Las llagas en la boca (también conocidas como aftas o úlceras bucales) son pequeñas lesiones que aparecen en la mucosa de la boca, las encías, la lengua o el interior de los labios y pueden resultar dolorosas.
Su origen puede ser muy diverso. En ocasiones, la causa puede estar muy clara, por ejemplo, cuando son el resultado de morder por accidente el interior de la mejilla o del labio o del roce continuo de una pieza dental rota que erosiona una zona constantemente húmeda. Sin embargo, la mayoría de las veces el origen es desconocido por quien las sufre, como cuando se debe a una carencia nutricional.
puede ser falta de vitamina B12
Una de las causas menos conocidas de las llagas en la boca es la carencia de vitamina B12, un nutriente fundamental para la formación de glóbulos rojos y para la regeneración y el mantenimiento neuronal.
Un déficit de vitamina B12 (ya sea porque no está presente en la dieta de la persona o por dificultades para absorberla) desembocaría en una anemia, igual que la que se produce por tener niveles bajos de hierro. Y uno de los síntomas que avisaría es una clara tendencia a sufrir estas aftas.
En estos casos, la forma de las llagas suele ser redondeada u ovalada. Son de color blanco, amarillo o gris sobre una zona inflamada con un borde rojo intenso. Puede aparecer una sola o varias y en cualquier parte del interior de la boca. Es muy común que se curen en un área y poco después aparezcan en otra. Además, lo habitual es sentir cansancio, mareos y piel pálidas o amarillenta.
Para paliar este déficit lo más conveniente es potenciar en la dieta los alimentos que contienen vitamina B12, esto es, alimentos de origen animal, como por ejemplo, sardinas, caballa, huevos, carne o queso feta.
En cuanto le vuelves a dar la vitamina necesaria al cuerpo, los beneficios se ven con rapidez. Las personas veganas deberían tomar un suplemento de vitamina B12 para evitar la aparición de complicaciones.
¿Y si son recurrentes?
Si las llagas en la boca desaparecen en dos semanas y tienen un tamaño inferior a 5 milímetros de diámetro (que es lo más común), suele tratarse de una estomatitis aftosa recurrente (EAR o RAS por sus siglas en inglés): el centro de la herida es de un tono grisáceo.
Aunque duelen y molestan, son benignas, pero –como ya indica su nombre– suelen reaparecer, son recurrentes. Por otro lado, debes tener en cuenta que en el 8 % de los casos son hereditarias.
Si han pasado 21 días y siguen ahí, entonces debes consultarlo con el médico.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que esa herida, esa llaga, puede estar indicando que existe una situación más seria que aún no ha dado la cara, pero que convendría tratar cuanto antes, como gastritis crónica, lupus, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o celiaquía.
¿pueden llegar a ser peligrosas?
Aunque es muy extraño, puede ocurrir que estén asociadas a casos muy concretos de cáncer.
De nuevo, la referencia es que las lesiones (no suele ser una sola) no cicatricen por muchos días que pasen, pero también que sean llagas de color rojo muy intenso.
Del mismo modo, un aspecto engrosado (abultado) o rugoso de toda la mucosa bucal puede ser un aviso.
Por otro lado, hay que estar particularmente atento por si aparecen llagas con manchas blancas y rojas a la vez que no cicatrizan. El término médico que lo define es tan difícil de pronunciar –eritroleucoplasia– como estas lesiones de curar, porque en realidad se trata de un crecimiento celular anormal que tiene más probabilidades de volverse canceroso. De hecho, eso ocurre en el 85 % de ellas.
También notarías pérdida de peso no achacable a un cambio de dieta, dientes flojos (que se mueven), dolor al tragar o en la boca, o un bulto en el interior de ella.
Ser un gran fumador (o bebedor) predispone a padecer este tipo de tumor.
Finalmente, estas lesiones también pueden ser el aviso de una enfermedad de transmisión sexual.
Cómo tratar una llaga en la boca
Si se ha confirmado que no hay ninguna dolencia seria detrás, estas recomendaciones te ayudarán:
- No tomes alimentos picantes o ácidos. Tampoco los muy salados. Pueden irritar más la herida en el mismo momento que contactan con ella.
- Evita los productos demasiado crujientes. Quizá convenga eliminar tostadas o patatas fritas, por ejemplo. Pueden suponer una agresión más, al igual que las bebidas o los caldos muy calientes.
- Evita los dentífricos con lauril sulfato de sodio. Esta sustancia, que se incluye porque tiene un efecto limpiador, puede hacer que la herida tarde más en curar y aumentar el dolor que provoca.
- A veces mejoran con manzanilla, salvia y mirra. Estas son las plantas con mayor evidencia científica. Las flores de manzanilla se pueden tomar en infusión o realizar enjuagues con ella. La salvia y la mirra funcionan también como enjuagues que se hacen a partir de su tintura.