Todos aprendimos que, en matemáticas, el orden de los factores no altera el producto, ya sea para sumar o multiplicar. No ocurre lo mismo en el mundo de la medicina. Lo han puesto en evidencia el Grupo Español de Cáncer de Pulmón, un colectivo de especialistas que se coordina para mejorar tanto en el tratamiento como en la detección de la enfermedad.
Este grupo ha confirmado que la manera en la que se trataban los casos de cáncer de pulmón de grado intermedio no era la más eficiente. El grado intermedio se considera cuando el tumor no está tan avanzado que es inoperable, aunque ya ha hecho metástasis y se ha extendido a los ganglios circundantes.
La metástasis siempre es un mal pronóstico y las opciones de supervivencia bajan drásticamente. En este caso se situaban en el 30% de los casos. Un 70% fallecía en los siguientes tres años. Esto va a cambiar radicalmente a partir de ahora gracias al nuevo planteamiento que proponen estos especialistas.
Un importante cambio de protocolo
Cuando se detectaba un tumor maligno en el pulmón lo primero que se ha hecho hasta ahora es operar para extraerlo cuanto antes. Después, se aplica quimioterapia para intentar acabar con las células tumorales que pueden haber escapado en los alrededores de la zona que se ha extirpado. O que ya han migrado a otros órganos, como en este caso los ganglios.
El grupo español ha comprobado que es mucho más efectivo si primero se administran tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia y luego se opera. Puede parecer poco lógico para los no expertos. Lo normal es atacar primero el foco del tumor. Sin embargo, los resultados son incontestables.
Este grupo ha esperado cinco años para comprobar sus resultados. En el grupo de pacientes en los que se invirtió el orden de los tratamientos habían sobrevivido el 69,3%, y en un 65% no habían vuelto a detectarse células tumorales.
Recuerda que veníamos de un 30%. Eso supone que se habían más que duplicado las estadísticas de supervivencia en los siguientes tres años. En el cómputo total, es decir los pacientes que se curan del todo, la cifra baja algo pero sigue siendo casi el doble que antes.
Cómo es el nuevo tratamiento
El tratamiento en el cáncer ha cambiado mucho durante estos últimos años. La entrada de la inmunoterapia ha supuesto un nuevo empuje. La inmunoterapia consiste en dar herramientas a nuestras defensas para que detecten y sepan luchar contra las células tumorales. Hay varias técnicas de inmunoterapia, dependiendo del tipo de tumor. Ahora se personaliza mucho más.
“Los tratamientos combinados, como quimioterapia e inmunoterapia, están aumentando las posibilidades de curación”, confirma el doctor Sergio Bolufer, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica.
La inmunoterapia no sustituye a la quimioterapia, el tratamiento con fármacos. Es otra opción más. Los investigadores comprobaron que esta estrategia, con tres ciclos de quimioterapia e inmunoterapia fueron los más efectivos.
Se trataron así a un 60% de los pacientes y sus resultados fueron: en un 92% el tumor ya no avanzó más; un 95,8% seguía vivo cinco años después, incluso si el tumor había reaparecido.
Los expertos españoles explican que el motivo de estos buenos resultados está en que, al aplicar primero la inmunoterapia, cuando aún hay un gran número de células tumorales en el cuerpo, permite que la respuesta de nuestras defensas sea más fuerte. Además, la células inmunes con memoria, que siguen vigilando que no se reproduzca la infección, aparecen antes lo que facilita protección a largo plazo del paciente.
Cómo detectar el cáncer de pulmón a tiempo
El cáncer de pulmón no es fácilmente detectable en los primeros estadios, cuando sería más fácil de eliminar. Por eso lo mejor es la previsión, y no es necesario que te digamos que la mejor previsión es no fumar, ni estar con gente que fuma. También evitar los centros de las grandes ciudades en días de alta concentración de polución.
Serán las pruebas de diagnóstico, como las tomografías computarizadas regulares, las que nos pueden ayudar a confirmar que todo está bien. Hoy en día, al ser pruebas caras solo se hacen a personas con riesgo alto. Por ejemplo, exfumadores.
Respecto a los síntomas, la tos persistente, el dolor de pecho o la pérdida de peso y fatiga inexplicable son posibles pistas. Las radiografías del tórax confirmarán o no el diagnóstico.
El Grupo Español de Cáncer de Pulmón, que forman 653 especialistas, ha avanzado mucho en sus investigaciones desde que se fundó en 1991.
“La investigación en cáncer de pulmón en España está en un buen momento, sobre todo en lo que a la parte clínica se refiere”, confirma el doctor Bolufer. Pero sigue recordando que la mejor estrategia es la prevención. Y no fumar es la más clara. En España se diagnostican cada año unos 30.000 nuevos casos. Es uno de los tumores con más incidencia y mortalidad.