Cuatro ejercicios de pelota para estirar y movilizar tus articulaciones

Las articulaciones son nuestras particulares bisagras y, al igual que ocurre con ellas, necesitan ciertos cuidados para funcionar a la perfección.

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Dr. Sagrera-Ferrándiz

Médico y Magister en Medicina Manual y Osteopatía

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Estirar y flexionar las articulaciones durante unos segundos adoptando ciertas posturas las refuerzan.

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Mantener las articulaciones en forma puede ayudarte a estar (y sentirte) joven por más tiempo. Para lograrlo, debemos tener antes en cuenta que con frecuencia usamos mucho más unas articulaciones que otras, lo que puede generar un peor movimiento y más dolor.

Pero si dedicas unos minutos al día a los ejercicios que te mostramos a continuación, trabajarán todas por igual. Y, además, verás como tu agilidad y tu equilibrio también aumentan a medida que estos movimientos se conviertan en una más de tus rutinas de estiramientos.

En casi todos utilizamos una pelota gigante o fitball (necesitarás, también, una pelota pequeña para completar los movimientos). Gracias a ella, nuestra conciencia corporal puede aumentar de forma muy sencilla. Te explicamos por qué se da este efecto: 

  • Cuando nos duele algo, de forma inconsciente llevamos la mano hacia allí. Lo hacemos porque, al tocarnos, nuestra conciencia corporal se hace más presente de forma inmediata. La fitball provoca un efecto similar, al notar mucho más las zonas que están en contacto con ella.

Si no dispones de una pelota gigante en casa y quieres comprarte una, debes tener presente que no todas son del mismo tamaño. Es importante que, a la hora de elegirla, tengas en cuenta tu altura. Pruébala antes y siéntate sobre ella: cuando lo hagas, tus pies deben quedar bien apoyados en el suelo sin problemas, mientras tus rodillas forman un ángulo de 90º. 

Una vez cuentes con el material necesario, solo queda ponerse manos a la obra con las siguientes 4 posturas.

1. Da giros alternos de cintura

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  • Siéntate sobre una colchoneta y sujeta la pelota pequeña entre tus manos. Puedes utilizar, también, un objeto pesado como un libro voluminoso.
  • Eleva los pies, flexiona las rodillas y muévelas a la derecha, mientras llevas la pelota a la izquierda. Dirígete hacia el otro lado sin bajar los pies y repite 30 segundos.

2. Hombros en forma

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  • Apoya la espalda sobre la pelota gigante y dobla tus rodillas en un ángulo de 90º.
  • Sujeta la bola pequeña entre las manos y llévala hacia el techo, en línea recta respecto a tu cuerpo. Aguanta 10 segundos, mueve los brazos ligeramente hacia atrás y repite.

3. refuerza caderas, rodillas y tobillos

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  • Tumbada boca arriba, lleva la planta de los pies a la fitball mientras elevas los glúteos y la parte baja de la espalda. Apoya las palmas de las manos y los antebrazos sobre la colchoneta y bascula la pelvis para mantener una buena postura.
  • Aguanta 20 segundos en esta posición, respirando de forma lenta y acompasada durante todo el ejercicio. Repite de nuevo si lo deseas.

4. Un suave balanceo final para relajar

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  • Sentada sobre la pelota gigante, da pequeños pasos hacia delante con tus pies. Mientras la fitball rueda poco a poco hacia atrás, ve apoyando la espalda sobre ella.
  • Eleva los brazos y balancéate hacia arriba y hacia abajo, notando el contacto de tu espalda con la pelota y el agradable efecto masaje que este movimiento ejerce sobre la musculatura.