Adiós a las zapatillas deportivas: los sorprendentes beneficios de hacer ejercicio descalzo

Hacer deporte descalzo es algo cada vez más frecuente. A esta práctica se le atribuyen numerosos beneficios, aunque también tiene algunos riesgos que conviene conocer.

Diana Llorens
Diana Llorens

Redactora especializada en salud, nutrición y bienestar

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ejercicio descalzo

Los partidarios de hacer deporte descalzo aseguran que aumenta el rendimiento, entre otros beneficios.

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Empezar a hacer ejercicio es una de las mejores decisiones que puedes tomar para cuidar tu salud. Y no solo porque te ayuda a estar en forma o a quitarte de encima los quilos que te sobran. También ayuda a alejar diversas enfermedades y a mejorar tu salud mental y emocional.

Cuando empezamos a hacer ejercicio, lo primero es hacernos con todo el equipo necesario: la ropa, la bolsa para el gimnasio y ¿las zapatillas de deporte? Puede que no sea necesario. Cada vez son más los partidarios de hacer deporte descalzo, pero ¿es realmente beneficioso o tiene riesgos? Lo aclaramos.

Beneficios de hacer deporte descalzo

Es muy común ver a personas practicando yoga o pilates descalzo, pero no lo es tanto ver a gente haciendo otro tipo de ejercicios (en el gimnasio o centros deportivos) sin calzado. Al menos hasta hace poco.

CAMINAR DESCALZO

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Hacer deporte descalzo (una práctica que se conoce también por su nombre en inglés, barefoot) suma cada día más adeptos que asocian a esta forma de ejercitarse diversos beneficios:

  • Favorece la conciencia corporal: ejercitarse descalzo ayuda a desarrollar nuestra percepción inconsciente del espacio y el movimiento (lo que se conoce como propiocepción), algo que ayuda a mejorar la coordinación, el equilibrio y los movimientos naturales.
  • Más flexibilidad y movilidad: sin los zapatos tenemos un mayor rango de movimiento en los pies, lo que mejora la flexibilidad y la movilidad general.
  • Aumenta la intensidad del ejercicio: al eliminar la protección que ofrece el calzado, los músculos trabajan más por mantener el equilibrio, de tal modo que el core (la parte central del cuerpo, que incluye los músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna) hace un esfuerzo mayor.
  • Mejora de la fuerza del pie y el tobillo: ejercitarnos sin calzado ayuda a fortalecer los músculos de los pies y los tobillos, con lo que se reduce el riesgo de esguinces, torceduras y otras lesiones.
  • Evita rozaduras y ampollas: el calzado, si no es el adecuado para el pie, puede provocar diversas molestias (rozaduras, ampollas, juanetes…), así como dolores en los pies y otras partes del cuerpo, como la zona de las lumbares o las rodillas.
  • Contacto con la naturaleza: en el caso de que realicemos ejercicio al aire libre, el contacto con la tierra y la naturaleza en general mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.

Riesgos de hacer deporte descalzo

Aunque, como hemos visto, quienes practican ejercicio sin calzado aseguran que aporta mejoras en el rendimiento, lo cierto es que no hay estudios determinantes al respecto, por lo que no está claro que sea realmente beneficioso o que los resultados beneficiosos que se atribuyen a esta práctica vayan a notarse inmediatamente.

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Además, esta practica puede comportar algunos riesgos que conviene conocer:

  • Riesgo de lesiones o infecciones: el sitio donde vayas a hacer deporte es determinante en los riesgos que hacerlo descalzo pueda comportar. Según la superficie donde vayas a hacer el ejercicio, no llevar calzado puede hacer que tengas un más probabilidades de sufrir cortes o heridas, e incluso, si es un sitio muy transitado o poco higiénico, de infecciones como hongos (como el pie de atleta o las verrugas plantares). Además, hacerlo en superficies irregulares, aumenta el riesgo de sufrir lesiones más graves, como esguinces y torceduras.
  • Pérdida de soporte en los pies: el calzado proporciona un soporte al pie y el tobillo que puede ser muy necesario para aquellas personas que tienen algún tipo de problema en esta parte del cuerpo.
  • Depende del tipo de deporte: no solo la superficie o el sitio en el que vayas a hacer ejercicio aumenta el riesgo de lesiones, también es importante tener en cuenta el tipo de deporte. En deportes de contacto, en especial los que se juegan con los pies (como el fútbol), conviene usar calzado para minimizar los riesgos.

Por otro lado, las personas con diabetes deben tener un especial cuidado con sus pies, pues pueden no sentir el dolor provocado por una herida debido a la neuropatía diabética y además las lesiones pueden tardar en curarse o complicarse. Es por ello que no se recomienda que hagan deporte descalzos.

Deporte descalzo, una cuestión personal

Así las cosas, puede que el hecho de que sea mejor hacer ejercicio descalzo o con zapatillas de deporte sea más una cuestión personal.

Si te decides a hacer ejercicio descalzo, debes ser consciente de los riesgos que implica y tomar algunas precauciones para minimizarlos. Ten en cuenta estos consejos:

  • Empieza poco a poco, con sesiones cortas, para ver cómo responden tus pies y tus tobillos.
  • Haz ejercicio en el interior, al menos al principio, y luego puedes probar otras superficies: césped, arena de la playa…
  • Revisa el entorno. Asegúrate siempre de que no haya objetos que puedan provocar heridas en tus pies y de que la superficie donde vas a ejercitarte no esté demasiado caliente, pues podría provocar quemaduras o ampollas.
  • Prueba el calzado barefoot (o calzado minimalista), es un tipo de calzado que imita la sensación de estar descalzo y podríamos definirlo como un intermedio entre ir descalzo y el calzado “tradicional”. Debe quedar bien ajustado y permitir que los dedos de los pies se extiendan y se muevan de forma natural.
  • Consulta a tu médico si es conveniente que hagas ejercicio descalzo en caso de que sufras algún problema previo en los pies o los tobillos, como fascitis plantar o tendinitis.