¿Cuántas veces has escuchado eso de que el pan de trigo es malo y que el de centeno es mejor? Seguro que muchas, porque es una teoría muy extendida. Pero ¿es cierta? Hoy nos hemos hecho esa pregunta y, como lo mejor es siempre contar con profesionales para este tipo de cuestiones, hemos obtenido nuestra respuesta de mano de Boticaria García, doctorada en Farmacia y nutricionista divulgadora, cuyos vídeos son claros, divertidos y aclaran muchas dudas.
En este caso, la cuestión está en decidir si es mejor comer pan de centeno o pan de trigo, así que nos tocará analizar las ventajas de uno y de otro en distintos aspectos. ¿Preparada para descubrir cuál es la mejor alternativa para tus desayunos y comidas?
Pan de centeno o de trigo
Aunque te cueste creerlo, hay partes del mundo en el que quizá se estén haciendo la pregunta contraria a la que te haces tú en este momento. Porque en el norte, especialmente en los países nórdicos, lo común es comer pan de centeno, y no de trigo. Y la razón es muy sencilla: todo se debe al frío.
Tal y como nos explica Boti, como se hace llamar en sus vídeos, el trigo es un cereal “friolero”, que no tolera bien las altas temperaturas, mientras que el centeno es un “chicarrón del norte” que sobrevive sin demasiadas complicaciones a las heladas. De ahí que en una y otra parte del mundo sea más habitual comer uno u otro.
Pero, como ves, esto no hace que ninguno sea mejor al otro. Son, sencillamente, características de los distintos cereales que lo componen.
El asunto del gluten
Otro argumento que suele utilizarse para decir que el de centeno es mejor que el pan de trigo es que contiene menos gluten. Y Boticaria García lo confirma: es cierto, el pan de centeno tiene menos gluten, y por eso su resultado final es menos esponjoso, y más firme, que el pan de trigo.
¿Hace esto que sea mejor que la alternativa más mediterránea? Lo cierto es que no. Porque como bien explica la experta, que tenga menos gluten no significa, en absoluto, que sea apto para personas celiacas. Tiene menos cantidad, pero sigue contiendo gluten, por lo que no puede formar parte de la dieta de quienes no toleran este ingrediente.
¿Y qué hay de la proteína?
El siguiente argumento que se suele dar para hablar de las ventajas del pan de centeno es que tiene más proteínas que el de trigo. Pero, ¿es esto verdad?
Boticaria García nos saca de dudas confirmando que sí, es cierto que existe una diferencia en el porcentaje de proteínas que existe entre el pan de centeno y el de trigo, pero esta es tan baja que apenas es significativa.
Lo mismo sucede, por cierto, con el aporte calórico de uno y otro. Si bien el pan de trigo es más calórico que el de centeno, la diferencia es de apenas unas 5 o 10 calorías si hablamos de porciones de 100 g.
Otros nutrientes presentes en el pan de centeno y el de trigo
Despejadas las dudas sobre los aspectos anteriores, sigue quedando en pie un argumento que suele ser clave en este debate. ¿Y qué hay de las vitaminas y los minerales? ¿Qué opción nos aporta más nutrientes?
En este caso, Boticaria García debe darle la razón al rumor oficial: el pan de centeno duplica la cantidad de calcio y de hierro, quintuplica la de folatos y vitamina E y, en general, es más rico en vitaminas y minerales que el pan de trigo.
Pero esto tampoco debería ser clave a la hora de elegir entre uno y otro. Y es que, como bien explica la experta, hay otros muchos alimentos que se constituyen como fuentes más efectivas de todos estos nutrientes, y que deben formar parte de nuestra alimentación diaria.
Entonces, ¿es mejor el pan de centeno o el de trigo?
Pese a haber aclarado muchas de nuestras dudas al respecto, todavía no tenemos una solución firme. Por suerte, Boticaria García ha despejado nuestras dudas al contar que, en realidad, el pan de centeno y el pan de trigo son igual de buenos mientras sean… ¡Integrales!
Lo importante al escoger pan no es el cereal del que están compuestos, sino elegir uno elaborado con harina integral (debe aparecer como primer ingrediente en la etiqueta). Esto se debe a que el pan integral, independientemente de su origen, tiene un mayor contenido de fibra y de nutrientes, tiene un índice glucémico más bajo (no afecta tanto a los niveles de glucosa en sangre) y es mejor para el corazón, gracias a que son ricos en antioxidantes y compuestos bioactivos que pueden reducir la inflamación y mejorar la salud del cuerpo en general.