Lecciones de personas valientes: cómo superan los miedos para ser felices según los psicólogos

El miedo siempre está allá. El que dice que nunca tiene miedo o es un mentiroso o un irracional. Lo que diferencia a los valientes es que consiguen superarlo. Si te dejas llevar por el miedo, no tendrás una vida plenamente feliz. Esto es lo que los psicólogos señalan que has de hacer.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Salto en paracaídas

La gente valiente tiene miedo, pero saber cómo superarlo y disfrutar la experiencia.

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El presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt dejó escrito algo que ya pregonaban los filósofos griegos: “A lo único que hemos de temer es al miedo mismo”. El miedo puede ser un gran enemigo, paralizante y que nos impida vivir una vida plena.

No se trata de negarlo. El miedo es un sentimiento que forma parte de las personas. Está dentro de nuestra genética, nos ayuda a sobrevivir. Si no nos planteáramos los riesgos de las incertezas, haríamos todo a lo loco sin calcular el peligro y es probable que no pasáramos de la infancia. Lo que señalan los psicólogos es que no podemos dejar que nos domine.

El miedo es un aviso. Nos provoca una respuesta física, como respiración irregular, tensión muscular o latidos más rápidos. Luego tenemos que ser nosotros los que lo analicemos y sigamos. Con más o menos cuidado, pero hemos de pasar, porque si no, te puedes perder muchas de las grandes cosas de la vida.

El miedo a viajar, el miedo a cambiar de hábitos, el miedo a cambiar de trabajo… Son puertas que te cierras.

Cómo son las personas valientes

Según han descubierto los neurocientíficos, la respuesta de miedo parte de una zona del cerebro, la amígdala. Se activa y es la que provoca todas esas reacciones físicas y de comportamientos que relacionamos con el temor a algo. Un estudio de la Universidad de Florida descubrió que es más complejo que eso y otras zona del cerebro entran en juego. Pero la amígdala es crucial.

Se ha visto que las personas que han sufrido daños neurológicos que afectan a la amígdala pierden la noción de miedo y son capaces de poner más en riesgo su vida. Salvo esos casos, que no son valientes sino enfermos irreflexivos, la mayoría de la gente que consideramos valiente sí tienen miedo. Lo que han conseguido es superarlos.

Es verdad que la vida nos puede poner obstáculos, pero el miedo es uno de los motivos que los convierte en insalvables. Las personas valientes tienen estos rasgos:

  • Confianza en sí mismos. Tienen alta autoestima y creen en sus capacidades. No confundas con ser arrogantes. Es práctica y experiencia.
  • Control emocional. Son personas con gran inteligencia emocional. Conocen lo que sienten y por qué lo sienten. No se dejan paralizar por ello.
  • Optimismo y resiliencia. Esperan lo mejor. La gente optimista es más emprendedora y les suele ir mejor. Además, si fallan, se adaptan a las circunstancias y no se dejan derrumbar.
  • Responsables. No son irracionales, asumen sus actos después de sopesar los pros y contras de lo que van a hacer. “Solo teme aquello que puede dañar a otro”, decía el escritor Dante Alighieri.
  • Perseverantes. Tienen un sentido de propósito en lo que hacen y lo siguen hasta el final porque están convencido de ello.

Qué nos puede hacer miedosos

Los motivos por los que puedes sentir que eres una persona especialmente miedosa, o al menos más miedosa que otras que te rodean, son variados. Estos son algunos de los posibles motivos:

  • Percepción excesiva. Algunos estudios neurológicos han encontrado que el cerebro puede reaccionar en exceso. Hay una respuesta química excesiva en nuestro sistema nervioso a las señales que le llegan y provoca un respuesta de ansiedad y miedo.
  • Falta de control o comprensión. Cuando nos enfrentamos a cosas que no nos resultan familiares o que no podemos controlar, la incertidumbre puede llevar al miedo.
  • Experiencias previas. Si hemos tenido una mal recuerdo en el pasado puede hacer que circunstancias similares nos hagan reaccionar con miedo. Es bueno aprender de los errores. Sin embargo, hay que analizar si siempre vamos a recibir la misma respuesta o el miedo nos nubla una razonamiento más objetivo. Si te caíste de pequeño en un camino, no es forzoso que también te caigas de mayor.
  • Mala educación. Unos padres excesivamente protectores o temerosos pueden habernos inducido a tener un miedo excesivo a todo lo desconocido. Si educas a los niños en la sobreprotección y no dejas que se enfrenten a retos, miedos y decepciones, no se desenvolverán bien en sociedad.

Estrategias para superar los miedos

La psicología ha desarrollado estrategias para superar los miedos a partir de las experiencias de las personas valientes. Te pueden ser útiles para intentar lidiar con los tuyos.

  • Afróntalos. Si vuelves a tu zona de confort es dar pasos atrás. La práctica de afrontar los miedos nos ayuda a sentirnos más seguros de nosotros mismos. Atrevernos a estar con la luz apagada desde pequeños nos hará ver que no pasa nada y no nos dará miedo cuando se nos apague la luz ya de mayores.
  • Verbalízalos. Hablarlos con otras personas puede ser una buena estrategia para ponerlos en común y ver que no estás sola. Hay otras personas con los mismos temores. Juntos podéis ver que son absurdos o que os frenan demasiado. Si la otra persona los ha superado, te puede dar consejos.
  • Analízalos. Cuando entiendes para qué sirven, puedes manejarlos mejor. Los ves desde otra perspectiva. Pierden parte del poder que tenían. Si te da miedo el avión puede ser porque te disgusta no controlar el vehículo. Piensa en todas las otras veces que tampoco lo controlas, en autobuses, por ejemplo, y no tienes ese temor.
  • Rodéate de personas que creas valientes. Puede ser otra forma de relativizar los miedos. Si los demás no temen, puede impulsarnos a tener menos miedo. De todas formas, tiene la contrapartida de que puede dejarnos más en evidencia si no lo superamos. Por eso no todos los psicólogos lo recomiendan.

Los psicólogos insisten en que con la práctica de estas estrategias se consiguen habilidades para manejar mejor los miedos.