La relación entre gripe y problemas cardiovasculares es un aspecto que poca gente conoce aunque los médicos lo han constatado desde hace casi un siglo.
En concreto, desde 1930 gracias a un famoso estudio estadístico que mostraba que hay un aumento de muertes por infarto o ictus a las dos semanas de haber pasado una gripe.
Ahora el área de investigación en vacunas de la Fundación Fisabio, en Valencia, ha publicado otro estudio que aporta mucha más información sobre lo que pasa en los meses posteriores a padecer la enfermedad.
La gran importancia de este estudio
Es un estudio especialmente interesante por:
- El gran número de personas. Eso supone un valor estadístico mucho más importante que estudios previos. Se han incluido cinco millones de habitantes de la población de la Comunidad Valenciana.
“Eso es el equivalente al 10% de la población española y el 1% de la población europea”, ha destacado el profesor Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra.
- El tiempo de estudio. Han estudiado las historias clínicas desde 2010 hasta ahora. Son más de veinte años. Lo que ha permitido analizar otros posibles factores de riesgo previos o posteriores que puedan afectar a los resultados.
- El análisis de mayores de 50 años. En el grupo estudiado hay más de dos millones que son mayores de 50 años. Es decir, uno de los grupos con especial riesgo. Analizando las historias clínicas de estas personas han confirmado en este grupo la fuerte correlación entre la gripe y el infarto o el ictus.
A qué conclusiones han llegado
Además no solo se han fijado en los casos graves de gripe, personas que han acabado hospitalizadas, sino también en los casos leves. Personas que como mucho han ido al servicio de atención primaria. Esto ha permitido sacar conclusiones que sirven para todos los grupos y ante cualquier caso de gripe.
De acuerdo con los resultados del estudio, la posibilidad de un infarto o ictus durante los 14 días siguientes a la gripe es:
- Cuatro veces mayor en las personas que han pasado la gripe grave.
- El doble en las personas que han pasado una gripe leve.
“La conclusión es que esas dos semanas son un momento clave, pero las opciones de riesgo siguen siendo más altas hasta dos meses después de haber pasado la enfermedad respecto a las personas que no han tenido gripe”, ha explicado el profesor Goñi, en declaraciones a la cadena Ser.
Por qué aumenta este riesgo
No hay una explicación confirmada científicamente de por qué se produce este aumento del riesgo. Los autores del estudio apuntan que una de las hipótesis más plausibles es atribuirla a la respuesta inmunitaria.
Las infecciones virales como la gripe provocan que nuestras defensas reaccionen, por ejemplo, con un mayor grado de inflamación en las células. Este mecanismo permite proteger las células y entorpecer el paso de los virus gripales.
Pero esta inflamación también puede afectar a las paredes de las arterias y facilitar que las placas de colesterol se queden atascadas. Bloqueen el paso de la sangre y por tanto se produzca el infarto o ictus.
¿Cómo se puede prevenir este riesgo? Además de intentar no contagiarnos llevando mascarillas si visitamos a un enfermo o procurando que no haya aire estancado en las habitaciones, una de las propuestas de este trabajo es la vacunación, justamente ahora que va a empezar la campaña.
Un motivo más para vacunarse
Las personas mayores de 60 años, las mujeres embarazadas o personas que tengan otras patologías, como diabetes, son los grupos de riesgo a los que se les aconseja la vacunación. En su caso, el riesgo de complicaciones cardiovasculares también aumenta.
“Nuestros resultados no solo refuerzan las recomendaciones oficiales de prevenir la gripe mediante la vacunación en grupos de riesgo, sino que también deberían aumentar la concienciación sobre las posibles complicaciones de los casos más leves en la población general", ha dicho la bióloga Cintia Muñoz Quiles, una de las autoras del estudio.
Por tanto, puede ser aconsejable a aquellas personas que tiene de por sí un riesgo cardiovascular. La Clínica Mayo ha publicado una recomendación en la que recuerda que no hay ninguna razón para no vacunarse, salvo que se tenga alergia a sus componentes.
“La vacuna antigripal es muy segura incluso si se tiene una enfermedad cardiaca”, recuerdan. Y su consejo es que esas personas con problemas cardiacos no dejen de vacunarse. Igualmente, se aconseja a personas con mayor riesgo: personas obesas o con niveles altos de colesterol.