En redes sociales, blogs y otros sitios de internet te puedes cansar de leer artículos o de ver vídeos de gurús, ‘influencers’ y ‘coachs’ que ofrecen vías para alcanzar lo que llaman “la verdadera felicidad”. Nosotros hemos ido a los especialistas, con títulos académicos y que verdaderamente han estudiado la mente humana y han indagado sobre los mecanismos que nos llevan a ser felices.
Son neurocientíficos, profesores de las más prestigiosas universidades y especialistas en divulgación. Los psiquiatras nos clarifican lo que hemos de entender por felicidad, y que es una sensación de plenitud y bienestar en contraposición a la tristeza y la angustia. Todos coinciden en que muchas veces confundimos nuestros objetivos.
No es tan fácil dar con el secreto de la felicidad cuando la sociedad suele plantearnos espejismos de falsos deseos que no nos harán felices. Es significativo que, da igual el lugar donde procedas y las costumbres culturales, las bases de la felicidad son comunes para todos.
La felicidad son pequeñas cosas
Uno de los puntos que hay que destacar primero nos lo da seguramente uno de los mayores expertos mundiales en felicidad, el doctor Robert Waldinger, profesor de Harvard y el cuarto director del Estudio sobre Desarrollo Adulto, la mayor investigación que esta universidad ha llevado a cabo sobre la felicidad.
El doctor Waldinger recuerda que la apuesta por la sencillez y la belleza de las pequeñas cosas, como la que plantea la filosofía hindú, es mucho más cercana a la idea de felicidad que la que tenemos en nuestra sociedad.
“Desde pequeños nos condicionan con la idea de ser grandes y de que te realizas de verdad si destacas del resto”, explicaba el psiquiatra. Pero hay excepciones. En Suecia no es así. Se destaca la capacidad de adaptarse y ser una persona normal, de la media. ¿Y sabes qué? Suecia tiene uno de los índices más altos de felicidad.
Para llegar a esta sencillez feliz propone tres cosas que podemos hacer:
- Deja de juzgarte. En pos de esa meta que es el éxito a toda costa nos podemos convertir en nuestros peores jueces.
- Deja de idolatrar. Está bien admirar a alguien dentro de unos límites. El error es buscar llegar a ser así de extraordinario.
- Disfruta de las cosas. No te fijas en el sol, porque vives en un lugar soleado. Hemos de aprender a apreciar lo ordinario y que es maravilloso aunque lo demos por hecho.
No te quedes estancado
Si hemos de buscar la felicidad, esa búsqueda exige movimiento. Lo ha explicado el doctor Nassir Ghaemi, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Tufts (en Boston) además de conferenciante de Harvard.
Es lo que él considera la regla de los diez años. Cada década debemos plantearnos cambios en nuestra vida. Solo así conseguiremos sentirnos plenamente satisfechos.
Cuando dominas algo, has de avanzar en otras direcciones. No es necesario cambiar todo. Pero lo que no hay que hacer es dormirse en los laureles. Hay que abrirse a nuevos retos.
Puedes decir que en la tranquilidad del trabajo conocido hay felicidad. El doctor Ghaemi no lo niega. Solo nos apunta que eso no siempre es fácil y menos anclados en las rutinas.
Esta filosofía de cambio también abarca otros aspectos. Igual que hablamos de un ciclo de diez años en el trabajo, también puedes plantearte cambios en tus aficiones. ¿Acaso la felicidad consiste en ver siempre el mismo tipo de películas, leer los mismos libros, hacer el mismo deporte y viajar al mismo sitio?
Sé más paciente y reflexivo
La psiquiatra y escritora española Marian Rojas Estapé lamenta que nos hemos vuelto, en general, más impacientes y menos reflexivos. Exigimos gratificaciones constantes y nos distraemos con facilidad.
Por eso propone una serie de estrategias para hacer frente a este "órdago" que nos echa la vida y recuperar el equilibrio emocional perdido:
- Frena el azúcar. "el consumo de alimentos ricos en azúcar conlleva un incremento de cortisol (hormona del estrés)”, destaca la psiquiatra.
- Relaja la mente. Penar, tomar decisiones y planificar provocan síntomas de fatiga mental. La solución es pasear por el campo o la playa sin móvil, ir a un concierto de música clásica, meditar, rezar, cuidar las plantas, correr, etc.
- No tengas miedo. "El miedo oscurece la mente y hace que perdamos la claridad para tomar decisiones".
- Duerme tus horas. La falta de sueño provoca falta de concentración, irritabilidad y malestar.
- Ordena tus ideas. "Quien no sabe lo que quiere, no puede ser feliz". Y, para saber lo que se quiere, es fundamental identificar y ordenar las ideas.
