La ducha puede ser una excelente manera de empezar el día, que nos activa, limpia y nos prepara para la jornada. Esa es la principal baza que apuntan todos aquellos que la han incluido en su rutina de manera tan fija como el café.
En el otro lado están los que ven poco higiénico meterse en la cama con la suciedad acumulada durante el día. Creen que la ducha nocturna es el último y relajante paso antes de irse a la cama.
¿Quién tiene razón en esta polémica? La respuesta necesita algunos matices.
Es preferible ducharse por la noche
“Todo dependerá de la actividad que realices en tu vida del día a día. Si no tienes un trabajo en una obra, no pasa nada porque te vayas a la cama y no te hayas duchado”, explica la doctora Sara Carrasco, miembro de la Academia Español de Dermatología y Venereología (AEDV).
Si trabajas en un medio muy sucio, donde hay pintura o moléculas en suspensión, se te adherirán a la piel y no es conveniente que te acuestes con ellas. Igual que si hay mucha contaminación en la ciudad. En esos contextos, sí se recomienda que nos hayamos duchado antes de acostarnos.
“En general es más recomendable ducharte antes de irte a descansar que es cuando la piel va a activar todos sus mecanismos de reparación”, nos subraya la dermatóloga.
Eso no quiere decir, que sea una obligación. “No pasa nada por no ducharte o ducharte por la mañana”, matiza. La ducha puede activarnos y mantenernos alertas. En días en que tenemos que estar especialmente atentos y creativos en el trabajo, es más práctico ducharse por la mañana.
¿Es mejor una ducha con agua caliente o fría?
La respuesta es las dos. Si la ducha fría matutina te ayuda a despertar, antes de dormir un agua tibia puede ayudar a mejorar tu descanso. Los expertos de Sleep Advisor, portal especializado en sueño, lo explican.
Hemos de tener en cuenta que el funcionamiento de nuestro cuerpo está regido por un reloj biológico interno de 24 horas llamado ritmo circadiano. Por la noche, envía señales para indicar que es la hora de acostarse y crear las condiciones para quedarte plácidamente dormido. Una de esas señales es reducir la temperatura corporal un grado aproximadamente.
Por eso, lo más recomendable es una ducha tibia ante de ir a dormir.
- Una ducha de agua tibia ayuda a bajar la temperatura corporal. Justo cuando estás bajo el agua aumenta temperatura, pero en cuanto sales y te secas, el cuerpo se enfría enseguida.
- La ducha tibia relaja el cuerpo y la mente. El efecto relajante es similar al de un buen masaje porque mejora el flujo sanguíneo, relaja la musculatura y alivia el dolor en las articulaciones. También ayuda eliminar el estrés.
- No es bueno agua muy caliente. Si el agua está muy caliente, puede que tardes entre 60 y 90 minutos en bajar la temperatura corporal y conseguir la ideal para quedarte dormido, advierten los expertos de Sleep Advisor.
Beneficios de la ducha fría
La ducha fría puede parecer que acelera el enfriamiento del cuerpo, pero tiene un efecto estimulante que no siempre favorece el sueño, por eso es mejor que reserves las duchas frías para por la mañana. No obstante, tiene beneficios que, en determinadas circunstancias, puede hacerte optar por esta ducha incluso de noche:
- Aumenta el estado de alerta. Si necesitas energía extra para finalizar tareas pendientes, puede que te vaya bien una ducha fría dos horas antes de acostarte. Te sentirás con más vitalidad para acabar esas tareas y te irás a dormir con el trabajo hecho y libre de estrés.
- La ducha fría acelera el metabolismo y en consecuencia activa el sistema inmunológico, lo que aumenta el número de glóbulos blancos y te protege de infecciones.
- Estimula la liberación de hormonas antidepresivas. La ducha fría activa el sistema nervioso simpático y aumenta la liberación de betaendorfina y noradrenalina en el cerebro, que tienen un efecto antidepresivo natural. En situaciones de estrés o en caso de depresión una ducha fría puede ser una buena opción también por la noche.
- Adelgaza. Cuando nos exponemos al frío, el organismo activa las células de grasa marrón para calentar el cuerpo, y estas células consumen glucosa y triglicéridos. Por eso una ducha fría tiene un efecto adelgazante que puede ser interesante para algunas personas.
Beneficios de la ducha caliente
El dolor, ya sea articular, muscular o de cabeza, puede dificultar en gran medida la conciliación del sueño y provocar despertares. En estos casos, una ducha caliente es una buena opción.
- Relaja la musculatura. El agua a temperatura elevada relaja los músculos rígidos. Si notas una zona tensa, dolorida o contracturada, o tienes dolores articulares, deja que el agua caliente fluya más por ese punto.
- Alivia las migrañas. Un baño de agua caliente reduce la presión en la cabeza y mejora la circulación. Al aumentar el flujo sanguíneo, el fármaco que hayas tomado para la migraña actuará más rápido.
- Combate la inflamación. Según los expertos de Sleep Advisor, 5 minutos de ducha caliente son suficientes para reducir la inflamación, y todo gracias al aumento de la circulación que genera el calor.
- Reduce la congestión nasal. El calor y el vapor limpian los senos paranasales. Si estás acatarrado, un baño caliente aliviará la congestión y te ayudará a dormir.