Los científicos explican por qué no debemos irnos a dormir nunca después de la una

Trasnochar no es bueno para ningún tipo de persona, ya que puede tener consecuencias negativas en nuestra salud. Un estudio ha puesto en evidencia que incluso los noctámbulos deben tener como límite la una de la madrugada o pueden acabar pagándolo caro.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

mujer con sueño

Trasnochar tiene consecuencias negativas para la salud.

ISTOCK

Todas las personas tenemos nuestro propio reloj biológico, el ritmo con el que regulamos todas nuestras funciones. Ese reloj interno se ha ido ajustando a lo largo de miles de años con la rotación de la tierra, lo que se conoce como ritmos circadianos. Por eso una inmensa mayoría tiene sueño por la noche y están activos por el día.

Esto tiene sus matices. Los investigadores de estos relojes internos han diferenciado distintos cronotipos: unos matutinos, otros noctámbulos, según se sentían más activos a primera hora de la mañana o por la noche, y un amplio grupo, los vespertinos, que están entre medio.

Un macroestudio de todos ellos ha revelado ahora qué pasa si cambias tus horarios y cuáles tienen más riesgo para la salud.

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Los efectos de irse a dormir tarde

El estudio lo han realizado investigadores de la Universidad de Stanford, en California, y ha implicado el análisis de hábitos de sueño de cerca de 75.000 adultos. Una de las conclusiones a las que llegaron es que, independientemente de la hora a la que te gusta irte a dormir, si te acuestas temprano sales ganando.

No quiere decir que haya que obligar a todos a irse a dormir temprano. Hay un montón de datos que indican que vivir de acuerdo con tu cronotipo es muy importante. Sin embargo, “descubrimos que no es crucial si el cambio supone irse a dormir antes”, ha explicado el doctor Jamie Zeitzer, psiquiatra y director del estudio. A los vespertinos no les afecta madrugar.

No ocurre lo mismo cuando se obliga a cambiar el horario a los matutinos o vespertinos y acostarse más tarde de su horario cronotípico. Entre las personas que por circunstancias de su vida pasaron a dormir más tarde hubo tasas más altas de trastornos mentales, como depresión y ansiedad.

Quedarse despierto hasta tarde conlleva riesgos psicológicos”, concluía el doctor Zeitzer. A medida que más se alteraba su horario cronotípico, más riesgo había de sufrir consecuencias.

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La hora límite es la una de la madrugada

¿Y qué pasa con los trasnochadores? En principio, aquellos que por cronotipo prefieren vivir de noche y dormir de día no se tendrían que ver afectados. La investigación demostró resultados no esperados.

“Los noctámbulos tenían entre un 20% y un 40% más de probabilidades de ser diagnosticados con un trastorno mental en comparación con los noctámbulos que tenían un horario de sueño temprano o intermedio”, explicaba el psiquiatra.

Los investigadores incluso pusieron un límite: la una de la madrugada era la hora máxima en la que vespertinos y noctámbulos podían estar despiertos. Más allá de esa hora, todos tenían más riesgo de tener problemas mentales. Incluso los de cronotipo más noctámbulo.

De todas formas, la investigación ha de continuar porque se han de encontrar respuestas a resultados asombrosos. Pese a que todos los datos indican que es bueno adaptar tus horarios a tu cronotipo, los trasnochadores mantenían que se sentían mejor si no tenían horarios fijos.

Cómo afecta el horario a tu mente

Saber en qué grupo te encuentras y adaptarte a él te será útil. Comentábamos al principio que la mayoría de nosotros no acabamos de ubicarnos. Nos gusta vivir el día, sin ser especialmente felices madrugando. El estudio de Standford reflejó esta variedad poblacional: unos 19.000 participantes eran matutinos, cerca de 7.000 eran noctámbulos y casi 48.000 estaban en medio.

Los peor parados del estudio son los noctámbulos que se quedaban despiertos más allá de la una de la madrugada. Los vespertinos que madrugaban no se vieron afectados y los madrugadores que se acostaron tarde sufrieron pero no en exceso.

Hay varias explicaciones de por qué la noche afecta a la salud mental. El doctor Zeitzer da importancia a las malas decisiones que se toman a esas horas. Muchos hábitos poco saludables, como exceso de alcohol, drogas o atracones compulsivos son más habituales en esos momentos.

Una teoría, conocida como “cuidado con la medianoche”, sostiene que los cambios neurológicos y psicológicos que se producen por la noche impulsan a un estado de ánimo negativo y toma de decisiones más arriesgadas.

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Esta hipótesis permite explicar por qué los del grupo matutino se ven menos afectados en su salud mental cuando alargan la noche: están fuera de su zona de confort. “Son conscientes de que su cerebro no funciona al cien por cien, así que son más precavidos en su toma de decisiones”, expone el psiquiatra.

El vespertino o el trasnochador no tienen una percepción tan clara: “Me siento muy bien, y tomar esta decisión a las tres de la madrugada es estupendo”, se dicen.

De todas formas, el doctor Zeitzer puntualiza que estos argumentos pueden no ser válidos en España y, en general, en la zona Mediterránea. El estudio se hizo en Estados Unidos y con voluntarios británicos. En estos países la gente suele estar más aislada.

La cultura mediterránea invita más a compartir la noche. Estas relaciones sociales pueden incluso beneficiar a la salud mental. Así que no todo está tan claro.

Los investigadores de Stanford quieren ahora confirmar si los problemas mentales se relacionan con la hora de la noche o exclusivamente con las malas decisiones que se toman de madrugada.