lo necesites. Pensamos en que las relaciones positivas son redes de seguridad, reguladores del estrés”.

El estrés es el gran enemigo de la felicidad. Las hormonas del estrés desbocadas nos van desgastando: “las articulaciones, el sistema cardiovascular, el páncreas…”, enumera.

Por eso felicidad, estrés y longevidad están interrelacionados. Por eso es tan importante esas relaciones que te ayudan a relajarte, ya sea porque la otra persona te escucha o te aconseja.

La felicidad a partir de los 40

Otro de los temas que en el estudio de Harvard ha resultado más significativo es la famosa crisis de los 40. Una crisis que muchos especialistas ponen en duda, ya que no hay evidencias claras que exista, al menos no como un problema patológico.

Sí es cierto, según relata Waldinger, que abre una etapa de reflexión: “Sabemos por la ciencia que está comenzando un periodo en el que la conciencia de mortalidad se vuelve más vívida, gradualmente. Llegamos a los 40 años y la muerte ya no es una abstracción”.

El mejor consejo que puede darse a toda esa gente es que están a tiempo de frenar la adicción al trabajo, tan propia de esta época de ambición. Cuando se preguntó a los voluntarios del estudio, ya ancianos, de que se arrepentían, muchos decían “Ojalá me hubiera dedicado a pasar más tiempo con las personas que me importan”.

¿Y las mujeres? Desgraciadamente estos datos no se pueden extrapolar exactamente porque al principio del estudio todos los voluntarios eran hombres. Más tarde, hace 40 años, sí que se empezó a incorporar a las mujeres.

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No te preocupes tanto por el qué dirán

Referido a las lamentaciones que específicamente las mujeres ya mayores relataban, el psiquiatra nos hace otra interesante observación: “Muchas de ellas dijeron ‘ojalá no me hubieran preocupado tanto por lo que otros pensaran de mí y hubiera hecho más lo que realmente me llenaba’”.

A veces nos puede la presión social, lo que se espera de nosotros y eso nos lleva por caminos que no son los de la verdadera felicidad. Cuántos no habrán entrado en un trabajo solo porque era la tradición familiar, cuando no había verdadera vocación.

Es cierto que el estudio refleja rasgos del siglo XX, esas mujeres adultas  vivieron una época con mayor presión social y menos libertades que las que han tenido generaciones posteriores (sin ir más lejos los revolucionarios años sesenta o, en España, la locura de los años ochenta).

Nadie más va a vivir tu vida -dice el psiquiatra como resumen-. Creo que es esencial escucharse a uno mismo. Es tu vida. No puedes dejar que lo que digan otros te impulse”.

Y lo rubrica con una cita del profesor Joseph Campbell, un famoso antropólogo estadounidense: “Si el camino ante ti está despejado, probablemente estés recorriendo el de otra persona”.