Desde que las redes sociales se han convertido en el lugar donde la información viaja de un extremo a otro del planeta en un visto y no visto, todos los productos, incluso los alimentos, son objeto de las modas. Y es que, no se sabe muy bien por qué, de repente un alimento se convierte en tendencia, e infinidad de expertos e influencers se hacen eco de sus extraordinarias (y supuestas) bondades nutricionales.
Así, hemos visto cómo super alimentos como las bayas de goji, la chía, la quinoa o el kale han vivido un boom mediático que todavía hoy colea. O cómo alimentos no tan exóticos, de pronto ganan protagonismo. Es el caso de los arándanos, unas pequeñas bayas de color azul que han reconquistado el paladar de influencers más o menos expertos y de muchos de sus seguidores.
El desayuno de la doctora Uma Naidoo
Una de las maneras más habituales de comer este delicioso fruto es en el desayuno. De hecho, es como más le gusta a la doctora Uma Naidoo, psiquiatra nutricional y profesora de la Facultad de Medicina de Harvard, quien en un artículo publicado en CNBC comparte los beneficios y propiedades de los arándanos. Estas son dos de las propiedades que destaca la experta:
- Frenan el envejecimiento. Son muchos los estudios que confirman los efectos positivos del consumo de arándanos para el cerebro gracias a su elevado contenido en flavonoides (compuestos vegetales). Tal y como apunta la experta en su artículo, "las personas que siguen una dieta que incluye al menos media porción diaria de alimentos ricos en flavonoides pueden tener un riesgo un 20% menor de deterioro cognitivo.
- Reducen el estrés. Otro de los valiosos beneficios que podemos obtener de los arándanos es que ayudan a controlar el estrés y tienen notables efectos antiinflamatorios. Esto se debe a su aporte en antocianinas, uno de los antioxidantes naturales más potentes según los expertos, al que debe su capacidad para combatir los radicales libres. Tal es su aporte en antocianinas que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos lo califica como el alimento de mayor poder antioxidante entre 40 vegetales analizados, gracias a la acción combinada de sus ácidos orgánicos y las 15 antocianinas que les confieren su peculiar color (entre las que destacan la mirtilina, la cianidina, la definidina, la malvidina, la peonidina y la petunidida).
Cuida de la microbiota intestinal
Además de frenar el envejecimiento y controlar el estrés, los arándanos son uno de los alimentos más eficaces a la hora de cuidar de la microbiota intestinal. Esto es así por su contenido en fibra. Y es que, entre las principales funciones de este nutriente destaca su capacidad para disminuir la inflamación y alimentar las bacterias "buenas" que se alojan en el intestino y de cuyo equilibrio depende nuestra salud física y mental.
Favorece el optimismo
Por último, la experta en emociones y alimentación, destaca la importancia del contenido en vitamina B9 (folato) de los arándanos, algo que se asocia entre otras cosas, con el estado de ánimo. De hecho, tal y como ella misma menciona en CNBC, "la deficiencia de esta vitamina puede ser el origen de algunos problemas de salud neurológicos". Por tanto, "mejorar el nivel de folato tiene efectos beneficiosos sobre nuestra salud mental, cerebral y nuestra edad cognitiva".
En este sentido, cada vez hay más estudios que constatan el vínculo entre la cantidad de folato de nuestra dieta y la salud mental. Así, según los expertos unos niveles elevados en sangre de vitamina B9 podrían ayudar a reducir el riesgo de algunos de los síntomas depresivos en los hombres.
Y además, ayuda a adelgazar
Vemos, por tanto, que integrar los arándanos en nuestra dieta habitual es todo un acierto desde el punto de vista de la salud. Además, conviene tener en cuenta que los arándanos son bajos en calorías (100 g aportan unas 46 kilocalorías). Esto significa, entre otras cosas, que es candidato perfecto para cualquier dieta en enfocada a controlar el peso.
Ahora bien, cómo introducirlos en la dieta. Hemos visto que la forma que más le gusta a la doctora es en el desayuno. En esta comida puedes tomarlos con yogur natural (si es desnatado, mejor) o con tus cereales preferidos (evita los azucarados).
También es frecuente comerlos como postre o como tentempié. Una de las opciones más atractivas es combinarlos con frutos rojos como frambuesas, grosellas o fresas. Y se te gustan los contrastes, una excelente elección es combinarlos con mango, manzana o piña.
Además, ten en cuenta que puedes comprarlos frescos, congelados, desecados, en zumo o gelatina. La mayoría de expertos coincide en que los congelados mantienen las vitaminas y antocianinas, y por tanto, todas las propiedades nutricionales que apunta la profesora. En cambio, los desecados y los calentados para elaborar mermelada o zumo pasteurizado pierden mucha vitamina C.