No sirve solo con caminar, eso es lo que nos dicen todos los expertos. Para bajar de peso no basta con lanzarse a la calle a pasear, hay que hacerlo con un plan, un objetivo y una técnica correcta. En este último punto, la caminata griega puede ayudarnos en gran medida. Esta técnica mezcla filosofía de vida y técnica deportiva para definir una forma de hacer ejercicio que cuida tanto de tu cuerpo como de tu mente. Y por su forma particular de concentrar la energía, es perfecta para aquellos que están centrados en bajar de peso, porque quema más calorías, incluso, que salir a correr. ¿Quieres saber en qué consiste?
¿Qué es la caminata griega?
La caminata griega es una técnica moderna de ejercicio que aúna filosofía de vida y deporte para darnos como resultado una rutina que cuida tanto de la salud física como de la mental, y que además puede llegar a quemar más calorías que una sesión de running.
Se fundamenta en los principios generales del estilo de vida de los antiguos griegos, combinando una forma de caminar muy precisa con un enfoque holístico, centrado en la conexión con la naturaleza, la respiración consciente y la reflexión personal. Esta última parte muchos se la saltan, pero te recomendamos que no lo hagas para conseguir todos sus beneficios.
¿Cómo practicar la caminata griega?
Para realizar una caminata griega son varios los aspectos que debes tener en cuenta. Por un lado, las características técnicas de este ejercicio y, por otro, las externas.
Para disfrutar y extraer los máximos beneficios de este tipo de caminata te recomendamos que busques un lugar natural en el que realizarla. Durante la primera parte del ejercicio, que detallaremos a continuación, debes concentrarte en los sonidos de la naturaleza, en mantener tu respiración constante y en las reflexiones que aparezcan por tu mente al disfrutar de la experiencia.
Dicho esto, te explicamos las fases en las que se desarrolla la caminata griega, que está inspirada en el método de entrenamiento Tetra (el que usaban los gladiadores). En total, el ejercicio tendrá una duración de una hora, y se recomienda hacerlo cuatro veces por semana. Gracias a su enfoque de intervalos de intensidad, mejora la salud cardiovascular y acelera la quema de calorías, consiguiendo mejores resultados que otros tipos de ejercicio.
Calentamiento (15 minutos)
Empezamos con la primera parte de la caminata griega, que coincide con la estructura del método Tetra. El calentamiento. En esta fase buscamos preparar al cuerpo para el ejercicio que vamos a realizar. Es un punto clave para aumentar la temperatura corporal poco a poco y así evitar lesiones.
Dedicaremos 15 minutos a esta primera fase, que dedicaremos a caminar a un ritmo suave. No tienes que notar que el corazón se te acelera ni que te falta la respiración. Y aunque debe ser un ritmo que te permita conversar, lo ideal es que lo realices en silencio, concentrándote en tu respiración y en tu entorno.
Actividad aeróbica (15 minutos)
La segunda fase del método Tetra y de esta caminata, conocida también como fase principal, se centra en la actividad aeróbica sostenida. Así que, finalizados los primeros 15 minutos de calentamiento, debemos aumentar el ritmo.
Lo ideal en esta etapa es conseguir un ritmo que no nos cueste mantener. A diferencia de la fase anterior, esta velocidad no es la natural de nuestro paso, sino un poco más elevada. Debe permitirnos conversar, pero también debemos empezar a sentir que tanto la respiración como el corazón comienzan a acelerarse.
Durante esta fase lo más importante es que puedas mantener el mismo ritmo de forma constante, para que el corazón y tus músculos trabajen de forma estable.
Alta intensidad (15 minutos)
Llegamos así a la tercera y más exigente etapa de la caminata griega, la de alta intensidad. Esta etapa incluye intervalos de alta intensidad para desafiar al sistema cardiovascular y mejorar la capacidad anaeróbica.
Así pues, en esta etapa vamos a intentar alcanzar la máxima velocidad posible (sin llegar a correr ni trotar) durante el máximo tiempo posible. Cuando notes que no puedes seguir, desciende a un ritmo lento, recupera el aliento, y repite.
Lo ideal es intercalar entre 5 y 10 intervalos de alta intensidad y reposo durante los siguientes 15 minutos, en función de lo que te permita tu forma física. En este caso el objetivo no es tanto mantener un ritmo constante como alcanzar la máxima velocidad posible.
Enfriamiento (15 minutos)
Y llegamos a la última etapa de la caminata griega, que está enfocada en relajar el cuerpo, recuperarnos y reducir de forma gradual la frecuencia cardiaca.
Para ello, recuperamos el ritmo de la segunda fase, un ritmo moderado y, de forma natural, vamos reduciendo cada vez más la velocidad hasta alcanzar la de la primera fase. Una vez hayamos alcanzado un ritmo suave y nada exigente, volvemos a centrarnos en la respiración y el entorno, hasta que finalicen los últimos 15 minutos de la caminata.