Los trucos de nutrición consciente para perder peso sin hacer dieta

Si estás cansada de hacer dietas, quieres tener una mejor relación con la alimentación y te gustaría controlar tu peso sin ansiedad, la nutrición consciente es perfecta para ti.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en estilo de vida y nutrición

Actualizado a

nutricion consciente

La nutrición consciente te ayudará a mejorar tu relación con la comida, eliminando la culpa, los atracones y la ansiedad relacionada con los alimentos.

Un estudio publicado en 2019 en la revista Obesity Reviews arrojaba algo de luz sobre una práctica antigua y olvidada: la nutrición consciente. Sus datos indicaban que, a través de esta, es posible bajar de peso sin ansiedad, sin dietas, sin hambre y evitando acercarnos al borde de los trastornos alimenticios.

En realidad, tiene mucho sentido que así sea. La nutrición consciente nos ayuda a arreglar algunos de esos desajustes que suelen hacer que subamos de peso. Nos aleja de los atracones, de comer más de lo que necesitamos y de elegir alimentos poco nutritivos, sin restricciones ni sentimientos de culpa. ¿Quieres saber en qué consiste y cómo puedes aplicar la nutrición consciente a tu vida?

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¿Qué es la nutrición consciente?

La nutrición consciente, o mndful eating en inglés, es una práctica que combina los principios de la nutrición con técnicas de mindfulness o conciencia plena. Su principal objetivo es que, durante la comida, centremos toda nuestra atención en la experiencia de comer, centrándonos en las sensaciones físicas y emocionales que nos produce.

Gracias a esta técnica, conseguimos conectar con nuestro cuerpo, podemos identificar las señales de saciedad que nos envía y hasta podemos entender mejor qué tipo de nutrientes necesita en cada momento.

Por supuesto, la nutrición consciente no se basa solo en prestar atención al momento de comer. También consiste en elegir bien los alimentos que conforman nuestra dieta, honrando aquellos que incluimos por placer y equilibrando su ingesta con aquellos que sabemos que mejor sientan a nuestro cuerpo.

En definitiva, la alimentación o nutrición consciente busca acabar con la culpa a la hora de comer, sustituyéndola por el disfrute y el reconocimiento de las emociones. Porque sí, todos nos hemos comido alguna vez nuestras emociones, y la nutrición consciente también nos ayuda a localizar estos desencadenantes emocionales para abordarlos de forma más saludable.

La evidencia científica demuestra que este método de alimentación es muy eficaz para acabar con los atracones, reducir el estrés y la ansiedad relacionados con la comida y mejorar la relación emocional con la misma. Como consecuencia, muchos de estos estudios apuntan que también puede favorecer una pérdida de peso.

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Trucos para poner en práctica la alimentación consciente

Ahora que ya sabes en qué consiste la nutrición consciente, es probable que te estés preguntando cómo puedes ponerla en práctica. En realidad, es un proceso sencillo. Tan solo debes comer con consciencia plena. Y para ello, estos son los consejos que ofrecen los expertos.

Activa los sentidos

El primer paso para practicar la nutrición consciente es poner a funcionar todos los sentidos. El objetivo es que vivas la experiencia de comer de forma plena, disfrutando del momento. Porque comer genera placer, es algo natural. Tu cuerpo te recompensa cuando te alimentas porque así consigue los nutrientes y la energía necesaria para moverse, realizar sus funciones vitales y, en definitiva, para estar vivo. Así que el placer es una parte natural de la alimentación, y hay que honrar ese placer.

Para hacerlo, intenta disfrutar tu comida con los cinco sentidos. Cuando te sientes a comer, tómate el tiempo necesario para oler tu comida, admira su forma y sus colores, mastica con calma, sintiendo sus sabores. Incluso puedes disfrutar de su textura a través de la lengua o de su sonido al cortarla en el plato. Permite que todos tus sentidos participen del momento, disfrutando al máximo de cada bocado.

Esto te ayudará a conectar con tu cuerpo, a comer de forma consciente, y te ayudará a identificar mejor las señales de saciedad que te enviará.

Elige un buen ambiente

Para que la alimentación consciente sea eficaz, debes comer en un lugar donde puedas practicar la atención plena. Y esta elección del ambiente adecuado pasa por dejar de lado las pantallas. Si comes viendo la televisión o mirando el teléfono móvil, no puedes prestar atención a lo que está sobre la mesa.

Por otro lado, lo ideal es encontrar un lugar tranquilo y cómodo en el que disfrutar de la comida. Si tienes prisas, si el ambiente es estresante o demasiado estimulante, podrías tener dificultades para practicar la atención plena en tu comida.

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Para cuando estés satisfecha

Ahora que tienes el lugar perfecto para comer y estás prestando atención plena a las señales que te envía tu cuerpo, es hora de saber cuándo estás satisfecha. Escucha lo que te dice tu organismo y, cuando estés satisfecha, para.

Al principio puede ser complicado, dado que el placer y el disfrute nos invitan a seguir comiendo. Pero recuérdate que puedes volver a comer cuando tengas hambre, y que es mejor para tu cuerpo parar cuando ya estás satisfecha. Acepta la incomodidad que te genera y, poco a poco, irá desapareciendo.

Elimina la culpa

No siempre tendrás el mismo apetito. No siempre estarás dispuesta a escoger los alimentos más saludables. Y no pasa nada. Hay muchos factores que entran en juego cuando hablamos de la nutrición consciente, y es natural que a veces te apetezca lo que muchas dietas clasifican como “alimentos prohibidos”.

Pero si sigues esta técnica de alimentación, debes eliminar este concepto de tu mente. En su lugar, prueba con la siguiente estrategia.

Imagina que tienes hambre y te apetece mucho disfrutar de una galleta. Puedes comerla, y honrar el placer que te genera, pero sabes que eso no será suficiente para sentirte satisfecha ni para conseguir los nutrientes que tu cuerpo necesita. Así que, en lugar de comer dos o tres galletas, coge una y acompáñala de algo nutritivo y saciante, como un yogur con frutos secos.

Come cuando tengas hambre

Has leído bien. La nutrición consciente defiende que no es necesario pasar hambre. Ni para perder peso, que no es el principal objetivo de esta técnica de alimentación, ni para estar saludables. El hambre es algo natural que nos indica que estamos sanos, y hay que satisfacerlo para darle a nuestro cuerpo la energía que necesita.

Así que, cuando tengas hambre, come. Así de sencillo. Olvídate de horarios, de cuántas comidas deberías hacer al día y de cualquier estructura. Es posible encontrar un orden mejor en la libertad de comer, sencillamente, cuando tienes hambre. Y parar de hacerlo cuando ya estás satisfecha. Así de simple.

Eso sí, debes diferenciar bien el hambre de los antojos, porque estos últimos te llevarán a comer de forma descontrolada, sin disfrutar realmente de la experiencia.

No pongas el foco en perder peso

Para acabar, es importante resaltar que la nutrición consciente no tiene que como principal objetivo generar una pérdida de peso, aunque es la consecuencia inevitable en muchos casos. Sencillamente, busca mejorar tu relación con la comida, eliminar la culpa, abordar los desencadenantes emocionales que nublan la relación con el hambre y el apetito, y mejorar la alimentación por medio de la atención plena.

Al fin y al cabo, el peso es algo que escapa de tu control. Pero elegir qué comes, disfrutarlo y mejorar tu relación con la comida sí está en tus manos, y te ayudará a sentirte más sana y en paz contigo misma.