Ser considerado, respetuoso y colaborativo son las piezas fundamentales de una persona amable. Así lo establece un completo estudio médico que han elaborado investigadores de SSM Health, uno de los grandes conglomerados de salud estadounidenses.
La amabilidad no es solo la cualidad de un tipo de personas educadas de esta manera y con una personalidad empática, tendente al bien común. Estos investigadores han confirmado que las personas amables tienen más opciones de tener una buena salud, física y mental, y de ser más felices.
Además, también ayudan a exportar felicidad y salud. Las personas amables suelen estar rodeadas de un ambiente mucho más positivo. Cómo lo consiguen es una de las incógnitas que creen haber desvelado los científicos investigadores.
Por qué es positivo ser amable
La persona amable sigue la máxima de “trata a los otros como te gustaría que te trataran a ti”. Detrás de esta frase hay una profunda y lógica sabiduría ancestral. De hecho, es la base sobre la que se fundaron originalmente todas las religiones y prácticas espirituales.
La ciencia le ha dado la vuelta al buscar qué beneficios físicos y psicológicos tiene en nuestro organismo.
- Ha comprobado que la amabilidad hace que la persona se sienta bien consigo misma. Eso da un equilibrio, bienestar y satisfacción que repercute en la salud. Aumenta la producción de las hormonas relacionadas con el bienestar mental: la oxitocina y la dopamina.
- También se liberan endorfinas, que son el analgésico natural del cuerpo. Nos duele menos cualquier problema físico.
- Hacer actos amables y ser agradecido al recibir favores también es cardiosaludable.
"Las investigaciones demuestran que la amabilidad puede disminuir la presión arterial y el cortisol, una hormona del estrés”, ha explicado la psiquiatra Bhwani Ballamundi, coautora del informe.
- La dopamina que liberamos también ayuda a reducir la inflamación y proteger de enfermedades como la diabetes o algunos tumores.
Los efectos sobre los demás
Las personas amables suelen ser más valoradas. Fortalecen las relaciones sociales, que son una de las bases del bienestar. Las personas con fuertes vínculos con los otros suelen vivir más años.
Las otras personas se preocupan más por la gente amable y es más probable que se interesen por tu salud y que acudan antes si te pasa algo. Eso reduce el riesgo de que no seamos atendidos a tiempo si sufrimos un percance y estamos solos en casa.
"Vivimos en una sociedad altamente competitiva y constantemente nos comparamos con los demás y nos menospreciamos", admite la doctora Ballamundi. Por eso es importante aprender a querer y quererse. "A menudo nos involucramos en un diálogo interno negativo y eso conduce a emociones negativas. Esto, a su vez, puede provocar ansiedad y depresión".
Por eso insiste en que hemos de ser amables con los demás e igualmente ser amables con nosotros mismos. Seguir la conocida frase de aprender a querernos.
Las cuatro frases amables más útiles
Otras investigaciones, como la aportada por el doctor Álvaro Tala, de la Universidad de Chile, han reflejado las cuatro frases más útiles que las personas amables utilizan.
- "Estoy agradecido por...": la gratitud tiene un respaldo científico sólido. Un estudio publicado en Frontiers in Psychology muestra que expresar gratitud de esta manera puede mejorar la salud mental y física, reduciendo el estrés y la ansiedad. Al agradecer llenas tu cerebro de pensamiento positivo.
- “Es muy amable por tu parte”: reconocer la amabilidad de los demás puede liberar dopamina en el cerebro con los múltiples beneficos que aporta. Además promueve el respeto mutuo.
- "Esto es estupendo": expresar entusiasmo y positividad (podemos usar variaciones como “es genial, maravilloso, etc.”) puede entrenar al cerebro para enfocarse en lo positivo, lo que puede mejorar el bienestar emocional de la otra persona y el nuestro.
- "Déjame ayudarte":los actos de generosidad y ayuda pueden fortalecer el sistema inmunológico y reducir la presión arterial, según otros estudios sobre el impacto de la generosidad en la salud.
Tener estas cuatro expresiones muy presentes es útil. Acostumbrarnos a usarlas más a menudo nos ayudará a recordarlas y tenerlas más presentes aún. Si practicas durante un tiempo, la ciencia confirma que notarás los efectos benefactores que suponen en nuestra salud mental, física y en nuestro ambiente social.