Teresa Crespo, especialista en suelo pélvico: "La cafeína y la teína pueden agravar las pérdidas de orina"

Con los años se puede perder tono en la musculatura vaginal y del suelo pélvico, pero hay muchas formas de mejorarla e incluso de lograr que se recupere por completo. La Dra. Teresa Crespo, especialista en rehabilitación del suelo pélvico del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, lo explica en Saber Vivir

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Cuando se sufre incontinencia, el café puede empeorar el problema.

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La incontinencia o pérdida involuntaria de orina es un problema de salud que, por pudor, se tiende a esconder a pesar de que en algunos casos puede mermar bastante la calidad de vida. Por el mismo motivo, se suele retrasar lo más posible la consulta al especialista. Se calcula que en nuestro país la sufren alrededor de dos millones de personas, aunque solo un 10 % de ellas acuden al médico.

Por qué se produce

Lo importante es que, una vez superada la vergüenza, los tratamientos pueden suponer una mejoría considerable y, en algunos casos, una total recuperación.

Algunas veces hay una causa hereditaria tras la incontinencia (la sufrieron madres, abuelas, tías...) o, sin antecedentes familiares, puede presentarse con la edad, especialmente a partir de la menopausia. Suele agravarse por factores anteriores: los embarazos, que implican un sobrepeso en la pelvis; los partos; la obesidad; llevar una vida sedentaria; intervenciones quirúrgicas en la zona abdominal que debilitan la musculatura, o un trabajo que implique cargar peso.

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Divertido y eficaz

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Medidas en el día a día

Lo ideal sería actuar para hacer una prevención eficaz: de igual manera que realizamos ejercicio para mantenernos en forma y ganar salud, deberíamos dedicar un tiempo a practicar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y la musculatura abdominal. Disciplinas como el yoga o pilates son muy recomendables en este sentido.

  • Procura no coger grandes pesos y, si no tienes más remedio que hacerlo, flexiona las rodillas y cárgalo sin encorvarte. Al mismo tiempo contrae los músculos pélvicos para activarlos y contrarrestar la presión que se crea, y mantén el objeto que cargues cerca de tu cuerpo.
  • Cuidado con la tos repetitiva (por nervios, tabaco…). Al igual que la producida por bronquitis o alergias, conviene atajarla cuanto antes para evitar que se cronifique. Además de que va debilitando el suelo pélvico, produce un gran malestar en especial por las noches, momento en que la tos se agrava y es más difícil controlar las pequeñas pérdidas de orina.
  • Intenta reducir las bebidas irritativas. Cuando se sufre incontinencia, y aunque sea leve, las bebidas con cafeína o teína y el alcohol pueden agravar de manera importante el problema.
  • Vigila la cantidad de líquidos que tomas. Beber grandes cantidades de agua o líquidos de golpe puede empeorar esas pérdidas. Bebe a pequeños sorbos.
  • Ojo con los fármacos. Ten en cuenta que los medicamentos diuréticos (y muchos de los recetados para la hipertensión lo son) te harán ir más veces al baño.
  • Evita el estreñimiento. Cuando es crónico, puede provocar disfunciones del suelo pélvico por el esfuerzo prolongado. Nada más notarlo, aumenta la cantidad de alimentos con fibra que tomas.
  • Mantente en buen peso. La obesidad es una mala aliada de la incontinencia porque el exceso de grasa presionará la pelvis. Cuida tu alimentación y realiza una actividad física.

Ponerle remedio en cuanto se detecta

El médico de familia te derivará a un especialista. Según el tipo y el grado de incontinencia que tengas, te diseñará un programa de fisioterapia y rehabilitación de suelo pélvico con ejercicios hipopresivos y de Kegel, entre otros. Con ellos, además, evitarás que la incontinencia empeore con el tiempo. Para mantener la musculatura lo más fuerte posible, conviene ser constante al hacerlos.

Cuándo se opera y cómo es la intervención

  • Es cirugía de corta estancia. Se conoce como de cabestrillo suburetral y lo ideal es que la paciente se quede al menos una noche. Se hace tras el diagnóstico con un estudio urodinámico y cuando han fracasado las medidas conservadoras.
  • Se coloca una malla. A través de la vagina, el cirujano la inserta debajo de la uretra, que sostendrá el tejido debilitado y renovará el mecanismo de continencia. Su eficacia aumenta con un posoperatorio adecuado, rehabilitación y buenos hábitos.

Técnicas novedosas y muy efectivas

La medicina actual nos ofrece algunos tratamientos novedosos que constituyen una ayuda complementaria a las contracciones de Kegel y los hipopresivos en los que se basan los ejercicios de suelo pélvico.

  • Radiofrecuencia no ablativa. Esta es una terapia no invasiva e indolora que se aplica en unas cuantas sesiones sin cirugía y sin ingresos. Ayuda a la producción de colágeno y elastina en los tejidos que dan sostén al suelo pélvico y a la uretra. Puede ayudar a la mejora de la continencia urinaria.
  • Sillón de pulsos electromagnéticos. Funciona mediante un campo electromagnético de alta intensidad que provoca miles de contracciones de Kegel de forma pasiva al sentarse sobre él. Se precisan varias sesiones de media hora para mejorar el tono de la musculatura del suelo pélvico. No existe, sin embargo, evidencia científica de que sea más efectivo que los ejercicios.