Cómo practicar mindfulness en la playa para desconectar de todo estas vacaciones

¿Sientes que necesitas desintoxicarte durante estas vacaciones? Si ya tienes tu destino claro y vas a disfrutar de la playa en estos meses de calor, toma nota, porque esta es la mejor forma de dejar los problemas de lado y desconectar durante tus días de descanso.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en salud y nutrición

Actualizado a

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La playa puede ser un lugar excelente para practicar mindfulness y desintoxicarte del estrés durante las vacaciones. 

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Las vacaciones son para desconectar, desintoxicarte del estrés del día a día y descansar de forma plena. Por eso, una de las mejores actividades que puedes poner en práctica en estas fechas es el mindfulness. Esta práctica, conocida también como atención plena, consiste en estar complementa presente, sin juzgar, siendo consciente del momento actual.

Es una eficaz forma de meditación que tiene sus raíces en las tradiciones budistas, y que puede volverse incluso más beneficiosa cuando se hace en el entorno adecuado. Y la playa es uno de esos lugares en los que desconectar y olvidarte de todo es mucho más sencillo, por lo que esta técnica puede ser perfecta en combinación con el sonido de las olas, la arena y el descanso que te mereces. ¿Quieres descubrir cómo ponerlo en práctica?

¿Cómo practicar mindfulness en la playa?

Practicar mindfulness en la playa es una forma excelente de aprovechar el entorno natural para calmar la mente, recargar las pilas y desintoxicarte del estrés que has ido acumulando desde tus últimas vacaciones. Para hacerlo, te recomendamos que sigas los pasos que te dejamos a continuación.

Respiración consciente

Si hay una técnica fundamental en el mindfulness es la de la respiración consciente.En la playa, con su aire fresco y limpio, estarás en las condiciones perfectas para practicarla.

Siéntate en una posición cómoda, cerca de la orilla o directamente sobre la misma, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Inhala profundamente por la nariz, llenando tus pulmones de aire y contando hasta cuatro. Retén el aire un par de segundo, y exhala lentamente por la boca, volviendo a contar hasta cuatro.

Repite el proceso varias veces, sintiendo como en cada exhalación tu cuerpo se libera de tensión, de preocupaciones.

Con este ejercicio, además de oxigenar el cuerpo, comenzarás a centrar tu mente en el momento presente.

Escaneo corporal

Tras la respiración consciente seguimos con una técnica en la que vas a tomar conciencia de las distintas partes de tu cuerpo, liberando así la tensión acumulada en cada una de ellas.

Para ello sigue sobre la arena, recostada o sentada, comienza a enfocarte en los dedos de tus pies. Nota cualquier sensación que sientas en la zona, el roce de la arena, el frescor del agua si estás en la orilla.

Poco a poco, ve subiendo tu atención hacia los pies, los tobillos, las pantorrillas, las rodillas, los muslos… Así sucesivamente, hasta que llegues a tu cabeza. Mientras lo haces, sigue respirando de forma profunda.

Con este ejercicio conseguirás estar en sintonía con tu cuerpo y liberar el estrés físico que has ido acumulando.

Observación sin juicio

Para continuar con esta rutina de mindfulness en la playa te recomendamos que pruebes la observación sin juicio. Es una de las prácticas más poderosas de la disciplina, y consiste en, simplemente, observar tu entorno.

La playa es un lugar excelente en el que hacerlo, porque hay innumerables estímulos sensoriales. Observa todo lo que te rodea sin etiquetarlo o juzgarlo. Presta atención al vaivén de las olas, a la textura de la arena entre tus dedos, al canto de las gaviotas, al olor del mar. Permite que cada uno de tus sentidos entre en juego, sin intentar cambiar ninguno de los estímulos que recibes, tan solo aceptando lo que son.

Esta práctica te ayudará a desarrollar la aceptación, algo esencial para reducir el estrés y la ansiedad en la vida diaria.

Beneficios del Mindfulness en la playa

Ahora que tienes algunas técnicas para poner en práctica, es hora de analizar qué hace que el mindfulness sea especialmente eficaz cuando se da en un entorno natural, como en la playa. Algunas de las razones más importantes son las siguientes:

  • Conexión con la naturaleza. Está demostrado que conectar con la naturaleza puede ser muy beneficioso para nuestra salud mental, dado que nuestro cerebro nos recompensa con hormonas de la felicidad, como la oxitocina, cuando estamos en ella. Además, la playa nos ofrece un ambiente sereno y relajante que facilita la inmersión en el momento presente, algo esencial para el mindfulness.
  • Reducción del estrés. El mindfulness es una técnica muy eficaz para la gestión del estrés, efecto que se ve aumentado por el sonido rítmico de las olas, la brisa suave o la simple presencia del mar, que han demostrado aliviar el estrés y calmar la mente de forma efectiva.
  • Mejora de la calidad del sueño. Tanto pasar tiempo en la playa como practicar mindfulness puede tener un efecto muy positivo sobre la calidad del sueño. La exposición a la luz natural durante el día es esencial para regular tu ritmo circadiano, lo que sumado a la reducción del estrés y la relajación profunda que buscamos obtener por medio de esta práctica puede llegar a facilitar en gran medida conseguir un sueño reparador.
  • Aumento del bienestar general. El mindfulness no solo reduce el estrés, sino que también puede aumentar tu bienestar general. Su práctica regular está asociada a una mayor capacidad de concentración, mejor regulación emocional y a una sensación general de satisfacción con la vida. La playa, con su ambiente estimulante y tranquilizador, puede aumentar estos beneficios considerablemente. El contacto con la arena, por ejemplo, puede aumentar tu conciencia corporal, algo positivo no solo para la salud mental, sino también para la coordinación y el bienestar físico.