Desde que a finales del siglo pasado la inteligencia emocional se puso en primer plano, los especialistas en salud y bienestar han investigado y analizado la importancia de saber lidiar con las emociones. Una tarea desafiante en el vertiginoso mundo actual.
La sensación de insolidaridad y el bombardeo constante de información, la mayoría noticias trágicas, nos dejan en muchas ocasiones con la sensación de sentirnos desbordados o desamparados. “El modo en que pensamos y sentimos condiciona nuestra calidad de vida”, apunta la psiquiatra Marian Rojas Estapé.
Por eso señala que es importante que sepamos gestionar esos sentimientos. Todos atravesamos momentos duros. Momentos en los que nos desanimamos, nos sentimos ansiosos, impotentes o frustrados. Puntualmente, esas emociones son saludables y pueden ayudar a motivarnos. “El problema surge cuando las emociones negativas se cronifican”, advierte la psiquiatra. Por eso propone estrategias respaldadas por la neurociencia y la psicología para recuperar el equilibrio emocional. "Tenemos que ser capaces de dar prioridad a emociones positivas."
Cinco pautas de gestión
A veces no es fácil saber qué nos pasa o por qué experimentamos esas emociones. La doctora Rojas ha compartido cinco pasos sencillos para aprender a gestionar la forma en que nos sentimos.
- Conócete. “Aprende a entender qué te perturba”, nos dice. Eso significa que si no podemos hacer una tarea de introinspección, quizá sea necesario comentarlo con alguien que pueda ayudarnos. También puedes intentarlo por ti mismo, leyendo libros o artículos que hablen sobre el tema.
- Pon nombre a tu emoción. “No es lo mismo rabia que rencor”, ejemplifica la doctora Rojas. Igual que diagnosticamos una enfermedad detectando síntomas, hemos de identificar qué emoción nos provoca la situación que vivimos. “Al hacerlo, sé realista, no maximices emociones perjudiciales��, nos dice.
- No te silencies. Has de decir lo que piensas sin herir. La doctora aconseja que hablemos con alguien de confianza. Eso sí, hay que ir poco a poco. Los sentimientos a veces destapan una caja de Pandora que no podemos cerrar. “El desahogo tiene que permitirte recuperar la paz y el equilibrio interior”, dice.
- Sé tu mejor versión. “Aprende a sacar lo más valioso de tu interior”, anime la psiquiatra. Si anulamos nuestras emociones, nos anulamos a nosotros mismos. Nos convertimos en una versión diluida, sin capacidad de ilusionarse por nada.
- Identifica gente tóxica. Es más fácil de lo que crees. Basta que no te engañes y sepas quién tiene la capacidad de perturbarte mucho en cualquier momento. Da igual lo estrecha que esta persona sea. Has se poner límites sobre estos efectos que ejercen sobre ti. “Debes intentar mantener lejos a los que alteren tu equilibrio interior”, añade.
Empieza por apoyarte en alguien
Son pautas sencillas. De todas formas, hay algunos consejos más que aporta la psiquiatra que nos pueden ayudar a encauzar mejor los pasos a seguir.
Busca gente de confianza. "El ser humano es un ser social por naturaleza", afirma. La calidad de nuestras relaciones impacta directamente en nuestro bienestar emocional. La experta aconseja rodearnos de personas que nos inspiren, apoyen y nos hagan sentir valorados.
Fíjate que, además de alejar la gente tóxica, otros dos de sus consejos se dirigen directamente a intentar compartir con otro nuestros sentimientos. Las otras personas son muy importantes también en el sentido positivo. Nos pueden transmitir alegría, comprensión, amor. Emociones también muy importantes.
Y practica la gratitud con todas esas personas. La gratitud es una de las herramientas más poderosas para reconfigurar nuestra manera de pensar. La psiquiatra explica que practicar la gratitud nos ayuda a enfocar nuestra atención en lo que funciona bien en nuestra vida, dejando menos espacio para el pensamiento negativo.
Otras tres pautas para cambiar
En busca de esa mejor gestión emocional, en la que los pensamientos y las emociones positivas sean las que más influyan en tus decisiones y actitudes, la doctora Rojas aporta tres consejos, que forman parte de los pilares en los que basa sus charlas y escritos.
Conéctate con el presente. Uno de los principales retos de la sociedad actual es vivir atrapados en el pasado o proyectados hacia el futuro con una constante sensación de inseguridad por lo incierto de ese futuro. La experta subraya la importancia de anclar la mente al presente. Esto no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también permite tomar decisiones desde la calma y la reflexión.
Según la experta, practicar técnicas como el mindfulness o la meditación puede ser clave para lograrlo. También recomienda realizar actividades que estimulen la concentración plena, como leer, dibujar o caminar sin distracciones tecnológicas.
Gestiona el estrés a través de rutinas saludables. El estrés, cuando se prolonga en el tiempo, puede afectar seriamente la salud física y mental. Dormir bien, alimentarse de forma equilibrada y practicar ejercicio físico son formas de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, insiste en la necesidad de desconectar de los dispositivos electrónicos para permitir que el cerebro descanse y se regenere.
Encuentra un propósito que te motive. Un propósito claro es uno de los motores más potentes para afrontar las dificultades de la vida. "Cuando sabes hacia dónde vas, todo cobra sentido", asegura. Dedicar tiempo a reflexionar sobre qué nos apasiona, cuáles son nuestros valores y cómo queremos contribuir al mundo puede marcar una gran.