"Más que una enfermedad o un problema de salud mental, el trastorno de estrés postraumático es una etiqueta que se utiliza para definir el trauma que puede sufrir una persona cuando se expone a un acontecimiento altamente estresante, de naturaleza amenazadora o catastrófica, que hace peligrar su integridad física o emocional".
Así define Elisa Micciola, psicóloga forense, psicoterapeuta especializada en violencia y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, el trastorno de estrés postraumático.
Pero... ¿Qué se considera un acontecimiento altamente estresante? ¿Por qué ante un mismo acontecimiento hay personas que sufren estrés postraumático y otras no? ¿Quién tiene más riesgo de sufrir este tipo de traumas? ¿Cómo puede superarse? Elisa Micciola nos lo explica.
No estamos preparados para ciertas experiencias
Por más temple y autocontrol que tengas, se sabe que objetivamente hay acontecimientos que pueden desestabilizar a cualquiera y provocar estrés postraumático.
"Las agresiones sexuales, los accidentes, los atentados terroristas y las grandes catástrofes naturales como inundaciones provocan este tipo de traumas en la mayoría de personas, en especial cuando hay múltiples víctimas", asegura Micciola.
"Ningún ser humano está preparado para vivir acontecimientos de estas características y el trastorno de estrés postraumático es una forma de reaccionar de nuestro cerebro ante algo que supera nuestra capacidad de adaptación", aclara la psicóloga.
Cómo reaccionamos ante un trauma
El trastorno de estrés postraumático acostumbra a provocar dos tipos de reacciones o respuestas:
- Si nos hiperactivamos se producen respuestas de huida o lucha, por eso hay personas que ante un evento traumático salen corriendo.
- Si por el contrario hay un bloqueo se produce un shock que hace que nos quedemos paralizados.
Salir corriendo o quedarnos paralizados dependerá de los circuitos cerebrales que se activen en nuestro cerebro ante ese acontecimiento.
"En las agresiones sexuales muchas mujeres suelen quedarse paralizadas y luego se sienten culpables porque creen que no supieron reaccionar. Esa conducta probablemente se explica por el instinto de supervivencia que las lleva a pensar que si se quedan quietas acabará antes y sufrirán menos daño", aclara la experta.
Los niños o las personas más vulnerables también tienden a quedarse paralizados, pero sea como sea es una reacción totalmente cerebral que no podemos controlar.
Quién tiene más riesgo de sufrir estrés postraumático
Como decíamos, hay acontecimientos que revisten tal gravedad que el riesgo de provocar un trauma es altísimo.
Sin embargo, ante situaciones como un accidente de tráfico sin víctimas un 20% de personas desarrollan estrés postraumático. ¿Por qué unos sí y otros nos? En este sentido, Micciola asegura que tienen más riesgo:
- Las personas que han sufrido experiencias traumáticas en el pasado.
- Aquellos que sufren ansiedad o depresión.
- La soledad también es un factor de riesgo. Las personas que tienen poco apoyo familiar o de amigos son más vulnerables.
- Según revelan las estadísticas, las mujeres también son más propensas.
Qué síntomas provoca el estrés postraumático
Al margen de que salgamos huyendo o nos quedemos bloqueados en el momento de los hechos, el trastorno de estrés postraumático provoca cuatro síntomas característicos que pueden durar en el tiempo:
Flashback
La persona revive constantemente la situación traumática.
"Es importante dejar claro que no es que recuerden el hecho, es que lo vuelven a experimentar con los mismos síntomas de pánico o ansiedad que sufrieron. Es así porque el cerebro no ha podido procesar lo que ocurrió, por eso se revive con toda su fuerza el evento", aclara Micciola.
- Esto explica que a las víctimas de agresiones sexuales les resulte tan duro declarar en un juicio por años que pasen de su agresión.
"La memoria que se activa en el trauma es totalmente sensorial, y una de las que más se activan es el olor. Por eso muchas personas que han vivido un accidente de coche o de tren recuerdan sobre todo el olor, y cuando huelen uno similar vuelven a experimentar aquellas emociones", prosigue.
Evitación
"Tras los atentados de las Ramblas de Barcelona, muchos afectados dejaron de ir a centros a comerciales, al metro o a lugares con aglomeración de gente", explica Micciola.
- Y es que tras un evento de estas características, los afectados tienden a evitar estímulos que les recuerden los hechos. Piensan que el mundo es un lugar inseguro y que puede sucederles lo mismo otra vez.
En realidad es una forma que tiene el cerebro de intentar protegerse, porque si se expone revive la experiencia en toda su dimensión.
Desconexión emocional
En algunas personas y sobre todo en los niños se produce una desconexión emocional o desapego.
"Actúan como si no hubiera pasado nada y explican los hechos de forma totalmente neutra aunque hayan sido gravísimos. En realidad, lo que ocurre es que el cerebro activa el mecanismo de la desconexión para defenderse y seguir adelante", matiza la psicoterapeuta.
Hiperactivación
Se sobresaltan enseguida, se asustan, están muy nerviosos, se alteran con nada...
"Por ejemplo, cuando oyen una ambulancia vuelven a activarse físicamente y salen corriendo o sufren ataques de pánico porque se disparan los mismos circuitos cerebrales del trauma", afirma la psicóloga.
cómo se trata el estrés postraumático
Cuanto antes se trate el problema con terapia psicológica o incluso con fármacos si hace falta, más pronto remitirán los síntomas.
"El 20% de las personas que experimentan un acontecimiento traumático lo reviven hasta 9 años después porque no reciben tratamiento. Y es que muchos afectados no acuden al psicólogo porque piensan que se les pasará solo y no siempre es así", subraya.
"El objetivo del tratamiento del estrés postraumático es ayudar al cerebro a procesar esas emociones que no ha procesado, a acelerar una digestión que no ha hecho. No hay que olvidar que esa información se ha quedado atascada en algún punto del cerebro, por eso la revivimos constantemente. Es como si comiéramos un ajo y se nos repitiera sin parar", afirma la psicoterapeuta.
La técnica más conocida para tratar el estrés postraumático y ayudar al cerebro a procesar el trauma es el EMDR, siglas en inglés de desensibilización y reprocesamiento por movimiento ocular.
- Consiste en estimular los dos hemisferios del cerebro con movimientos oculares, sonidos o golpecitos para que le vengan a la memoria del paciente otras partes del evento traumático o recuerdo.
- Lo que se busca con el proceso EMDR es que los hemisferios se hablen entre sí y procesar la información para reducir el problema emocional.
La psicóloga insiste en que es clave tratar el problema: "si no se trata de la forma adecuada puede provocar disociación, que es el mecanismo de desconexión emocional del cerebro, o favorecer trastornos del estado de ánimo como la depresión".
Más riesgo de demencia
Un estudio del University College de Londres revela que las personas que han experimentado un trastorno de estrés postraumático tienen el doble de risgo de desarrollar una demencia a lo largo de su vida.
- Un estrés postraumático no tratado hace que el cerebro reviva el trauma con frecuencia y segregue una gran cantidad de hormonas del estrés (glucocorticoides). Y esto no es inocuo, remarca Micciola.
- Está demostrado que el estrés reduce el volumen del hipocampo, un área cerebral muy involucrada en la memoria, tal y como ha demostrado un estudio de la Fundación Pasqual Maragall.