Todos, desde que somos pequeños, hemos escuchado decir que “no hay que dejar las verduras en el plato”. Pero, ¿sabemos por qué? Hemos escuchado que son saludables, nutritivas e incluso que ayudan a bajar de peso. Y aunque todo esto es cierto, es probable que siga sin ayudarnos a dimensionar lo importante que es comer suficientes verduras cada día.
Es por eso por lo que el Dr. Mauricio González, médico internista en Nueva York y especialista en obesidad, en su labor de divulgar y concienciar sobre salud y nutrición, ha compartido en sus redes sociales los resultados de una investigación que estudia los cambios que se producen en el cuerpo humano cuando pasa de no consumir verduras de forma diaria, a incluir 375 g de este alimento de forma diaria. Te sorprenderá descubrir los resultados.
No dejes las verduras en el plato
Esta frase puede resonar en todos nosotros con distintos niveles de intensidad, desde la infancia hasta la vida adulta, en diferentes versiones e idiomas. Pero siempre con la misma intención. Hacernos saber que la verdura es un alimento clave para la salud, y también para el control del peso.
Sabemos que los vegetales son claves para mantener una nutrición balanceada, rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. De ahí que eso de “si no te comes las verduras te vas a quedar pequeño” sea algo que todos hemos oído, alguna que otra vez, en la niñez.
También son alimentos esenciales para la salud digestiva, por su rico aporte de fibra. Y por este mismo nutriente y la particularidad de ser naturalmente bajas en calorías, son muy importantes, además, en las dietas de control del peso.
Pero todo esto se queda corto teniendo en cuenta lo mucho que las verduras pueden cambiar nuestra vida. Así lo demuestra el estudio que nos presenta el Dr. Mauricio González en sus redes sociales.
Un estudio revelador
La Universidad de Washington, Seattle (Estados Unidos), realizó una investigación en el año 2022 en la que estudiaba los cambios que operaban en el cuerpo humano cuando pasaba de una ingesta nula de verduras a una dieta en la que se incluían 375 g de verdura cada día.
Los resultados son reveladores a muchos niveles, pero todos dejan claro que estos alimentos podrían ser la clave de la longevidad y la salud.
- 23,3% de disminución en el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
- 22,9% de disminución en el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica.
- 15,9% de disminución en de riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico.
¿Por qué son tan buenas las verduras para la salud?
Los datos que ofrece este estudio no dejan lugar a discusión. Es innegable que una dieta rica en vegetales es mejor que una en la que este alimento brilla por su ausencia. Pero ¿por qué puede reducir tan drásticamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares el consumo regular de verduras?
Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta para resolver esta pregunta. Para empezar, las verduras contienen nutrientes que benefician de forma natural a la salud cardiovascular, como el potasio (que ayuda a mantener una presión arterial saludable) o ciertos antioxidantes que reducen la inflamación y el daño oxidativo.
Estos últimos son también los responsables de que se asocie el consumo regular de verduras a un menor riesgo de padecer enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes 2 e incluso determinados tipos de cáncer. Los antioxidantes y fitonutrientes en las verduras protegen al cuerpo frente a los daños celulares, manteniéndolo saludable.
Aunque este es el aspecto quizá más interesante, el consumo habitual de verduras también es beneficios para la salud de la piel, de los ojos, del sistema inmunológico y metabólico.
¿Cómo comer más verduras?
Está claro que las verduras pueden salvarte la vida y mejorar considerablemente tu salud. Por eso, el Dr. Mauricio González recomienda, especialmente, tres formas fáciles de consumir más vegetales que son saludables y deliciosas al mismo tiempo.
- Ensaladas. Fáciles de preparar y muy variadas, las ensaladas suelen contener una gran variedad de verduras crudas que, dado que no han sido cocinadas, conservan sus vitaminas y minerales. Esto asegura una alta densidad de nutrientes. Además, este tipo de receta suele ser baja en caloría y alta en fibra, lo que favorece el control del peso y la saciedad.
- Sopas de verduras. Al cocinar las verduras en sopa facilitamos la absorción de los muchos nutrientes que nos aportan. Además, este tipo de recetas también contribuye a la hidratación, gracias a su alto contenido en agua, y suelen ser bajas en calorías, por lo que puede ayudarnos a controlar el peso.
- Verduras horneadas con proteínas saludables. Al combinar las verduras horneadas con proteínas como el pollo, el pescado o el tofu nos garantizamos una comida balanceada y rica en muchos nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Además, el horneado es un método de cocción mucho más saludable que otros, dado que no requiere aceite y contribuye a conservar más nutrientes que, por ejemplo, al freír.