Prepárate para la buena suerte
La doctora Estapé también ha planteado otro interesante punto que nos puede llevar a la felicidad. Ha podido discernir qué cosas hacen de manera diferente la gente que atrae a la buena suerte.
Si te has planteado qué suerte tienen algunos o por qué parece que todo lo bueno les venga de cara, no es pura suerte. Es preparación. Se trata de estar preparado para recibir las cosas buenas.
“Hay que prepararse, porque cuando te preparas recibes mejor las oportunidades”, ha asegurado la doctora Rojas.
Otro factor importante es el optimismo. Si ves las cosas con optimismo es más fácil que no actúes con miedo y te abras más a las oportunidades. Hay una frase griega, atribuida a Virgilio, “la fortuna favorece a los audaces”, que ya incidía en este aspecto. A lo largo de los siglos, los más atrevidos han tenido más opciones de prosperar.
Hay una base científica detrás de todo esto. Cuando hay optimismo, te ilusiones más por las cosas y las ves más cerca, crees más que las puedes conseguir y eso puede acercarte a tu objetivo.
Si buscas empleo, pero dudas de conseguirlo, no te esforzarás suficiente enviando currículums e insistiendo. Si crees firmemente que acabarás consiguiéndolo es seguro que pondrás mucha más voluntad y estarás más atento a las oportunidades vacantes.
Evita el síndrome del impostor
Otro prestigioso psiquiatra español, el doctor Luis Rojas Marcos, plantea otro aspecto que nos aleja de la felicidad: “Eso de sentirse inferior parece ser muy habitual hoy en día, como lo constata el hecho de que muchas personas en todo el mundo –explica– caen en lo que se denomina el síndrome del impostor o síndrome del fraude”.
Estas personas descartaban sus propios éxitos, achacándolos a la buena suerte más que al propio talento, e incluso los consideraban falsos, lo que acababa por provocarles temor a ser descubiertos.
No se considera oficialmente un trastorno psiquiátrico, pero sí es causa frecuente de problemas psicológicos, como por ejemplo agotamiento físico y emocional, pérdida de interés o burnout (estar quemado), dificultades sociales.
Podemos evitar esta sensación de fraude y el doctor Rojas plantea cinco formas de conseguirlo:
- Desarrolla la capacidad de observarte y evaluarte con rigor.
- Busca tu punto de equilibrio. Es tomar medidas para entender el problema y solucionarlo, incluyendo la opción de buscar ayuda.
- Escribe las autocríticas más feroces que te dedicas. Y hay otra lista con tus fortalezas y logros. “La memoria es selectiva y su funcionamiento tiene mucho que ver con nuestra forma de ver la vida. Por eso es tan importante tomar nota de las victorias y experiencias positivas, y tenerlas siempre a mano”, escribe el psiquiatra.
- No lo dudes, échate flores, piropéate sin rubor.
- Si lo necesitas, pide ayuda. De la mano de un especialista puedes aprender a detectar (primero) y a abordar (después) esos conflictos personales.
Sé coherente y realista
Tener un propósito en la vida, un objetivo que responda a tus deseos personales y te impulse cada mañana a seguir adelante es el último aspecto en el que insisten los psiquiatras para que tengas una vida plena y feliz.
Es el resumen que hacía el psiquiatra Enrique Rojas, quien afirmaba, entre otras cosas, que "una persona feliz es aquella que ha sabido diseñar un proyecto de vida, coherente y realista".
Para el doctor Rojas ese diseño es muy personal. Mientras para unos la felicidad es tener una gran cantidad de dinero en la cuenta corriente, para otros, este estado de bienestar solo llega a través de unas relaciones personales fuertes y consolidadas.
Ahora bien, más allá de a qué le demos prioridad, para el psiquiatra la forma de acercarnos o incluso, de alcanzar la felicidad (sea lo que sea) es la misma. Es decir, los pasos a seguir no son diferentes.
Además, Rojas recalca la idea de que ese bienestar emocional no se experimenta cuando se cumple el objetivo, sino a lo largo del camino. La sensación de progreso es lo que nos llena de satisfacción.
Esos pasos para construir nuestro proyecto son:
- Debe ser individual y una vez identificado nuestro propósito, debe ser coherente.
- Integrador: debe contemplar cinco aspectos: amor, trabajo, cultura, amistad y aficiones.
- Ilusiónate: ser realista no quiere decir que no debas tener un proyecto ilusionante. "La felicidad consiste en ilusión. Y eso se traduce en anhelo, esperanza y entusiasmo”, aclara el doctor Rojas.
Si te interesan contenidos como este, únete al canal de WhatsApp de Saber Vivir.